Carcedo inaugura la Feria garantizando que Asturias no se quedará atrás en la transición energética

Las medidas que impone la Unión Europea para que los Estados miembros caminen hacia la necesaria transición ecológica no deja espacio para otro escenario, con todos los retos que ello conlleva y con todas sus oportunidades. «Asturias, nunca en su historia, renunció a desafíos», aseguró hoy la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo, durante la apertura oficial de la 63 Feria Internacional de Muestras de Asturias, centrando su intervención en una transición energética que será «justa» a través de diversas estrategias que «hagan compatible» la industria y el cuidado del medio ambiente «sin que nadie quede atrás, sin que ningún territorio ni persona que atrás», insistió.

La Asturias «verde de montes y negra de minerales», como dijo, «no va a rehuir esta nueva dimensión en la que nos encontramos», refiriéndose a «un proceso que conlleva cambios y retos para los territorios» y en el que, por ello, «es tan importante que se una transición justa».

Carcedo, ahondando en Asturias, valoró el esfuerzo que, a lo largo de la historia, han mostrado tanto organizaciones sindicales como agentes empresariales por llegar a acuerdos y consensos, «activos» en los que se fundamentan las fortalezas de Asturias en esta nueva senda de la transición ecológica.

Eso sí, dejó claro también que es un camino irrenunciable para el Gobierno en funciones, del que recordó muy presentes a las comarcas mineras. «Tenemos que dar respuesta a los retos de combinar lo industrial y la defensa del medio ambiente», añadió, recalcando precisamente que si algo caracteriza a Asturias es su carácter industrial y su patrimonio natural. Asumió que impere la «incertidumbre» ante este reto, pero insistió en que «tenemos que ser responsables y estar preparados para resolverlo» de manera que la eficiencia energética y las energías renovables «sean las grandes protagonistas de este cambio».

Buscar oportunidades

«Siempre he dicho que no se puede negar el carácter industrial de Gijón», aseguró, por su parte, la alcaldesa de Gijón, que también centró parte de su intervención en poner de manifiesto que «las cosas han cambiado mucho» y, ante este nuevo escenario, la ciudad debe aprovechar sus fortalezas en la obligada senda de «buscar nuevas oportunidades en la innovación, en la tecnología y en esos nuevos sectores productivos». Limpios, tecnológicos y también vinculados a la salud y a lo social, dijo, asegurando también que la Feria de Muestras, a lo largo de sus 62 anteriores ediciones, ha sido testigo privilegiado de «cuantas transformaciones han venido operando en las economía de Gijón y Asturias».

Acabar con los agravios

Por su parte, el presidente de la Camara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, también quiso resaltar la necesidad de un nuevo modelo energético «al menos como punto de partida» para acabar con «los agravios comparativos de unas comunidades respecto a otras», en los que Asturias, «hay que decirlo con claridad, sale perjudicado». Por ello, pidió agilidad al Gobierno para implantar un marco de estabilidad que de estabilidad a las empresas electrointensivas y, respecto al proceso de descarbonización, recordó que él está de acuerdo en avanzar hacia las energías verdes pero dentro de «un proceso ponderado y acorde con las particularidades de cada territorio». Y, ahí, dijo, «Asturias es el más sensible a procesos rápidos y poco reflexionados».

Asimismo, incidió en la necesidad de que, ante este panorama de incertidumbre empresarial, se profundice en el fortalecimiento de la Unión Europea, «abierta a acuerdos que generen estabilidad y amplíen los mercados, porque sí lo necesitan nuestras empresas».

Mencionó, en este sentido, la falta de medidas comunitarias en favor de la siderurgia, «algo que nos condena de forma rotunda», mientras Arcelor «se compromete con Asturias con grandes inversiones industriales y medioambientales», y advirtió de que «necesitamos un gobierno estable que implemente medidas que creen el caldo de cultivo necesario para la creación de empresas».

En Asturias, con un «demoledor» descenso demográfico que dificulta el sostenimiento del Estado del bienestar, consideró también fundamental un relevo generacional y, sobre todo, «que los más jóvenes no se vayan en busca de mejores oportunidades porque aquí no las encuentran». En este sentido, conminó a que se «piensen» medidas para retener el talento y no pasó por alto la «importancia» de la llegada de inmigrantes «cuya aportación al mercado laboral es fundamental».

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