Los azules, con un futbolista menos desde el final del primer tiempo, sobreviven y se llevan una brillante victoria ante el Granada (1-0)
07 nov 2022 . Actualizado a las 18:26 h.Tuvo que ser de la forma más épica que se recuerda en el Carlos Tartiere, con un futbolista menos desde el primer tiempo, una defensa del área sobrehumana y un gol de muchos quilates de Sergi Enrich. Así volvió a ganar el Real Oviedo tras dos derrotas consecutivas en el descanso. Triunfos que pueden marcar trayectorias, debió pensar Álvaro Cervera.
Costas la tuvo y Caparrós Hernández no perdonó
En la charla previa al último entrenamiento de la semana, Álvaro Cervera dejó una frase a su plantilla mientras hablaban del balón parado que podría hacer dudar: «Vamos a cambiar alguna cosilla». Era difícil prever, claro está, que ese cambio iba a llegar en la portería. Quentin Braat -que se estrenaba en partido oficial con la camiseta carbayona- y Costas fueron las novedades en el once del Oviedo, que arrancó el encuentro sin darle ni una facilidad al Granada.
Durante los primeros diez minutos no pasó nada sobre el césped, pero poco a poco, Hugo Rama y Obeng permitían al conjunto oviedista asomarse al área del Granada. Un córner provocado por el propio delantero ghanés acabó en un remate al larguero de Costas. Ahí estuvo el 1-0. Los de Aitor Karanka intentaban avanzar con balón, pero ni los automatismos colectivos eran los más trabajados ni la coraza carbayona cedía un metro. Encima, el pivote nazarí Bodiger tenía que irse al banquillo al notar unas molestias que ya arrastraba de días atrás. Rozando el 40’, el Granada apareció con peligro en el área de Braat, pero el disparo de Jorge Molina tras una jugada por izquierda de Melendo se fue a saque de esquina.
Tan solo dos minutos después, Alonso Aceves se comió un desmarque de Callejón, el mexicano forcejeó con el delantero visitante y este se fue al suelo: Caparrós Hernández no dudó y fue raudo a mostrarle la tarjeta roja ante la sorpresa de todos los presentes. Desde el VAR no llegó la corrección, así que la expulsión ya era una realidad. En la misma falta, Callejón estrelló el balón en el poste. Los minutos finales fueron del Granada, que se aprovechó de un Oviedo todavía desubicado por la roja, aunque los de Cervera se defendieron bien. El colegiado señaló el final tras un descuento de más de seis minutos y recibió una de las pitadas más fuertes de los últimos años.
Sergi Enrich y el delirio
El partido ya era un acto de supervivencia para el Oviedo y el comienzo del segundo tiempo no hizo más que refrendarlo. Cervera sacó a Obeng, metió a Jimmy y dibujó un 5-3-1 en el que Luismi ejercía de central junto a Costas y Calvo, Lucas y Bretones eran los carrileros y Montoro, Jimmy y Rama conformaban la línea de tres centrocampistas. Y el asedio del Granada comenzó, encadenando varias posesiones largas (la posesión llegó a estar 14%-86% para los visitantes) que encerraban a los azules pero que, a la larga, no significaban un peligro real para Braat.
Enseguida, con varios despejes a nadie de la zaga azul, se comprobó que sacar del campo a Obeng -seguramente el delantero más autosuficiente del Oviedo a 6 de noviembre- no había sido la mejor opción. De hecho, rozando la hora de juego Enrich sustituyó al propio Borja Bastón. Fue a través del juego directo sobre el balear cuando los de Cervera se asomaron por primera vez al área rival, forzando un par de saques de banda que hicieron revivir al Tartiere. La grada oviedista espoleó al Oviedo y un par de carreras de Lucas Ahijado y Abel Bretones obligaron al Granada a correr para atrás.
Braat primero y Costas después, tapando un disparo del recién entrado Puertas, siguieron protegiendo el fuerte carbayón. Fue en el minuto 80 cuando el Carlos Tartiere estalló. Una jugada larga acabó con centro bombeado de Jimmy desde la banda izquierda, Sergi Enrich y Lucas se las arreglaron para hacer una pared en la esquina del área y el desenlace fue inmejorable: centro del lateral y el delantero, con un taconazo perfecto. Delirio en la grada, 1-0 y premio a la supervivencia.
El Granada lo intentó en los minutos finales, pero los centros desde lejos y los disparos también lejanos que el Oviedo les permitía no generaban ningún tipo de peligro. Sí lo hizo el centro que puso Ricard Sánchez desde la derecha, con el balón paseándose por línea de gol y Uzuni, en el segundo palo y a escasos centímetros de la red, falló incomprensiblemente. Todo el mundo en el Tartiere, al borde del infarto, respiró. No hubo tiempo para más: una victoria de las que pueden marcar una temporada.
Ficha técnica
Real Oviedo: Braat; Lucas, Costas, Dani Calvo, Alonso Aceves; Abel Bretones, Luismi, Montoro (Mangel, min 90+1), Hugo Rama; Obeng (Jimmy, min 46) y Borja Bastón (Sergi Enrich, min 59).
Granada: Raúl Fernández; Ricard Sánchez, Rubio, Víctor Díaz, Carlos Neva (Jonathan Silva, min 75); Meseguer, Bodiger (Melendo, min 22), Bryan Zaragoza (Uzuni, min 59), José Callejón (Puertas, min 59), Perea (Arezo, min 75); Jorge Molina.
Goles: 1-0 Sergi Enrich (min 80).
Árbitro: Caparrós Hernández, comité valenciano. Amonestó a los locales Montoro (min 45), Obeng (min 45+6) y Braat (min 87) a los visitantes Perea (min 17), Víctor Díaz (min 63). Expulsó por roja directa a Alonso Aceves (min 39).
Estadio: Carlos Tartiere (Oviedo). 12.577 espectadores.