Son las 40 trabajadoras del Servicio de Atención a Domicilio de Cangas del Narcea, algunas recorren hasta 2.000 kilómetros al mes para atender a más de 200 familias y acaban de recibir el primer premio Mujer Rural del municipio
15 oct 2020 . Actualizado a las 16:16 h.Son cocineras, limpiadoras, peluqueras, psicólogas, estilistas, enfermeras, vigilantes, cuidadoras, amigas, compañeras y confidentes. Algunas recorren cada mes hasta 2.000 kilómetros para acudir a los diferentes domicilios de la zona rural de Cangas de Narcea, el concejo más grande de Asturias, para atender a más de 200 familias y evitar con ello el internamiento en residencias de personas mayores dependientes que, en buena parte de las ocasiones, viven en pueblos dispersos y con pocos habitantes.
«A veces es complicado llegar, si nieva tienes que ir parte andando y hay caminos que están como están, pero siempre procuramos hacer el servicio. Muchas de las personas que atendemos no tienen hijos o los tienen fuera y pasan el día prácticamente solas, salvo algún vecino que se puedan encontrar, y la verdad es que agradecen mucho más que simplemente charles con ellos. La mayoría te hacen sentir como si estuvieras en casa», dice Katherine Fernández, auxiliar de enfermería y desde agosto del año pasado una de las 40 trabajadoras del Servicio de Atención a Domicilio (SAD) de Cangas del Narcea que hoy fueron reconocidas por el ayuntamiento con el primer premio Mujer Rural 2020 por su esencial labor en el concejo.
«Son un colectivo fundamental en el medio rural, que trabaja muy duro cada día», aseguraba recientemente la concejala de Salud Pública, Igualdad, Mujer y Derechos Sociales, Carmen López, que, junto con el alcalde de Cangas del Narcea, José Víctor Rodríguez, hacía entrega del galardón a cinco trabajadoras de este servicio municipal, en representación de todas sus compañeras.
Con este premio, el ayuntamiento quiere reconocer el trabajo de estas mujeres que, según López, «se hizo aún más visible si cabe durante la crisis sanitaria que estamos viviendo». El alcalde también ha recordado, en este sentido, la labor realizada durante el estado de alarma. «Trabajaron muy duro en la residencia de mayores Hogar San José para evitar que el virus se propagase».
«Nos resulta muy gratificante y es absolutamente vocacional», ha asegurado una de las trabajadoras, Marifé Lorido, durante la entrega del premio, «nos sentimos halagadas por este reconocimiento a nuestra labor». Las homenajeadas recibieron una figura que representa el empoderamiento de la mujer rural, en el que se puede ver el símbolo de Venus. Este reconocimiento pretende tener continuidad en el tiempo, con el objetivo de rendir homenaje cada año a las mujeres del medio rural.