Ramón Calviño, cardiólogo del CHUAC, valora las consecuencias de este tipo de dolencia en la vida deportiva del futbolista
02 may 2019 . Actualizado a las 10:22 h.El infarto agudo de miocardio se confirma realizando un electrocardiograma y lo más importante en estos casos es tener a mano un desfibrilador y trasladar al paciente a un centro sanitario. Cuando el corazón sufre un infarto se produce un obstrucción en una arteria. Una de las consecuencias es que si no se resuelve pronto se acaba produciendo la muerte de una parte del órgano y si es un territorio grande puede tener consecuencias. La otra cosa que puede suceder es que tenga una arritmia grave y que pueda causar la muerte.
Una vez que se confirma el diagnóstico, lo indicado en la mayoría de los casos es hacer un cateterismo, comprobar si hay alguna arteria obstruida y si la hay, desatascarla practicando una angioplastia y colocando un stent. Esto es un prótesis metálica parecida a un muelle de un bolígrafo que se sitúa dentro de la arteria. Así se consigue una mayor tasa de apertura en el vaso y que se mantenga abierto con garantías. La operación no es invasiva. La mayoría de las veces se suele hacer con el paciente despierto o con un sedación ligera.
Aunque no conozco este caso en profundidad, cuando una persona sufre este tipo de dolencia, como en este caso Íker Casillas, queda en condiciones de tener una actividad física deportiva pero no de competición. Lo normal es que no se continue a nivel de competición porque tiene un grado de exigencia que no es el habitual. La actividad física es beneficiosa pero a nivel profesional es muy exigente y no se recomienda.
La recuperación en estos casos es variable porque depende de muchos factores, como por ejemplo si solo tenía esa lesión o de si aparece alguna complicación posterior. Los primeros días deberá permanecer ingresado en el hospital y vigilar si hay complicaciones. Una vez que pasan los primeros días, ya se pueden empezar fases de rehabilitación y eso ya depende mucho de cada caso.
Se conocen factores de riesgo que pueden conllevar este tipo de situación, pero hay casos en los que si no encontramos antecedentes familiares, hay pacientes en los que no existen factores de riesgo pero igualmente pueden padecer esta enfermedad.
Ramón Calviño es Cardiólogo en el Hospital de A Coruña (CHUAC)