El Real Oviedo cierra un 2018 que quedará marcado por la decepción en la clasificación
23 dic 2018 . Actualizado a las 20:04 h.Se cierra un 2018 para el Real Oviedo en el que se ha pasado de una ilusión desbordante a la situación actual, al borde de la histeria y divididos en torno a debates poco futbolísticos y muy interesados. El conjunto azul arrancó enero y febrero coqueteando con el ascenso directo y termina diciembre maldiciendo la injusticia de los resultados con un equipo que ha merecido más. Pero este juego no va de merecimientos, por desgracia.
Los números son los que son. Los de la capital han disputado 41 encuentros de Segunda División (más uno de Copa), con el balance de 14 victorias, 12 empates y 15 derrotas. Unos guarismos de zona media, sin apuros, y que han condenado a los asturianos a quedarse fuera del último playoff y ocupar la decimosegunda plaza esta temporada. La fase de ascenso no es una quimera, aunque ya se encuentra a ocho puntos de distancia.
Las expectativas creadas han sido tan altas que la figura de Juan Antonio Anquela ha estado en entredicho en las últimas semanas. La buena imagen del equipo ante el Málaga, con un plantel lleno de bajas, parece haber calmado un poco los ánimos en el seno del club. Comprobar que el vestuario arropaba por completo al andaluz, también ha servido para evitar decisiones drásticas sobre su futuro y el de su posible sustituto.
El propio presidente de la entidad, Jorge Menéndez Vallina, dejó claro el pasado martes que «Anquela seguirá aunque se pierda ante el Málaga. El fútbol es muy resultadista. El equipo no ha jugado mal y hay que tener paciencia, a ver si llegan los resultados pronto, pero la situación está tranquila». Está por ver si esas palabras termina llevándoselas el viento en los próximos días, aprovechando el parón que realiza la competición durante las fechas navideñas.