El centro gijonés ha gestionado tres proyectos de investigación subvencionados por el Ministerio de Educación: entrenamientos inmersivos en química industrial, gemelos digitales en mecanización y mejoras en la soldadura robotizada
22 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los ciclos formativos del sector industrial del CIFP La Laboral se están convirtiendo en el estandarte regional de la innovación. En la actualidad, este es el centro integrado de Formación Profesional asturiano con más proyectos de investigación, que se traducen en el manejo de 200.000 euros de subvención, a repartir entre los 3 diseños que ahora tienen entre manos. Sólo faltará convencer a las empresas. «Así vamos tejiendo alianzas de futuro con algunas», explica el profesor Víctor Blanco, implicado en uno de los proyectos.
Blanco, junto a los otros dos maestros responsables, Gustavo Campos y Romina Suárez, coinciden en resaltar la importancia de que el Ministerio de Educación otorgue estas ayudas a la innovación en el ámbito académico de los ciclos de Grado Medio y Superior, y que la universidad no monopolice el sector del i+D. «Estos proyectos abren la investigación a nuevas disciplinas: máquinas de control numérico, postprocesado… Y así, mientras, se amplía la oferta de formación del centro», razona Campos.
El pilar fundamental de la convocatoria y también para los docentes se fundamenta en la colaboración intercentros. Con estas ayudas, el gobierno central busca promover las sinergias entre las distintas FPs en España y así intercambiar ideas, en un proyecto que debe contar con la participación de 4 centros y, como mínimo, una empresa. Cuando la institución responsable de gestar la idea consigue convencer a los centros restantes, estos ayudarán en calidad de participantes. Por su parte, la empresa puede contribuir al desarrollo del diseño con hasta 20.000 euros más de subvención. Los tres profesores de La Laboral afirman rotundamente que el aspecto colaborativo es el que más les motiva. «Es agradable hacer tribu entre los que estamos un poco en estas dinámicas de innovación porque no es fácil, requiere ser un poco atrevido y tener ideas».
Digital twin boxes: entrenamiento inmersivo en una planta química de Repsol
En el caso de Romina Suárez, sus alumnos de química industrial y prevención de riesgos laborales han participado en el diseño de un entrenamiento inmersivo para el que han virtualizado una planta química de Repsol, reservada precisamente para que los químicos industriales puedan entrenarse y eviten accidentes. Se trata en definitiva de un gemelo digital o digital twin, una representación digital de un objeto físico, situación o proceso para crear simulaciones y las mejoras que se vayan descubriendo en estas. Sustituiría a los costosos prototipos que muchos inventos tecnológicos necesitan realizar. Además, se pueden aplicar este tipo de réplicas virtuales para todo tipo de objetos, desde edificios hasta naves espaciales, como hacen en la NASA. En este caso, el Institut Comte de Rius ha sido el centro creador de la idea, y la escuela gijonesa ha contribuido como participante.
Los de Rius dieron el primer paso en el proyecto, al virtualizar la planta química en cuestión al completo, con ayuda de cámaras 360. A partir de ahí, correspondía a cada institución desarrollar tres posibles escenarios que representasen una operación de mantenimiento. Por ejemplo, cómo actuaría un operario ante el cambio de un sensor de temperatura. Tras un importante desarrollo de software, el resultado ha sido crear un videojuego manejado a través de las gafas virtuales, permitiendo al alumnado de Gijón «jugar y ganar», como asegura su profesora, al aplicar sus conocimientos de química industrial en estas situaciones, con las que tendrán que lidiar en su futuro laboral.
Lo novedoso del proyecto, explica Suárez, estriba en distintos motivos. El primero consiste en haber creado una aplicación que mezclase tantos procesos de distintas disciplinas: riesgos laborales, química industrial, diseño de software, realidad virtual… «En Asturias por ejemplo, hay empresas dedicadas a la virtualización, pero están especializadas en cada campo, no hay aplicaciones que lo unan todo», aclara. A ello añade la innovación que supone «utilizar la realidad virtual en el campo industrial, algo apenas visto hasta ahora, ni mucho menos en la química industrial y lo educativo». «Te abre un mundo porque, ¿de qué otra manera podrías manejar los controles de una planta química en Tarragona desde Gijón?».
Digitalización de una máquina de 5 ejes para la simulación de procesos con fines académicos
Este segundo proyecto de gemelización digital sí ha corrido a cargo de La Laboral, junto a un centro formativo de Bizkaia, en Muskiz, además de la metalúrgica vasca Bolueta SAU, y el centro tecnológico IDONIAL de Gijón. El diseño supervisado por Campos, profesor de mecanizado y mantenimiento de máquinas, propuso intentar mejorar los movimientos de algunas herramientas utilizadas en mecánica, como la fresadora, que solo suelen contar con tres movimientos lineales básicos.
«Existen unas máquinas llamadas de 5 ejes que permiten orientar la herramienta de corte en cualquier dirección del espacio, lo que supone una mejora considerable, por eso nosotros quisimos aprender a utilizar esos ejes rotatorios extra», justifica el profesor. Estas máquinas se implementan más bien en el sector aeroespacial y cuentan con una barrera económica que hace de su uso algo exclusivo, ya que su precio asciende a los 200.000 euros.
Aunque en mecánica no sea muy habitual su uso, Campos vio que las comodidades de esta máquina podrían aprovecharse para, por ejemplo, fabricar algunas piezas con geometrías complejas, así que trató de pensar en la forma de trabajar con ella sin necesidad de comprarla. Por eso la conclusión derivó de nuevo en crear una réplica digital en 3D del modelo de 5 ejes que sí posee actualmente Idonial. «Así pudimos operar con ella dentro de los ordenadores de nuestras clases. Es decir, lo incluimos en el software con el que trabajamos la simulación de algunos procesos que aprendemos en el ciclo», concluye. En este caso, se trata de un proyecto ya finalizado y los alumnos involucrados ya han podido participar en ferias de innovación en las que compartieron los resultados, como la celebrada en Gijón el pasado noviembre.
Innovación metodológica en la soldadura robotizada
La idea de Blanco, profesor en el ámbito de la fabricación mecánica, ha sido la más «física» de entre tanta digitalización. Se trató de un proyecto en el que las visitas entre los centros colaboradores supusieron un gran enriquecimiento. De acuerdo con ellos, han viajado a Coruña, a Valladolid… y les han recibido en Gijón. «Esta parte de planificar viajes, apartamentos, alquileres, equipos de trabajo… es parte muy importante de estas ayudas a la innovación», explica.
La propuesta de Blanco trató de mejorar un robot ya conocido en el centro pero que tampoco poseían y aplicarle nuevos métodos para maximizar sus posibilidades de uso. En especial, de la antorcha ubicada en uno de sus extremos, empleada para soldar construcciones metálicas.
Los tres reivindican que la formación profesional «cuenta con los mismos problemas en la investigación que las universidades», y por ello conviene que se planteen estas oportunidades. «Esta simbiosis entre centros educativos de distintas autonomías, alumnos y empresas es el caldo de cultivo perfecto para que se produzca la innovación industrial y tecnológica», concluyen los tres. Bien lo saben en La Laboral.