La estadísitca juega del lado de los carbayones
14 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Los datos no son más que datos y no sirve para nada utilizarlos como referencia para un partido que aún no se ha disputado, pero sí explican la manera que un equipo tiene de actuar en determinadas situaciones. El Real Oviedo de las últimas dos temporadas ha demostrado no ser lo suficientemente regular como para poder optar a los puestos de privilegio de la Segunda División, pero siempre que le ha tocado jugar dos partidos seguidos en casa, ya fuera con malas sensaciones en el ambiente o con presión creada por sus malos resultados, ha salido con buen pie. El Tartiere lo cambia todo.
En la pasada campaña hubo dos ocasiones en las que los azules tuvieron que jugar como locales en dos partidos consecutivos y el balance de puntos conseguidos a favor de los de Hierro fue de 10 de 12, venciendo a Valladolid, Elche y Rayo y empatando con el Numancia. Si a estos datos se les suma la sensación de lucha que la plantilla de este año demuestra cuando el balón empieza a rodar sólo queda ver esta oportunidad como clave para lanzar al equipo a los puestos que permiten soñar con el ascenso. A estas alturas ya nadie viene al templo azul sin jugarse nada así que ya no toca mirar al rival para pensar que hacer; ahora es el turno de demostrarles que al Carlos Tartiere se viene a sufrir y llevarse puntos.