El Everest pasa de las colas al vacío total por el coronavirus

Óscar Bellot

DEPORTES

Nimal Purja

La pandemia deja al Everest sin alpinistas en la temporada alta de una cima que batió récords de expedicionarios el año pasado

15 mar 2020 . Actualizado a las 22:14 h.

Las voces que alertaban de una superpoblación del Everest no resonarán este año. El techo del mundo se quedará en su temporada alta sin visitantes ávidos de culminar una gesta al alcance sólo de unos pocos elegidos en el pasado pero que se había convertido en tiempos recientes casi en un viaje de turismo más, salpimentado eso sí de los extraordinarios riesgos que conlleva acometer la escalada de un pico de 8.848 metros de altura. Lo que las voces de alarma de los ecologistas y las noticias de aventureros y sherpas muertos tratando de hollar su cima no lograron, lo ha conseguido la pandemia del coronavirus, cuyo avance ha obligado a suspender los permisos para escalar una montaña cuya cumbre no había sido alcanzada hasta que el neozelandés Edmund Hillary y el guía nepalí Tenzing Norgay la pisaron el 29 de mayo de 1953.

Nepal siguió el viernes los pasos de China y suspendió los permisos para escalar la montaña más alta de la Tierra por su vertiente sur como medida de precaución ante la epidemia que tiene al mundo en vilo, cancelando además la emisión de visados entre el 14 de marzo y el 30 de abril. Pese a que el turismo de montaña es uno de los principales sustentos de la zona, las autoridades nepalíes optaron por extremar la precaución con un brote que apenas ha tenido incidencia por el momento en aquel país pero que sí está causando estragos en los fronterizos de la India y especialmente en China, origen de la epidemia.

Pekín ya había informado previamente de que la ruta tibetana, menos transitada, permanecería cerrada en la temporada alta del Everest, comprendida entre abril y mayo al ser los meses en los que las condiciones climatológicas favorecen su ascenso. Un total de 241 personas emplearon esa vía norte el pasado año para materializar su sueño de conquistar el lugar más elevado del planeta, mientras 644 lo hicieron por el lado nepalí en una temporada que batió récords con 885 montañeros subiendo a la cima del Everest y 1.024 permisos de ascenso tramitados, pero que también dejó un balance de once fallecidos.

A diferencia de lo que ocurriera entonces, con alpinistas hacinados en los metros finales de la ascensión al más codiciado de los catorce ochomiles que jalonan el planeta, el Everest volverá a ser ahora un lugar silente y aislado del hombre por el coronavirus.