El Córdoba se juega la categoría tras una temporada muy inestable
23 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Lo más interesante de la Segunda División es que en agosto el 90% de los equipos de la categoría busca el ascenso. Y no es un deseo imposible. La mayoría de las plantillas se confeccionan con dicho objetivo y casi todas tienen mimbres para ello. El éxito futuro depende de muchos factores, y algunos de esos equipos diseñados para llegar a junio jugándose el ascenso se encuentran con una situación límite en la que el descenso a Segunda B es una realidad.
El Córdoba 17/18 es uno de esos equipos. El club blanquiverde, tras confiar en Luis Miguel Carrión para seguir ocupando el banquillo de El Arcángel, dieron un vuelco a la plantilla buscando asentarse en la parte alta de la tabla. Pero el curso no comenzó bien. Tras tres victorias y siete derrotas en diez jornadas, Carrión era despedido y su puesto lo ocupaba Juan Merino.
El gaditano duraría menos incluso que Carrión. El Córdoba no consiguió ganar con Merino en el banquillo (tres empates y cuatro derrotas) y siete jornadas después se producía el segundo relevo en el banquillo califa. Era la jornada 17 y los blanquiverdes eran colistas de Segunda con tan solo 12 puntos.
Jorge Romero, entrenador del filial, fue el elegido para intentar sacar a flote la nave de El Arcángel. Pero los problemas siguieron presentes. El Córdoba se fue de vacaciones de Navidad tras endosarle un 5-0 al Reus y la directiva se puso manos a la obra para reforzar al equipo en el mercado de enero: diez fichajes y ocho bajas fueron el resultado final de un periodo loco. En lo deportivo la situación no mejoró y, tras una victoria y cinco derrotas en seis jornadas, Romero era despedido.
Fue entonces el turno de José Ramón Sandoval. El experimentado técnico madrileño se hizo cargo de un tren que descarrilaba hacia el abismo y en un mes ha devuelto la ilusión por su equipo al cordobesismo. Cuatro victorias consecutivas han puesto al Córdoba a cuatro puntos de la salvación, una distancia asumible en comparación a los once que había cuando llegó Sandoval.
La Segunda es muy larga y da segundas oportunidades, a veces hasta cuatro. El Oviedo de Anquela buscará este sábado frenar dicho resurgimiento.
