Los británicos aspiran a aparcar la irregularidad contra el combinado eslovaco
20 jun 2016 . Actualizado a las 07:49 h.No hay descanso para Inglaterra. En una Eurocopa marcada por el sufrimiento y los baches, los pross vuelven a la carga. Lo tienen todo a su favor para coronarse primeros de grupo. Un triunfo esta noche les basta. No obstante, el camino ha sido tortuoso hasta la fecha y el padecimiento ha retorcido el gesto de los más escépticos. El jarro de agua fría del empate sufrido ante Rusia en el último suspiro dio paso a la remontada ante Gales. Pero el equipo no acaba de funcionar con continuidad y pocos olvidan el mal primer tiempo firmado ante los dragones. Los chispazos y momentos eléctricos se han convertido en habituales compañeros de viaje de los apagones. Unas intermitencias que le restan sosiego a la dura cabeza de Roy Hodgson.
El seleccionador inglés no da su brazo a torcer, aunque recula disimuladamente. Las críticas por emplear a Kane, el delantero centro, para botar los córneres frente a Rusia surtieron efecto. Rooney fue el elegido para patear la pelota desde la esquina en el partido frente a Gales. Ahora falta por comprobar si Hodgson vuelve a escuchar la voz del pueblo. El seleccionador ha mostrado una fe inquebrantable en Sterling por la banda izquierda y en Kane como ariete. El debate está servido. Los aficionados claman por Sturridge y Vardy, claves en el triunfo ante Gales, para reforzar las líneas de vanguardia. Pero solo el técnico tiene capacidad de decisión.
En medio de los debates y las opiniones, Inglaterra cierra la primera fase esta noche ante una Eslovaquia que se tomó un respiro después de ganarle a Rusia. Todos hablan de Hamsik como el motor del conjunto centroeuropeo. El futbolista del Nápoles ha crecido en cotización por sus actuaciones recientes. Una victoria ante los pross revolucionaría no solo al mediapunta, sino también a todo el combinado de Jan Kozak.
El conjunto inglés ha reiterado durante el campeonato su plan para llevar la manija de los partidos. Un libro de estilo que algunos consideran antinatural. Además, las individualidades de los pross no han ofrecido una excesiva fiabilidad. Sobre todo, el portero Hart, que ha acaparado críticas por la poca solvencia con la que se ha desempeñado y, también, por los problemas que padece cada vez que toca el balón con el pie. La nueva generación de futbolistas ingleses, bajo la batuta del director Rooney, disponen hoy de una nueva ocasión para aplicarse con solvencia y continuidad. El fin último es incrementar la calma en el entorno. La exigencia es máxima para los pupilos de Roy Hodgson. Todo ello pese a que aún no han encarado el infierno de las eliminatorias a vida o muerte.
Mientras los británicos son observados con lupa en cada uno de sus movimientos, los eslovacos tratan de escurrir el bulto para sellar el pase a octavos de final de incógnito. «Tendremos que jugar lo mejor posible para obtener un buen resultado», afirmó Jan Kozak. Un buen entremés para regalarle el balón al rival o, más allá todavía, de traspasar la presión a un combinado rodeado de detractores y palmeros.