La guerra relámpago del covid, así fue la segunda ola en Oviedo, Gijón y Avilés

ASTURIAS

Las gráficas de cada ciudad muestran un comportamiento desigual en la expansión de contagios con un pico común a mediados de noviembre

28 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias sumó este lunes su quinto día consecutivo por debajo de los cien contagios diarios, apenas un respiro antes de las fiestas navideñas que muchos expertos auguran puedan ser la espoleta de una tercera oleada de la pandemia. La segunda hizo sudar sangre al Principado. Asturias llegaba a medidados de septiembre con una situación envidiable y en apenas dos semanas los contagios de dispararon, llevando al límite la capacidad asistencial del sistema sanitario y, lo peor de todo, doblando la cifra de fallecidos de la primavera: 2020 no iba a terminar sin que el coronavirus segara la vida de más de mil asturianos.

No con datos novedosos si no ya conocidos, pero con un diseño amigable que permite hacerse una idea de la evolución de la pandemia apenas con un vistazo, el Observatorio de Salud lanzó hace días su nueva herramienta de visualización (con la posibilidad de descargar los datos) para ver incidencia del coronavirus concejo a concejo, por áreas sanitarias, para los mayores de 65 años, la ocupación de camas hospitalarias y de UCI y, también, un semáforo con los niveles de riesgo de cada municipio.

La evolución de la incidencia de contagios por 100.000 habitantes a 7 días ofrece una pauta muy diferente en cada uno de los tres principales núcleos urbanos de la comunidad, Oviedo, Gijón y Avilés que, juntos, suman más de la mitad de la población de Asturias.

Así, en el caso de Gijón, la ciudad más afectada en esta segunda ola, se aprecia que la situación comienza a torcerse a finales de septiembre, el día 23, la villa salta por primera vez desde el verano a un nivel de riesgo alto que, tras una brevísimo respiro en los tres primeros días de octubre, ya no dejaría hasta el 10 de diciembre. La curva de Gijón crece en forma de pirámide truncada, la primera quincena de noviembre ocupa sus cúspide sin grandes picos pero sin llegar a rebajarse. El peor día fue 14 de noviembre, la jornada más aciaga en el Principado en todas las gráficas. De forma muy lenta comenzó a bajar a finales de mes hasta empezar a recuperar los niveles de alerta medios sólo con la llegada de diciembre.

En el caso de Oviedo, la propagación de los contagios fue distinta, con un pico mucho más agudo que alcanza la cúspide también a mediados de noviembre pero con un crecimiento rápido y un descenso igual de vertical. En la capital, la expansión de virus subió y bajó a una velocidad más elevada que en Gijón. Oviedo pasó a un nivel de alerta alto el 8 de octubre y a muy alto el 16. Tuvo una tregua de cuatro días a finales de ese mes pero la llegada de noviembre hizo que se dispararan los casos. En el pico, el día 15, el porcentaje de crecimiento semanal era de más del 125%, desde ahí empezó una bajada igual de rápida. Se habían cumplido las dos primeras semanas del cierre de la hostelería. Los niveles de alerta medios no regresaron hasta el 12 de diciembre.

También es distinta a la de las otras dos ciudades, la curva que dibuja la gráfica de Avilés. Con muchos picos y valles, la que más altibajos ha tenido a lo largo de la segunda ola y que, además, en víspera de las fiestas navideñas no ha regresado todavía a una nivel de alerta medio. Avilés ya había entrado en una nivel alto a finales de septiembre y la llegada de octubre hacía pensar que lo peor había pasado, encadenó una semana de datos a la baja pero era un espejismo. El 10 de octubre comenzó una escalada de contagios, más lenta que en Oviedo o Gijón pero ininterrumpida con un primer pico el 28 de octubre, uno algo menor el 11 de noviembre y una nueva crecida hasta el 24 de ese mes a un ritmo muy elevado, un porcentaje de crecimiento del 115%. La bajada muy más tardía que en Oviedo y Gijón y además el aterrizaje definitivo se resiste, Avilés ha permanecido en un nivel de alerta muy alto literalmente hasta anteayer, cuando por fin se rebajó a alto.

La influencia en los cierres perimetrales

Detrás de la nueva visualización está Javier Álvarez Liébana, investigador y docente en el departamento de Estadística de la Universidad de Oviedo, que recibió la llamada del director de Salud Pública, Rafael Cofiño para intentar hacer más accesible el cúmulo de datos sobre coronavirus con el que se trabaja cada día en Asturias. «Se trataba de hacer más accesible la visualización, adaptada a las administraciones, a los alcaldes de cada concejo, al final a las personas que tienen que tomar las decisiones, al igual que a los sanitarios», destacó Álvarez Liébana que añadió que «sobre todo se quería una visualización interactiva de los niveles de alerta, para tomar decisiones de forma correcta, una visualización intuitiva temporal, para ver la evolución permitiendo seleccionar la fecha, pero con un patrón geográfico también».

El matemático resaltó que la visualización ha permitido calibrar mejor algunas de las medidas adoptadas para contener los contagios. «Una vez que hicimos el mapa de concejos nos dimos cuenta de que los cierres perimetrales que se habían hecho, teníamos datos de que habían funcionado y tenía sentido aplicarlos, pero con él se vio más claro: marcando los municipios de más de 10.000 habitantes se ve que buena parte de Asturias estaba en verde y, sin embargo, la franja central estaba totalmente en rojo. Así que quizá no tenía mucho sentido adoptar medidas generales para toda Asturias cuando los focos y la incidencia con un mal resultado estaba muy focalizada», indicó Álvarez Liébana que resaltó además la importancia de tener una perspectiva temporal para evaluar la rápida expansión de la segunda ola en el Principado.