Los vecinos vuelven a mostrar su preocupación al aparecer nuevas grietas que siguen deteriorando este circuito cuya obra finalizó en marzo
24 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El circuito de pump track del Polígono, que solo lleva en funcionamiento desde marzo, sigue dando problemas y está a punto de hacer crack. El motivo vuelve a ser la aparición de una gran grieta que recorre una de las rampas de la pista. «Por más que insistimos el circuito sigue deteriorándose otra vez y nos dicen que tienen que hablar con la empresa, porque hay una garantía de obra, pero no sabemos ni cuándo ni cómo se va a ejecutar. Lo que sí sabemos es que la pista se va deteriorando y no le auguro más de un mes para que esa grieta se haga mayor y nos caiga toda la rampa», indica el presidente de la asociación vecinal del Polígono, Manuel Cañete, que también lamenta que el plan de barrios presentado por el gobierno local no destine «ni un euro» al barrio del Polígono salvo 30.000 euros presupuestados para una obra relacionada con la recogida de aguas que no tiene fecha de momento.
Los vecinos del Polígono tampoco tienen conocimiento de que haya prevista alguna inversión en el circuito de pump track, que también sigue teniendo pendiente una segunda fase en la que se iba a acondicionar el entorno, rematar la obra y dotarlo de alumbrado. «La preocupación del barrio es máxima porque no hay ninguna partida presupuestaria y no deja de ser curioso porque cuando en su día el circuito sufrió las parálisis todos los partidos pasaron por aquí. Recibimos el apoyo de casi todos los grupos políticos y nos gustaría seguir teniendo el apoyo de todos», dice Cañete, que recuerda que la puesta en marcha de la pista de pump track fue una inversión municipal de unos 47.000 euros «que se hizo para todo Gijón y nos sorprende que ahora la preocupación sea mínima».
Este circuito está situado en la parcela conocida como El Campillo, enfrente del IES Número 1, y salió adelante, a través de los presupuestos municipales de 2017, después de que ya hubiera sido propuesto por bikers profesionales y vecinos diez años antes para dotar a la ciudad de una pista que pretendía ser referente entre los circuitos de bici extrema de España.