La entidad ha movido la misma cantidad de comida que suele distribuir en cuatro o cinco meses
03 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La labor del Banco de Alimentos en Asturias es hoy, con la crisis de la COVID-19, más necesaria que antes, si cabe. De hecho, desde el 14 de marzo en el que se declaró el estado de alarma, la entidad ha gestionado y distribuido la misma cantidad de alimentos para personas en situación de necesidad que, en una situación normal, gestionaría en 5 meses.
María Velasco, coordinadora del Banco de Alimentos de Asturias, destaca que «desde el estado de alarma, además de con las 155 organizaciones con las que trabajamos habitualmente, muchos ayuntamientos han contactado con nosotros».
Otro aspecto de su actividad que ha cambiado es «el volumen de trabajo». Y es que, pese a que, «las primeras semanas fueron de una actividad muy mermada por los protocolos, la coordinación con Delegación de Gobierno y porque muchas de las entidades con las que colaboramos estaban cerradas entonces», ahora su labor ha repuntado de manera exponencial.
No en vano, «en estas semanas de confinamiento», han gestionado «189.000 kilos de alimentos, que es lo que distribuimos normalmente en cuatro o cinco meses». Han incorporado a su red de cobertura a «70 organizaciones y ayuntamientos». Trabajan con un «70% con producto no perecedero», si bien también con «lácteos como yogures y queso. También ha entrado de nuevo un poco de fruta».
En circunstancias normales su equipo está formado por «entre 15 y 20 personas antes y ahora mismo somos 10». Explica que, a día de hoy, le llegan «muchas solicitudes de particulares como voluntarios», si bien «de momento no es posible» emplear su ayuda por las restricciones a la movilidad y el estado de alarma.