Jamones, comidas de lujo o entradas: los regalos de Negreira a los árbitros con el dinero del Barcelona
DEPORTES
El exvicepresidente del CTA empleó el dinero que le pagaba el club azulgrana para agasajar a los colegiados a través de su empresa
04 abr 2023 . Actualizado a las 18:59 h.José María Enríquez Negreira empleó dinero del Barcelona para hacer regalos a los árbitros. En la lista de gastos deducibles de la empresa Dasnil a los que ha tenido acceso la Agencia Tributaria, propiedad del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), la mayor parte de ellos consistieron en obsequios dirigidos a colegiados de Primera División, tal y como informa el diario El Mundo.
Según la documentación de Hacienda, Negreira adquirió, entre otras cosas, 1.500 tarjetas rojas y amarillas para repartir con los miembros del estamento arbitral por los que desembolsó 4.460 euros, además de cientos de monedas para sortear el campo por las que pagó 2.032 euros.
Además de este tipo de regalos, Enríquez Negreira también compró jamones por un importe de 10.000 euros, así como entradas para partidos para regalar a sus «clientes». Según explicó el propio exvicepresidente del CTA a la Agencia Tributaria, estos agasajos se debían a atenciones para compromisos suyos y que, en muchas ocasiones, los destinatarios de las entradas le devolvían en dinero mediante transferencias. Eso sí, en casos como la final de la Copa del Rey, Negreira dejó constar que se trataba de «invitaciones».
Otro de los regalos con los que Negreira obsequiaba a los colegiados eran palas de playa, sombrillas, bolsas enfriador, sacacorchos, tostadoras, sandwiches… Además, también invitó a varios árbitros a comer en marisquerías de Madrid y Barcelona. Comilonas por las que llegó a pagar más de 2.000 euros en cada una.
«Cuidar mucho» a Gil Manzano
El exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira, y su hijo recomendaron en mayo del 2016 al Barcelona que «cuidara mucho» su relación con el colegiado Jesús Gil Manzano, ya que por su juventud y proyección dirigiría «partidos importantes durante muchas temporadas».
Así consta en uno de los informes sobre colegiados que los Negreira elaboraron para el club azulgrana a cambio de importes millonarios, según figura en el sumario del caso de supuesta corrupción deportiva. La jueza ha encargado a la Guardia Civil que investigue «el motivo o trabajos» por los que el Barça hizo los pagos a Negreira y su hijo, después de que la Fiscalía denunciara al club azulgrana, a Rosell y a Bartomeu por alcanzar un «acuerdo verbal estrictamente confidencial» para que el exvicepresidente del CTA, a cambio de dinero, «realizase actuaciones tendentes a favorecer al Barcelona en la toma de decisiones de los árbitros» y en los resultados de las competiciones.
Según consta en el sumario, en uno de sus informes, elaborado en mayo del 2016 con motivo de un derbi entre el Barcelona y el Espanyol para el que había sido designado Gil Manzano, los Negreira resaltaban que se trataba del árbitro «con mayor proyección del fútbol español», aunque por entonces, pese a que estaba bien valorado, su nivel era «simplemente bueno». «Igualmente interesa cuidar mucho la relación del club con él por su gran nivel y juventud. Arbitrará partidos importantes durante muchas temporadas. Es simpático, sonriente y sencillo», apuntaba el informe.
Asimismo, los Negreira recomendaban que, de cara al derbi, se le tratara con «atención» y se le facilitara un «arbitraje cómodo». «Tiene un estilo limpio, estético y alejado de gestos autoritarios. Mantendrá una actitud seria y distante, haciendo un arbitraje riguroso», precisaba el informe, en el que destacaban su «gran personalidad». «Si aparece algún conflicto interviene rápidamente para evitarlo sin perder la calma. En situaciones de protestas o reclamaciones no le gusta que le toquen y lo evita especialmente», subrayaba el informe técnico, en que también se resaltaba que Gil Manzano no solía discutir con los jugadores y que evitaba amonestar en las primeras acciones del partido, «lo que puede llevarle a perder el control del encuentro».
Antes de la aplicación del VAR, el informe advertía de que Gil Manzano cometía «errores en penaltis por defecto», que era «demasiado riguroso» con los fuera de juego posicionales y que sus asistentes cometían «numerosos errores» con los fuera de juego.
Sobre Mateu Lahoz: «Con Messi ahora está mejor»
En otro informe, los Negreira analizaban el tipo de arbitraje de Mateu Lahoz, de quien destacaban que «busca continuamente el trato personal con los jugadores», ya que «necesita que le crean», lo que le llevaba a veces a «dar demasiadas explicaciones». «Sigue dejando jugar con intensidad. No duda en amonestar las simulaciones. No se dejará engañar con simulaciones, que amonesta, y deja de sancionar faltas si se exagera. Los forcejeos en el área los suele pitar a favor del defensa», advertía el informe.
El informe sobre Lahoz también recomendaba que los jugadores siguieran todas las jugadas «por muy claras que parezcan las faltas», ya que se pueden convertir en contraataques si no las pitaba. «Se recomienda jugar nobles pero agresivos y hacer más faltas de las habituales», apuntaba. «Tiene un trato diferente para cada jugador y cada futbolista debería saber cómo tratarle. Es fácil que a Jordi Alba no le permita ninguna protesta o que amoneste enseguida a Piqué o Mascherano por entradas. También es habitual que deje de señalar faltas sobre Neymar. Con Messi ahora está mejor», subrayaba.
En el sumario también figuran informes sobre el colegiado Fernando Teixeira Vitienes -con motivo de un Barça-Elche de agosto del 2014- de quien advertía que evitaba amonestar por entradas o empujones si el partido lo permitía, que no pitaría penalti si no era muy claro y que en cambio no dudaría en amonestar protestas con gestos «evidentes» hacia él o sus asistentes.
Otro de los árbitros analizados por los informes fue Ricardo de Burgos Bengoetxea, que tenía que dirigir al Barça en una visita al campo del Deportivo de la Coruña en abril del 2016, de quien describía que era «muy cercano y simple en el trato con la gente», que se dedicaba a «pitar fácil» y que solo señalaba «lo que tenía muy claro».
En este informe, los Negreira remarcaban que el CTA había dado recientemente instrucciones a los colegiados para distinguir entre las acciones naturales propias del juego, como choques, entradas al balón y manos fortuitas, y las acciones voluntarias, como agarrones, entradas a destiempo y codazos, ante las que se mostrarían «rigurosos» hasta el final de temporada.
Sobre el colegiado Fernández Borbalán, los Negreira remarcaban que estaba en un buen momento físico y mental, lo que le permitía «relacionarse con serenidad» con los jugadores, que intentaría evitar conflictos con los futbolistas, y que normalmente era «permisivo» con las pequeñas faltas, «lo que perjudica al Barcelona».