Un gol del brasileño resolvió una cita cumbre cuando se mascaba una remontada histórica del Inter en Valdebebas
04 nov 2020 . Actualizado a las 14:38 h.Repitió Zidane en la víspera el mensaje de que este duelo era una final. Tenía razón. Aunque se tratase solo de la tercera jornada en la fase de grupos, el Real Madrid llegaba con un punto y el Inter con dos. Pero lo dijo porque sabe que al Real Madrid le gustan históricamente los partidos a a vida o muerte. Puede ir renqueando o vaguear sin disimulo como el día del Shakhtar, pero históricamente el equipo blanco escribió su libro de oro en las citas sin marcha atrás. Para los jóvenes igual no tanto, pero un duelo entre el club blanco y el neroazzuro es un gran clásico de Europa, al nivel casi de los choques entre el Madrid y el Bayern o la Juventus. Baste un ejemplo. Juanito Gómez, siempre recordado por el madridismo, pronunció aquella famosa frase de «noventa minuti en el Bernabéu son molto longo» cuando en 1986 el Madrid cayó 2-0 en San Siro. No mentía el de Fuengirola. En la vuelta, 5-1 y billete de los merengues a su segunda final consecutiva de la Copa de la UEFA.
Ocurre que este fútbol y aquél no son comparables, ya que sobre todo el Inter lleva muchos años en un segundo plano continental y el frío Alfredo Di Stéfano de Valdebebas nada tiene que ver con un Bernabéu abarrotado. Pero este Madrid, quizá sin el carácter, la calidad y el orgullo de antaño, salió a toda mecha. Como en los viejos tiempos. La máquina funcionó de maravilla hasta que empezó a faltarle gasolina. Pero Zidane recargó el depósito a tiempo con los cambios y el Madrid ganó con un chispazo de Rodrygo cuando se mascaba la tragedia porque el Inter tenía pinta de remontar un 2-0. Zidane se dejó de experimentos y apostó por la mejor zaga que tiene, con Lucas Vázquez asentado en el lateral derecho tras la lesión de Carvajal, un centro del campo con la mezcla de la clase de Kroos, el músculo de Casemiro y el recorrido de Valverde, y ese tridente que le encanta con Asensio, Benzema y Hazard, cuya sola presencia asusta a los adversarios por muy bajos que dos de ellos estén de forma. Ante un rival con tres centrales y la sensible baja en punta de la bestia Lukaku, la clave era romper por las bandas y cambiar mucho el juego.
Empezó el duelo con una gran parada del esloveno Handanovic a tiro de Asensio y otro disparo de Valverde que se marchó ligeramente alto. La presión altísima del Madrid incomodó a un Inter que sufría para salir con el balón tocado desde atrás pero que no renunciaba al osado estilo de Conte, técnico que en un par de ocasiones estuvo muy cerca de Chamartín. Si conseguía sacarla, llegaba con enorme facilidad al área de Courtois, incluso con alguna acción de tres para dos. El portero belga tuvo que lucirse tras un toque sutil de Lautaro entre las piernas de Ramos y poco después el duro Arturo Vidal probó desde media distancia sin fortuna. Igualdad de ocasiones, enorme disputa y cita trepidante en la que los ataques se imponían a las defensas. Había mucho que ganar y poco que conservar.
Agobios
Parecía tranquilizarse un poco la contienda cuando Achraf se puso la camiseta del Madrid que por rendimiento se merece y asistió a Benzema para el 1-0. Chanzas aparte, el grave error del marroquí tuvo mucho que ver con la enorme presión de Mendy junto a la banda. Se vio tan apurado Hakimi que se la quiso dar desde muy lejos a su portero sin saber que Karim es el más inteligente en el campo. Y de Benzema a Ramos, que selló el segundo al dibujar un precioso testarazo tras saque de esquina. Más que encarrilada la contienda en poco más de media hora, pero ante equipos como el Inter conviene no distraerse. Lo hizo un momento la zaga local y Lautaro acortó distancias tras un taconazo maravilloso de Barella. De un triunfo casi abrochado, a los agobios recurrentes.
Por lo que había en juego y por el lógico cansancio, el ritmo decayó tras el descanso y el juego se trabó. Faltas, tarjetas, parones y apenas idas y venidas. Mediada la segunda mitad, el Inter era el que más presionaba y Zidane decidió que había que revitalizar a su equipo con los jóvenes Vinicius y Rodrigo. Descanso para Hazard y Asensio. El jefe, el que arengaba a todos, era Ramos. Un desajuste, uno más en este inicio de curso inquietante para el Madrid, permitió a Perisic encontrarse solo con Lucas Vázquez e igualar con un tiro en semifallo. Vuelta a empezar. Situación límite y un par de grandes ocasiones lombardas antes de que Rodrygo disfrutase de su momento de gloria.
Ficha técnica
3 - Real Madrid: Courtois, Lucas Vázquez, Varane, Ramos, Mendy, Casemiro, Valverde, Kroos (Modric, min 78), Asensio (Rodrygo, min 64), Hazard (Vinicius, min 64) y Benzema.
2 - Inter: Handanovic, D'Ambrosio, De Vrij, Bastoni, Achraf, Barella (Gagliardini, min 78), Brozovic, Vidal (Nainggolan, min 87), Young, Lautaro y Perisic (Alexis Sánchez, min 78).
Goles: 1-0, min 25: Benzema; 2-0, min 33: Ramos; 2-1, min 35: Lautaro; 2-2, min 68: Perisic; 3-2, min 80: Rodrygo.
Árbitro: Clément Turpin (Francia): Mostró amarilla a Vidal, Mendy, Brozovic, Valverde, Barella, Casemiro y Courtois.
Incidencias: Partido de la tercera jornada de la Liga de Campeones en el grupo B.