El jefe del Laboratorio de Virología del HUCA reflexiona sobre estos dos años de pandemia: «muchos acaban de descubrir que los virus hacen más daño de lo que se creía»
28 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El laboratorio de Virología del HUCA ha sido referente a nivel regional y nacional. Una pieza fundamental desde que comenzara la pandemia en la detección del virus SARS-CoV2. Al frente del mismo está Santiago Melón (Figaredo, 1964), quien tras estudiar biología, comenzó su etapa profesional en 1988 en el laboratorio de Virología del antiguo hospital Nuestra Señora de Covadonga (hoy HUCA) trabajando con el VIH. Tras obtener el título de doctor y el de la especialidad, continuó su trayectoria en la sección de Virología. Desde entonces, desarrolla en el laboratorio técnicas de diagnóstico y caracterización de virus de importancia clínica y junto con su equipo intentan ensayar productos que impidan la replicación viral. Además, se ha implicado en la formación de muchos especialistas, realizado estancias en centros españoles y extranjeros, dirigido tesis, trabajos de investigación, publicaciones o participado en congresos, si bien en estos dos años ha adquirido relevancia pública por la gestión que ha hecho del Laboratorio de Virología del HUCA en la detección del Covid-19, un laboratorio que ha superado en estos dos años el análisis de más de un millón de pruebas PCR.
-Con la perspectiva de estos dos años de pandemia, ¿cuál es su balance de la respuesta que se dio en Asturias al virus SARS-CoV2?
-La respuesta de Asturias fue muy buena sobre todo en la primera etapa. Luego fuimos adaptándonos a cada momento y actuando según las circunstancias.
-El Laboratorio de Virología del HUCA ha sido modelo en todo este tiempo. ¿Sabía desde el principio que estaban preparados para lo que viniera o fue un autodescubrimiento?
-Fue un agradable «autodescubrimiento», como dices. Llevábamos muchos años realizando labores parecidas pero, obviamente con muchas menos muestras. Pero la capacidad y entrega de todo el personal consiguieron mantener el rendimiento tan alto de resultados.
-En su opinión y por su experiencia, ¿cuál fue el peor momento de toda la pandemia?
-Quizás la última ola por lo inesperado de su incidencia y el cansancio acumulado. Aunque noviembre de 2020 nos obligó a rediseñar de nuevo el laboratorio ante el aluvión de muestras que empezamos a asumir.
-El laboratorio del HUCA ha realizado ya más de un millón de pruebas PCR para la detección del Covid-19 ¿realmente eran necesarias tantas pruebas o se han malgastado recursos?
-No puedo decir que se malgasten muchos recursos con lo que cuestan nuestras PCR (risas). En cualquier caso, siempre hay que analizar las situaciones con una visión crítica y es posible que hubiesen sobrado algunas actuaciones. Como es posible que hayan faltado otras.
-El uso de los test de antígenos se ha generalizado en los últimos meses. ¿Han sido útiles en la lucha contra el virus? ¿Se tendría que haber permitido su uso con anterioridad?
-Me diriges (risas). Todos los tests que se hayan ensayado han podido ser útiles, pero quizás no tanto como se pensaban. En los primeros momentos de circulación del virus había que estar muy seguro de que lo que informábamos era cierto, y sobretodo lo negativo, porque un error estaba dejando gente en la calle con capacidad de transmisión. Y si de algo pecan los test de antígenos es de falta de sensibilidad. Me parece que aparecieron en un momento idóneo, cuando la infección dejó de ser tan letal.
-Tras dos años de pandemia, las restricciones han desaparecido casi del todo aunque el virus sigue circulando y se siguen produciendo contagios. ¿Está de acuerdo con que se vuelva a la normalidad prepandemia?
-Sí, pero adoptando medidas que teníamos olvidadas o que poníamos poco en práctica: lavar las manos, cubrirse al toser, ventilar, mantener distancias…
-Y las mascarillas, ¿es partidario de que se sigan utilizando en los interiores o es hora de eliminarlas?
-Llegará un momento en que se puedan eliminar, pero hay que ser consciente que cuando tenemos una infección respiratoria, como cualquier infección transmisible, tenemos que cuidarnos lógicamente, pero también evitar transmitirla al resto de nuestro allegados por responsabilidad social.
-¿Cree que el SARS-CoV2 acabará siendo un virus estacional con el que seamos capaces de convivir, como la gripe, o se logrará erradicarlo como la viruela?
-Llegará un momento que el virus no tenga personas susceptibles a quien infectar y se rompe la cadena de transmisión. Por otra parte y yendo a la pregunta. Si me parece que el virus acabará, no sé si de forma estacional o durante todo el año, en una situación parecida a otros virus respiratorios. La erradicación me parece difícil: ocurre con virus muy agresivos y poco transmisibles, ahora mismo sólo la viruela. Otro término que se utiliza es la eliminación, que no quiere decir que acabes con el virus, pero que su circulación se reduce a casos específicos. Aún así, lo veo como un virus respiratorio más.
-Entretanto siguen apareciendo nuevas variantes, combinaciones de variantes (como la delta-ómicron) o combinaciones de la misma variante (ómicron híbrida). ¿Hasta qué punto supone un riesgo para la población que el virus siga mutando?
-La evolución del virus va a favor de la adaptación del microorganismo al medio, con lo que puede ser mejor para los individuos que se infecten. Por otra parte, el virus no va a mutar eternamente, si no cambiaría a otra especie. De los posibles 10.000 cambios que podría sufrir en su genoma, sólo se constatan unos 150 de importancia, el 1,5%.
-¿Van a ser necesarias más dosis de recuerdo de las vacunas?
-Soy escéptico en cuanto eso. Todo dependerá de cuanto inmunizado éstas, de la agresividad de la infección a partir de ahora y de la presión de los hospitales…
-Para el ámbito de la virología, ¿qué enseñanzas o descubrimientos ha dejado el virus SARS-CoV-2?
-Para los que llevamos años en la Virología, la pandemia ha afianzado nuestras ideas, aunque es verdad que nos ha sorprendido la agresividad de su aparición. Por otra parte, muchos acaban de descubrir que los virus hacen más daño de lo que se creía.
-¿Hay que estar alerta ante la posibilidad de nuevas pandemias de ámbito mundial?
-Por supuesto. Y lo estamos como en esta pasada. Pero no creo que esté a la vuelta de la esquina.
-En los últimos días han ido aumentando el número de casos ¿estamos en el comienzo de una nueva ola?
-Lo veremos en un par de semanas. El hecho de que detectemos otros virus respiratorios, algo que no ocurrió con la misma frecuencia en otras etapas de la pandemia, puede impedir una alta incidencia del SARS-Cov2. Pero lo importante es que las infecciones de ahora se controlan de forma ambulatoria y no provocan la mortalidad del principio de la pandemia.