Jaime, técnico interino del Oviedo: «Es un orgullo estar con el primer equipo el tiempo que sea»
AZUL CARBAYÓN
«Soy un hombre de club y para mí es una ilusión poder estar aunque sea uno, dos o quince minutos en ese vestuario», dice el entrenador ovetense
16 oct 2022 . Actualizado a las 19:28 h.Minutos después de que Vetusta y UP Langreo firmasen tablas (1-1) en un polémico encuentro por la actuación arbitral de Omar Álvarez Rodríguez, el técnico del filial Jaime Álvarez, expulsado por protestar, se enfrentó a una de las ruedas de prensa más importantes desde que es entrenador. Esta mañana, el Real Oviedo anunció el despido de Jon Pérez Bolo -y el de Tito Blanco- y nombró al propio Jaime y a Paco Fernández técnicos interinos del primer equipo oviedista. Estas fueron sus primeras palabras tras la desingación:
Entrenador interino del primer equipo tras el despido de Bolo
«Me lo comunican este domingo por la mañana, un poco antes de las 12:00. Yo fui a ver el Covadonga-Sporting B. Me llamaron y me comunicaron que podía darse esa situación y que si estaba disponible. Yo soy un hombre de club y para mí es una ilusión poder estar aunque sea uno, dos o quince minutos en ese vestuario. Toda la vida fui oviedista y es un orgullo poder entrar ahí los días que sean. En función de que cómo vayan los acontecimientos veremos. Evidentemente soy entrenador del Vetusta y mañana tendremos una toma de contacto para saber cómo quieren organizar la semana y cómo hacemos. Si por un casual llego al lunes, pues evidentemente está jodida la cosa [ríe]».
«El club quería esperar a que jugase el filial para dar la noticia, pero todo se desencadenó rápido. Mañana entreno con el filial y tendremos una toma de contacto, y ya el martes entrena el primer equipo. Es un orgullo y estoy encantado de estar con esa plantilla el tiempo que sea».
El arbitraje hacia el Vetusta
«Lucas Laso ha hecho dos faltas y en ambas toca balón, luego podemos discutir si son tarjeta. La primera puede ser juego peligroso, pero nunca puede ser tarjeta y en la segunda es un choque pierna con pierna. Luego a Mangel lo expulsa por ser capitán, solo le dijo que “joder, Omar”. Ellos se van con cero amarillas y protestas ha habido más en su lado, nosotros tres expulsiones y cuatro amarillas. Esto funciona así».
«En mi expulsión no dije nada, soy muy respetuoso con los árbitros y es la primera tarjeta amarilla que me sacan como entrenador. Es la jugada en la que Abel se marcha solo, le hacen falta y no hay amarilla. El banquillo se levantó a protestar y me sacó a mí la tarjeta. Le dije que era la primera de mi vida y que no sabía por qué, y me sacó la roja, me dijo que era el responsable de lo que pasaba en el banquillo. No sé qué pondrá en el acta».
«Me preocupa mucho el trato que están teniendo hacia nosotros. La jugada que más me mosquea de todo el partido es un saque de banda en la banda de la grada que claramente iba de ellos, lo ve el línea del lado nuestro y le dice a la línea de la grada que tranquila, que todos se pueden equivocar. Minutos después, pita el linier un saque de banda para nosotros y el árbitro le corrigió y pitó para el otro lado. No sé. Este árbitro lleva una media de dos amarillas por partido y nos vamos con tres expulsiones y cuatro amarillas, el Langreo ninguna. No es quejarse, pero el trato no me gusta. Lo que más me duele es que llegué al vestuario y tenía a cinco o seis jugadores llorando, siento frustración al ver eso, me duele. Estoy muy tranquilo por lo que pueda poner el acta»
«El tema de criterios es lo que me escama. Un jugador del Langreo nos dice que a partir del minuto 50, el árbitro le dice que “estén tranquilos, que a partir de ahora se van a preparar” porque según él lo estábamos protestando todo. Esto no lo vi nunca. Hasta esta jornada somos el equipo que más tarjetas está viendo (24 amarillas) y los que veis los partidos sabéis que no somos un equipo agresivo, que no tenemos ni picardía para hacer faltas. No merecemos tantas expulsiones, ni protestamos. El informador del comité nos dijo que no iba a hacer falta porque no era objetivo. Me duele estar expulsado cuando no he dicho absolutamente nada».
