La UEFA abre una investigación al Barcelona por el caso Negreira: ¿cuáles pueden ser las consecuencias deportivas?

Antía S. Aguado REDACCIÓN

DEPORTES

Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA.
Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA. STEPHANIE LECOCQ | EFE

Se habla de una posible «violación legal» de las leyes del organismo y el club podría quedarse sin jugar la Champions

23 mar 2023 . Actualizado a las 17:50 h.

El caso Negreira ya ha llegado a la UEFA. El máximo organismo del fútbol europeo anunció ayer que ha puesto en marcha una investigación con el objetivo de aclarar la relación que mantuvieron el Barcelona y José María Enríquez Negreira entre el 2001 y el 2018, período en el que el club habría pagado 7,3 millones de euros al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA).

Tal y como se refleja en el comunicado del organismo, «de conformidad con el Artículo 31(4) del Reglamento Disciplinario de la UEFA, los Inspectores de Ética y Disciplina de la UEFA han sido designados hoy para llevar a cabo una investigación sobre una posible violación del marco legal de la UEFA por parte del Barcelona en relación con el llamado caso Negreira». Desde Nyon apuntaron, finalmente, que concederán más información a su debido tiempo.

Ahora, el club presidido por Joan Laporta podría ser sancionado por la UEFA si esta considera que existieron irregularidades que atentaron contra su código disciplinario. Uno de esos castigos podría ser el impedimento de jugar sus competiciones durante un cierto período de tiempo. Es decir, que el Barcelona podría quedarse sin disputar la Liga de Campeones, la Liga Europa y la Liga Conferencia.

Y es que la normativa del ente presidido por Aleksander Ceferin, con un enfoque muy estricto, establece que la admisión en sus competiciones puede ser denegada para aquellos clubes que están implicados, tanto de forma directa como indirecta, en «cualquier actividad destinada a organizar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional». Así lo decreta el apartado 3 del artículo 50 de los Estatutos referente a los criterios de selección para participar en las competiciones que organiza.

La UEFA se ha mostrado muy dura con equipos que han cometido estas infracciones. De hecho, el Barcelona no sería el primer club al que dejaría sin Liga de Campeones. En el año 2013, el Besiktas y el Fenerbahçe se quedaron fuera por amaño de partidos, al igual que el Steaua de Bucarest, que no pudo disputar la Liga Europa. Sin embargo, el caso más conocido es el Calciopoli, un escándalo deportivo de influencia arbitral que ocurrió en la liga italiana. El Juventus y el Fiorentina perdieron su derecho de jugar competición continental la temporada siguiente.

Con motivo de dicho escándalo en Italia en el 2006, que salpicó también a clubes como el Milan, que ganó la Champions un año más tarde después de haber sido declarado culpable de amaños de partidos antes del inicio de la competición, la UEFA incluyó en su normativa una condición al artículo 50: «sin perjuicio de las posibles medidas disciplinarias».

Sin noticias de la FIFA

El pasado 24 de febrero la UEFA ya había solicitado información sobre el caso Negreira a la federación española. Según el secretario de esta última, Andreu Camps, les hicieron llegar toda la información de la que disponían. Precisamente la federación es uno de los organismos que anunció que se personaría en el caso, después de haber sido admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona la denuncia por los pagos del club azulgrana a Negreira. El Real Madrid, la Liga y el Consejo Superior de Deportes también confirmaron que se personarán.

Sin embargo, la FIFA todavía no ha actuado. Aunque hace una semana, su presidente, Gianni Infantino, reconoció que le preocupaba el caso: «Observo todo lo que pasa en selecciones y clubes y cuando hay situaciones negativas nos preocupa, porque los clubes, sobre todo los grandes, hacen mucho por el fútbol. Cometemos errores y se va a analizar lo que pasó para ver cómo se puede solucionar».

 

La investigación

La investigación es consecuencia de la inspección que la Agencia Tributaria inició en julio del 2019 al Barcelona por el Impuesto de Sociedades de los ejercicios 2015, 2016, 2017 y 2018 y del Impuesto sobre el Valor Añadido de 2015, 2016 y 2017, por los pagos efectuados en relación a las facturas giradas por las empresas vinculadas a Enríquez Negreira.

La Agencia Tributaria trasladó sus sospechas a la Fiscalía, que en mayo del 2022 abrió una investigación y el último 10 de marzo presentó una denuncia en el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona contra el Barcelona, sus expresidentes Sandro Rosell y Josep María Bartomeu, y Enríquez Negreira, Óscar Grau y Albert Soler, por un delito continuado de corrupción en el ámbito deportivo.

El juzgado la admitió a trámite el 15 de marzo y también la personación de la Liga y la querella presentada por el árbitro Xavier Estrada Fernández.

Según la denuncia, la entidad azulgrana, a través de los presidentes Rosell y Bartomeu, «alcanzó y mantuvo un acuerdo, estrictamente confidencial, con José María Enríquez Negreira, a fin de que, en su calidad de vicepresidente del CTA y a cambio de dinero —7.3 millones de euros entre el 2001 y el 2018— realizase actuaciones tendentes a favorecer al Barcelona en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el club».