Bottas resurge en el «superdomingo» japonés

David Sánchez de Castro COLPISA

DEPORTES

SOE ZEYA TUN

Carlos Sainz realiza otra salida memorable y consigue un quinto puesto, solo superado por las flechas plateadas, Vettel y Albon

13 oct 2019 . Actualizado a las 18:16 h.

Valtteri Bottas se ha acostumbrado a ser el rompeapuestas. El finlandés no estaba entre los primeros de la lista de favoritos para el GP de Japón, pero fue él y no Sebastian Vettel, Charles Leclerc o Lewis Hamilton quien se llevó la victoria. Y eso que el alemán de Ferrari había dejado a todos con la boca abierta horas antes de la carrera, cuando se disputó la clasificación aplazada por la lluvia del sábado debido al tifón Hagibis. El 'superdomingo' que arrancó con la clasificación dejó un doblete de Ferrari al frente de la parrilla, lo que parecía un augurio perfecto para los de rojo. Especialmente para Vettel, que nueve sábados después mejoró a su compañero Leclerc. Quizá es porque la parrilla se configuró esta madrugada. Sin embargo, todo lo que ganó la Scuderia en esa sesión se fue por los aires en los primeros metros de la carrera.

El 'poleman' Vettel se quedó clavado en la salida. Para ser exactos, se la saltó, frenó para que no lo detectase el sensor y arrancó. «La peor salida de mi vida», la calificó el propio Vettel después. Bottas estuvo mucho más listo y amarró el primer puesto, mientras Hamilton se sostenía. Por detrás, Leclerc sacaba de pista a Verstappen, que en el toque, le rompió el alerón delantero al de Ferrari y él mismo acabó trompeando. Tan dudosa fue la acción que los comisarios primero anunciaron que ni se iba a investigar, después que lo harían tras la disputa de la carrera y al final sancionaron horas después a Leclerc con 15 segundos: diez por el golpe y cinco por rodar con el alerón roto sin entrar en boxes cuando tenía oportunidad.

Una vez consumados todos los problemas y certificado que los comisarios no tenían muchas ganas de imponer sanciones durante la carrera -algo muy similar a lo de Vettel se lo castigaron a Räikkönen en el pasado GP de Rusia pero al alemán no-, empezó el juego de boxes. En Ferrari trataron de mover el manzando metiendo antes a su piloto líder para intentar sobrepasar a Bottas y Hamilton con el juego de cambios de neumáticos.

A esta idea respondió Mercedes arriesgando (y al final, perdiendo) su propio doblete, ya que hicieron entrar a Hamilton cuando no le hacía falta al final de la carrera. Con neumáticos blandos mucho más nuevos que los medios de Vettel no logró pasarle en pista, pese a intentarlo prácticamente hasta que se dio el banderazo final.

Un banderazo que trajo polémica, ya que un error informático hizo que se diera por finalizada la prueba en la vuelta 52 y no la 53, por lo que el accidente que sufrió Sergio Pérez quedó fuera del tiempo oficial. Su Racing Point acabó destrozado contra el muro, y él, con dos puntos gracias a que en la penúltima vuelta iba noveno. Sea en la 52 o en la 53, el primer puesto de Bottas y el tercero de Hamilton fue suficiente para que Mercedes consumase lo que, por probabilidad, iba a caer tarde o temprano: su sexto título mundial de constructores. La era híbrida está dominada por las flechas plateadas, lo que les ha permitido igualar un hito que sólo había logrado una estructura legendaria: sólo la Ferrari de Michael Schumacher había ganado seis títulos de constructores consecutivos, entre 1999 y 2004.

Mientras por delante Bottas se escapaba, con Hamilton y Vettel intentando perseguirle, por detrás Carlos Sainz se ganaba los planos de televisión que se le niegan sistemáticamente. Ya hay quien le llama 'Carlos el Invisible', por la inexplicable ausencia de sus actuaciones en las retransmisiones de cada Gran Premio. Ayer, al madrileño se le vio de manera momentánea cuando en el incidente de Leclerc y Verstappen se puso rueda a rueda con Hamilton, y poco más. La broma hace poca gracia al entorno del piloto de McLaren, empezando por su ilustre padre, que se quejó públicamente vía Twitter.

Se le vea o no, a Sainz no se le puede restar ni un ápice de mérito. Tras una salida memorable, otra más, se mantuvo cuarto durante buena parte de la carrera, hasta que acabó claudicando con Alex Albon merced a la superioridad del Red Bull sobre el McLaren. No así con Charles Leclerc, lo que añade más mérito a la actuación del español, al que sostuvo hasta el final. Sainz acabó quinto, de nuevo en una posición en la que no está llamado a estar. Como tampoco ser sexto en el Mundial, con 76 puntos, delante de Pierre Gasly y el citado Albon. Ellos serán sus rivales de aquí a final de año, cuando ya se confirme ese puesto como su objetivo final.

Carlos Sainz: «El coche ha ido muy bien todo el fin de semana»

El piloto de McLaren ya es sexto en el Mundial gracias al quinto puesto logrado en Suzuka. Pese a ser uno de los pilotos ninguneados por las retransmisiones televisivas (no es el único), Carlos Sainz se está granjeando el respeto de sus rivales y el apoyo de los fans. «No hay que acostumbrarse. Hoy -por ayer- íbamos muy rápido. El coche ha ido muy bien todo el fin de semana y yo he ido supercómodo con él. En cuanto me ha pedido el equipo que tirase para el segundo 'stint', porque venía Leclerc muy rápido, de repente he encontrado unos 1:33 medios que hasta yo me he quedado un poco sorprendido. Hemos conseguido que se rindiese. Al intentar cogernos ha tenido que parar», se congratuló Sainz.

«Aguantar el ritmo de Albon, el ritmo de Leclerc... es algo que en ningún otro Gran Premio habíamos conseguido, así que este es un poquito más especial», afirmó sonriente el español.