Ahora es fácil ponerse de su lado. El asunto fue hacerlo antes de que empezara la temporada. Porque había muchas dudas. Sobre todo, desde el otro lado del Atlántico y muchos scouts europeos, con miedo a su gestión.
Porque a este lado del océano, muchos pensábamos que todo era posible. Doncic tiene un don que supera cualquier obstáculo. Se llama meter la pelota por el aro. Nada más. Y nada menos.
Y a base de eso, está cambiando estratégicamente la visión de nuestro baloncesto. El de Europa. Porque muy poco tiene que ver con lo que se practica en la NBA. Ejemplos devastadores están obligando a los yanquis a doblar la rodilla. Y como muestra, lo sucedido a Larry Brown en Torino.
Mientras, noche tras noche, Doncic elimina prejuicios. ¿Que no tenía piernas?, pues mete canastas de fundamentos. ¿Que tiraba lento?, pues cada partido va rompiendo defensores y anota la canasta decisiva. ¿Que no puede jugar cada 2 días?, pues el paso de los meses hacen que gane en solidez y fluidez. Y anotación...
El chico esloveno formado como jugador en España está metiendo en el bolsillo a los fanáticos del basket en Estados Unidos. Con nosotros, ya lo había logrado en las dos últimas temporadas. Donde hizo al Madrid más grande de lo que ya es. Seguimos para bingo. Vamos superando barreras. Un día, Europa será abrazada en USA. Y lo veremos.
Alberto Blanco es analista en el Lietuvos Rytas
