«Ni estamos trabajando en ello ni lo prevemos», ha dicho Salvador Illa sobre la petición del Principado, aunque convoca una reunión bilateral urgente para hoy
02 nov 2020 . Actualizado a las 20:45 h.Asturias pasará la noche del martes al miércoles a una situación similar a la fase 1 de la desescalada de la pasada primavera. Se limitarán las actividades económicas no esenciales y también se suspenderá la docencia presencial en la universidad, aunque se mantendrá, con estrictos controles, en el resto de niveles, desde infantil a primaria, secundaria, bachillerato o Formación Profesional. Además, el Principado pedirá al Ejecutivo central un confinamiento domiciliario de 15 días de duración, de nuevo no en el sentido más estricto del anterior estado de alarma, sino con fuertes restricciones a la movilidad y destinado a limitar los contactos. Dentro de las nuevas medidas anunciadas está también que el toque de queda comenzará a partir de las 22.00 horas.
Desde el Gobierno central, sin embargo, se descarta de momento tomar esta medida. «Ni estamos trabajando en ello ni lo prevemos», ha dicho tajantemente el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que confía en que las medidas previstas dentro del decreto del estado de alarma serán suficientes para frenar el avance de la pandemia en el país. Illa ha pedido, además, «no entrar en una especie de competición para ver quien toma la medida más dura» entre las comunidades, y considera que los últimos datos de algunas comunidades, como Cataluña o Madrid, hacen ver la efectividad de las medidas tomadas hasta el momento.
En todo caso, el Ministerio de Sanidad ha convocado a Asturias a una reunión urgente bilateral para hoy, por videoconferencia, con el fin de aclarar las razones por las que el Principado pide la aplicación de esta medida.
Compensaciones para los sectores más afectados
El presidente asturiano Adrián Barbón anunció que mantendrá un encuentro con los sectores económicos más afectados por las medidas para aprobar ayudas y compensaciones aunque recordó que siguen vigentes los ERTES por fuerza mayor. Los detalles de los sectores afectados por las nuevas restricciones se publicarán en una resolución que aprobará el Principado esta jornada, aunque se avanzó que se suspenderá la actividad minorista no esencial y también la de los grandes centros comerciales. De forma similar a la de las primeras fases de la desescalada en primavera, permanecerán abiertas farmacias, alimentación, estancos, prensa, venta de combustible, talleres o peluquerías, entre otros.
Barbón reconoció que la situación de presión hospitalaria es crítica. Según los datos dados a conocer durante la comparecencia, actualmente estarían ocupadas el 100% de las camas UCI con las que contaba la comunidad antes de que estallara la pandemia. En todo caso, dentro del plan de contigencia desplegueado desde la primavera se ha aumentado el número de recursos disponibles, las camas, pero también los respiradores. Las autoridades sanitarias señalaron que su mayor preocupación es el agotamiento y de los trabajadores sanitarios y la limitación de equipos humanos. Asturias desplegará de nuevo el hospìtal de campaña del recinto ferial de Gijón, mantendrá conversaciones con los hospitales privados para evaluar la disponibilidad de asistencia de pacientes covid y también habrá una reordenación de recursos para que entren dentro del sistema de atención a coronavirus los hospitales de Arriondas, Cangas del Narcea y Jarrio; a partir de la próxima semana.
«Podremos salir a trabajar, ir a la escuela y comprar bienes esenciales», destacó el consejero de Salud Pablo Fernández Muñiz quien destacó que la evolución de la segunda ola en Asturias es similar a la que se está constatando en otros países europeos y que, partiendo de una situación mejor que la de otros territorios del estado durante la primera ola, es necesario adoptar medidas contundentes para salvaguardar la capacidad asistencial del sistema asturiano de salud.
Barbón señaló que todas estas medidas están destinadas a defender a los «quienes combaten la pandemia en primera línea», a los trabajadores sanitarios pero también a los sectores más vulnerables de la población, especialmente a los mayores de 65 años, para evitar que el sistema colapse y puedan ser atendido en caso de enfermar.
El director general de Salud Pública, Rafael Cofiño explicó que, durante la evolución de la pandemia, Asturias ha ido proponiendo restricciones uina fase más adelantadas de la de su situación de riesgo pero se ha llegado a un punto alto y grave especialmente en los grandes núcleos urbanos, así la incidencia acumulada de la comunidad es actualmente de 421 casos por 100.000 habitantes pero en Gijón, la ciudad con peor situación, asciende a 756. Cofiño señaló que, aunque hay una «cierta estabilización» en Oviedo o Avilés, todos los grandes municipios de Asturias superan la incidencia de 150 (que según los valores del Ministerio de Salud ya suponen un riesgo muy alto) y que están especialmente preocupados por la incidencia en el colectivo concreto de mayores de 65 años. A estas cifras Barbón sumó que en las últimas jornadas los ingresos en cuidados intensivos había aumentado a razón de entre 10 y 12 al día.