Un nuevo factor agrava el relevo generacional de los médicos de familia en Asturias

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

Centro de Salud de la Ería, Oviedo
Centro de Salud de la Ería, Oviedo

Los residentes que terminan esta especialidad optan por la urgencia hospitalaria, que ven con menos sobrecargas y mejor organización: «Nunca había sido tan desbordante como este año»

25 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La especialidad de medicina de familia se ha llevado un doble golpe este año en Asturias. A las vacantes de las plazas MIR que han quedado sin cubrir, como también ha ocurrido a nivel nacional, se suma también la preferencia que muestran los residentes que terminan la especialidad por la urgencia hospitalaria. Este año caso, de una treintena de residentes, una veintena solicitaron trabajar en urgencias. «Todos los años hay un pequeño grupo que prefiere la urgencia hospitalaria y el resto, más o menos, trabajaban en atención primaria, pero este año el 70% prefirieron apuntarse a la bolsa de urgencias que a la de medicina de familia», señala el secretario general del Sindicato Médico de Asturias (Simpa), José Antonio Vidal.

Achaca esta situación a dos causas: la desafección por la especialidad de la medicina familiar y comunitaria, debido a sus sobrecargas y otras cuestiones organizativas y de falta de personal, y la existencia de otras salidas laborales. «Evidentemente los profesionales ya no se mueven tantísimo solo por el voluntarismo, por la vocación explotada, y se necesitan buenas condiciones laborales para tener una carrera satisfactoria. Es lógico, por eso buscan la mejor salida organizativa, que probablemente en este momento se encuentra en la medicina de urgencia», explica el secretario general del Simpa, que también menciona otras salidas laborales en la privada o en fuera de Asturias. «Buscan salidas que sean menos costosas que la de atención primaria, que languidece y que podría tener soluciones», añade.

Contratos mixtos

Precisamente esta semana desde el Simpa se ha propuesto organizar una urgencia extrahospitalaria que atraiga a nuevas generaciones de médicos de familia. «Tenemos pocos profesionales, utilicémoslos bien. Con una mejor organización, con puntos de atención muy bien dotados, situados estratégicamente para que sirvan de enlace entre la urgencia tradicional y la atención primaria, situados en lugares a los que la población pueda acceder con unas distancias razonables y recuperando la imagen del médico que está para ayudar, no del que está puesto ahí en cualquier rincón porque se necesita un medico», indica.

En su opinión, la organización de una urgencia extrahospitalaria, que mantuviera la esencia de primaria, haría atractiva la especialidad y ayudaría además a descargar las consultas de mañana de los equipos de atención primaria, permitiendo una atención de medicina de familia mucho más cercana a lo que debería ser. «Con unos servicios bien dotados, trabajando 24 horas, con profesionales a los que les guste el mundo de la urgencia de primaria, podría ser una solución bastante aceptable», indica Vidal.

Este año, en vista de la situación, se han ofrecido contratos mixtos a los residentes que concluyen su especialidad en Medicina Familiar, a cuyo «éxito» se refería este martes el consejero de Salud, Pablo Fernández, explicando que combinan la labor en las consultas con las urgencias hospitalarias. El secretario general del Simpa señala que no dejan de ser contratos en urgencias. «Como quieren urgencias, les dan urgencias para que no se vayan pero a cambio de que una parte de la jornada sea en atención primaria», indica Vidal, que recuerda que otros años se trabajaba en urgencias pero se pedía que colaborasen en primaria con alguna guardia. «Es verdad que el número de personas que se apuntaba en la bolsa de urgencias otros años era moderado, nunca había sido tan desbordante como este año», dice, insistiendo en que con la organización de una urgencia extrahospitalaria «todos hubieran salido ganando».

La especialidad sigue necesitando relevo generacional y las vacantes del MIR de este año (casi un 9% en España y un 16% en Asturias) han vuelto a evidenciar una problemática que se agravará en los próximos cinco años. El Gobierno asturiano ha pedido al Ministerio de Sanidad que evalúe la posibilidad de dar una segunda oportunidad a los médicos sin plaza adjudicada ante las 200 vacantes en medicina de familia de esta última convocatoria. El consejero de Salud explicaba también este martes que varios profesionales que han acabado su formación en medicina familiar y comunitaria «están muy interesados en ser contratados aquí» y que otros muchos han optado por los contratos en atención primaria pura.