El equipo de Boston sentenció la final por 4-1 y supera los 17 títulos de los Lakers
18 jun 2024 . Actualizado a las 09:30 h.Los Boston Celtics conquistaron este lunes el título de la NBA derrotando a los Dallas Mavericks por 106-88 (4-1 en la serie) para alcanzar su anillo número 18.
Los Celtics son ahora el equipo con más títulos de la historia de la NBA ya que este nuevo campeonato les permitió desempatar con sus eternos rivales: Los Angeles Lakers (17).
Los de verde no ganaban un anillo desde el 2008 cuando Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen alcanzaron el número 17 venciendo precisamente a los Lakers.
Dieciséis años después, la legendaria franquicia de Bill Russell, Larry Bird, Red Auerbach y muchos otros mitos del baloncesto ya tiene a nuevos dioses para su panteón con un conjunto liderado por Jayson Tatum y Jaylen Brown (MVP de estas Finales) que, del principio al final de la temporada, ha sido el imparable dominador de la liga.
Primeros del Este con el mejor balance de la NBA (64-18), los de Joe Mazzulla aplastaron a todos sus rivales de conferencia y tampoco dieron opción en las Finales a los muy meritorios Mavericks de un Luka Doncic con un físico tremendamente castigado.
El anillo supone además la ansiada redención de los «Jays», que habían llegado cinco veces a la final del Este y una a las Finales -sin contar esta- quedándose siempre al borde de la gloria, sobre todo en aquellas dolorosas Finales perdidas ante los Golden State Warriors en 2022.
Nunca más tendrán que escuchar las críticas que aseguraban que no estaban preparados para brillar en los momentos más importantes.
Al lado de Tatum y Brown, los Celtics han disfrutado del quinteto más completo y apabullante de la temporada.
Kristaps Porzingis -quien regresó este lunes tras perderse dos partidos por lesión- y Jrue Holiday fueron dos fichajes de lujo y un Derrick White multiusos redondeó ese heroico quinteto ya inolvidable.
Desde el banquillo, el primero en salir siempre fue otro de los grandes protagonistas de esta velada apoteósica: el dominicano Al Horford, que a sus 38 años y tras 17 temporadas por fin tocó el cielo de la NBA.
Ese espléndido juego colectivo apareció en su plenitud en el definitivo encuentro : Tatum rozó el triple-doble en su mejor partido de las Finales (31 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias); Brown consiguió 21 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias; Holiday aportó 15 puntos y 11 rebotes; White sumó 14 puntos y 8 rebotes; Horford logró 9 puntos y 9 rebotes... ... y también el rebote de equipo (51 por 35) y la defensa estuvieron a la altura (29,7 % en triples de Dallas).
Los Mavericks, que extendieron a 0-157 el balance histórico en la NBA de equipos con 3-0 en contra (nadie jamás lo ha remontado), acabaron con sabor amargo una campaña por otro lado fantástica en la que Doncic e Irving volaron de la mano, Dereck Lively destacó como novato y los fichajes de Daniel Gafford y P.J. Washington les permitieron reinar en el Oeste.
Rotundamente inferiores a estos majestuosos Celtics a lo largo de la serie, los Mavericks contaron en su despedida con 28 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias de Doncic mientras que Irving volvió a apagarse en Boston con solo 15 puntos y 9 asistencias.
Gloria de verde
Como niños temblorosos el primer día de escuela entraron al partido los dos conjuntos. Los nervios, las imprecisiones y los errores se acumularon sin pausa en un primer cuarto más emocionante que brillante.
El TD Garden, con un ambiente extraordinario, era un volcán verde desde mucho antes del salto inicial. Pero su erupción llegó al máximo con la entrada de Porzingis, recibido ya como un auténtico héroe de Boston pese a estar claramente mermado.
Sin apenas rastro de Doncic (5 puntos) y con Irving perdido en combate (0), Josh Green dio oxígeno a los Mavericks con dos triples.
Pero en medio de la incertidumbre y las manos vacilantes emergieron Brown y Holiday, con 6 puntos cada uno y un rabioso compromiso defensivo. Precisamente esa dureza atrás y varios contraataques seguidos propulsaron a los locales con un sensacional parcial de 9-0 para cerrar el primer cuarto con la moral en alto (28-18).
El segundo periodo fue el de ajustar cuentas pendientes: si Boston no había brillado en los triples hasta ahora y a Tatum le faltaba explotar en anotación ambas cosas se dieron la mano en ese cuarto.
Tatum se lució con 12 puntos y un tramo pletórico y los Celtics maravillaron desde el perímetro con un gran 7 de 11 en triples hasta anotar 39 puntos solo en ese segundo capítulo.
Los Mavericks empezaron a derretirse sin que sus estrellas pudieran remediarlo y la puntilla la puso Payton Pritchard en uno de esos momentos mágicos de la NBA: el pequeño base deslumbró con un triple sobre la bocina y desde el centro del campo, exactamente idéntico al alucinante tiro que ya había clavado en el segundo partido en esas condiciones imposibles.
Con 67-46 y todo a favor se fueron los Celtics al vestuario. Tatum (16 puntos y 9 asistencias), Brown (15 puntos) y Holiday (11) marcaron el paso mientras Derrick Jones Jr. (10 puntos) era el sorprendente máximo anotador de unos Mavericks huérfanos de Doncic (9 puntos) e Irving (5).
No había indicios de que los Mavericks pudieran orquestar una remontada ni que pudieran acercarse a su magnífico nivel del cuarto partido.
Ni siquiera un mal tercer cuarto de los Celtics (29,2 % en tiros) les permitió estrechar una diferencia que ya no bajó de los 17 puntos por mucho que Doncic lo intentara con 9 puntos en ese periodo.
El último cuarto arrancó con un incontestable 86-67 y los fans de Boston ya solo tuvieron que descontar los segundos para lograr el anillo 18 en una memorable noche de gloria verde.
Jaylen Brown, MVP de las Finales
Jaylen Brown fue elegido este lunes como MVP (Jugador Más Valioso) de las Finales NBA. «Fue un trabajo de equipo, lo comparto con mis hermanos, con Jayson Tatum que estuvo conmigo todo el camino», dijo un emocionado Brown en la entrevista a pie de campo durante las celebraciones de los Celtics.
De 27 años y ganador ya esta temporada del MVP de la final del Este, la biografía de Brown se escapa de los estereotipos habituales de las estrellas de la NBA.
Su madre, Mechalle Brown, con formación universitaria, le crió sola, haciendo un énfasis muy importante tanto en la educación como en el activismo.
Jaylen podría haber jugado al baloncesto en una universidad muy potente en el ámbito deportivo, pero optó por Berkeley (Universidad de California), uno de los centros educativos más importantes, prestigiosos y progresistas de Estados Unidos.
Ese interés más allá de lo puramente deportivo ha marcado su vida. Por ejemplo, Brown es desde 2019 uno de los vicepresidentes del sindicato de jugadores de la NBA, en 2020 condujo 15 horas de Boston a su Georgia natal para manifestarse en las protestas tras la muerte de George Floyd a manos de la Policía y tiene una fundación (The 7uice Foundation) también enfocada a luchar contra el racismo.
Amante además del ajedrez, Brown fue elegido en el puesto 3 del draft por los Celtics en 2016. Un año después, Jayson Tatum fue escogido en el mismo puesto también por Boston.
Los 'Jays' (con Tatum en principio como líder y Brown como escudero de lujo) han encabezado a una franquicia absolutamente competitiva cada año: llegaron juntos en cinco ocasiones a la final del Este y, sin contar la de este curso, en una de ellas se plantaron en las Finales.
Pero una y otra vez se les resistía el anillo con serias dudas sobre si estaban realmente preparados para triunfar en los grandes momentos.
El curso más doloroso fue el de 2021-2022, cuando cayeron por el título 4-2 ante los Golden State Warriors pese a tener una ventaja de 1-2 tras tres encuentros.
Tres veces All-Star, Brown firmó en 2023 el mayor contrato en la historia de la NBA (304 millones de dólares por cinco temporadas) y, tras muchos años de soportar críticas y ciertos recelos en la liga, este lunes por fin se reivindicó a lo grande con el MVP de las Finales.