Alcoa descartó hace un año al nuevo dueño de las fábricas en favor de Parter
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Los sindicatos dudan de la legalidad de la reventa de las plantas de A Coruña y Avilés y exigen explicaciones al Gobierno, que avaló la operación hace menos de un año
17 abr 2020 . Actualizado a las 20:05 h.A lo largo de buena parte del primer semestre del año pasado, el Ministerio de Industria conformó una comisión seguimiento en la que embarcó a los Gobiernos autónomos de Galicia y Asturias, a Alcoa y a los principales sindicatos para supervisar periódicamente los avances en la búsqueda de compradores para las fábricas de A Coruña y Avilés que la salvasen del cierre parcial. En esas reuniones fueron apareciendo nombres de inversores, pero la lista se fue cribando para dejar en ella solo a los que ofreciesen garantía de empleo y de inversiones para las dos plantas -como había acordado Alcoa con los sindicatos- durante dos años como mínimo. El proceso de selección incluía un análisis de la solvencia de los aspirantes. El grupo industrial Riesgo se cayó del concurso precisamente porque Alcoa -«que valoraba as ofertas e tomaba a última decisión»- no pudo corroborar la suya. Así lo recuerda Juan Ramón Paseiro, integrante de esa comisión de seguimiento en representación de la sección sindical de UGT en la planta gallega.
La venta de las fábricas se firmó el 31 de julio con el fondo suizo Parter, que poco más de un mes después empezó a negociar con el aspirante descartado, Riesgo, para revenderle las instalaciones (exactamente el 75 % del capital de Alu Ibérica, nuevo nombre de las fábricas que eran de Alcoa), operación que confirmaron el miércoles.
Tanto UGT como CC.OO. temen que ese traspaso pongan en peligro el acuerdo de garantía de empleo e inversiones y dudan incluso de que pueda ser legal. Así se lo han hecho saber al Ministerio de Industria, al que han solicitado una reunión con urgencia para que aclare qué ha pasado.
Paseiro entiende que cuando menos se trata de un posible fraude el hecho de que una empresa compre unas plantas y se comprometa al mantenimiento del empleo y un mes después empiece a negociar la venta. «Iso significa que as súas intencións [las de Parter] nunca foron aplicar o proxecto industrial que nos presentaron nin nada», concluye.
Miguel Conde, delegado sindical de CC.OO. en la fábrica gallega, sospecha que, a la vista de cómo se han desarrollado los acontecimientos, el grupo industrial Riesgo usó a Parter para quedarse con las plantas.
Conde recuerda también que la oferta de compra presentada el año pasado por el nuevo dueño de las instalaciones no gustó demasiado a la representación sindical porque incluía traslados de trabajadores a Holanda, en principio de forma temporal. Pero esa posibilidad, según Miguel Conde, no salió de la boca del nuevo administrador de las plantas, Luis Losada, nombrado por la nueva propiedad. El miércoles, en la reunión diaria que suelen mantener los responsables de las fábricas desde que se decretó el estado de alarma, Losada comunicó a los respectivos presidentes de los comités de empresa que Industrial Riesgo llegaba para quedarse, que mantendrían los planes de inversión comprometidos por Parter y también el empleo: 328 trabajadores en A Coruña y 286 en Avilés.
«Venimos para quedarnos»
El grupo Riesgo emitió este jueves un comunicado en el que asegura: «Venimos para quedarnos, mantendremos los puestos de trabajo y vamos a impulsar el negocio para convertirlo en la referencia industrial del aluminio en el sur de Europa. Es lo que siempre quisimos hacer y por fin vamos a hacerlo». Además, avanza que mantendrá los compromisos de empleo e inversión e incluso da cifras: 20 millones de forma inmediata, que vendrán seguidos de un plan a cinco años por un importe global previsto de unos 250 millones «que tiene por objetivo colocar a Alu Ibérica como el polo industrial líder del aluminio verde en el sur de Europa».
Retomar el aluminio primario
El grupo mantiene también los planes de Parter de retomar la fabricación de aluminio primario, que se abandonó en febrero del 2019, en principio de forma temporal, aunque condicionado a que el precio de la electricidad baje de 40 euros el megavatio hora. Esto depende de medidas que estaba tramitando el Gobierno dentro del denominado estatuto de la industria electrointensiva y del que nada se sabe todavía.
El grupo explica que «Alu Ibéria sigue teniendo un problema con el alto coste eléctrico. El proyecto incluye el compromiso de mantener las líneas de fabricación en la confianza de que se cumplan los compromisos gubernamentales de contar con costes eléctricos estables, competitivos y predecibles».
El nuevo grupo: español, con diez empresas y 75 trabajadores
Los orígenes de Riesgo, explica el grupo, están en Los Ángeles. En el 2008 arranca su división financiera, que se expande con la compra de compañías de exportación e importación, logística e industria. Hoy es un grupo español con diez empresas, 75 profesionales y una facturación global de unos 200 millones anuales. Su vehículo de inversión, System Capital Management SL, a través del cual ha adquirido el 75 % de Alu Ibérica, tiene sede en Ucrania.
La multinacional del aluminio se desvincula de la operación
La reventa de las fábricas de Alcoa parece haber cogido con el pie cambiado a todo el mundo. La multinacional del aluminio aseguró este jueves que desconocía las conversaciones entre Parter y Riesgo y que tampoco había participado en ellas. Sobre la legalidad o no de la operación, fuentes de la empresa estadounidense explicaron que no disponían de información suficiente para hacer una valoración.
El Gobierno central, por su parte, también afirmó que no estaba al tanto del cambio de manos de las fábricas, aunque sí reconoció que «el único contacto que ha mantenido la Secretaría General de Industria con Parter data de finales de febrero y en ese contacto la compañía informó de que estaba realizando gestiones con futuros socios para reforzar el capital y desarrollar futuros proyectos de inversión». La propia ministra de Industria, Reyes Maroto, eludió este jueves, a preguntas de los periodistas durante una rueda de prensa en la Moncloa, valorar si el cambio de manos le parece bien o mal o si se ajusta o no a los acuerdos alcanzados hace un año.
Mientras la Xunta no ha reaccionado aún de ningún modo a la operación, el Gobierno asturiano expresó su «total sorpresa» por ella y anunció que pedirá al Ministerio de Industria que la bloquee si se incumplen los acuerdos de mantenimiento de actividad y empleo firmados por Parter.