Cómo conseguir que tu táper del trabajo sea un festín
Recetas rápidas, originales, nutritivas y equilibradas para romper con un tópico: que la comida para llevar al trabajo es monótona
Para muchos nuestro lugar de trabajo es más que una segunda casa. Tanto que incluso comemos allí por varios motivos: cuestión de tiempo, economía o salud. Porque trabajamos lejos del hogar, porque comer fuera puede a la larga afectarnos al bolsillo o porque además algunos menús no son demasiado saludables. El problema es que comer de táper puede acabar siendo demasiado repetitivo pero con un poco de organización y de imaginación podemos romper ese tópico. Para facilitar la elaboración también puedes contar con algunos alimentos envasados como verduras y hortalizas congeladas, patatas para microondas o legumbres en conserva. Y si planificas con tiempo, con solo cocinar dos días a la semana durante dos o tres horas puedes disponer de comida para toda la semana. Cuenta con nosotros para aportarte unas cuantas ideas para romper con la monotonía de comer en el trabajo.
Una fórmula infalible
Hay una base inicial, un cimiento básico para el táper. Se trata del método del plato. Es decir, un sistema muy sencillo para conseguir comer de forma equilibrada, para nada aburrida, variada, saludable y rápida. La fórmula es la siguiente: emplea la mitad del plato para verduras y hortalizas, un tercio para un alimento proteico y el otro tercio para hidratos de carbono. Vamos paso a paso. Las verduras y hortalizas pueden ser crudas o cocinadas o como tú decidas. Puede ser una ensalada, tomates, espárragos o un salteado de verduras. A tu gusto. El alimento proteico puede ser pescado, huevos o carne o derivados de todos ellos. La combinación es casi infinita. Y los hidratos de carbono deben ser cocinados de la manera más simple. Pasta, legumbres, patatas, arroz…. Pueden ser integrales, y si eliges las patatas, mejor cocidas o salteadas con alguna especial. De postre, fruta y para beber, agua.
El resultado es una comida completa y equilibrada, que rebaja el contenido de grasa y que es fácil de llevar a cualquier lado. Te añadimos otros factores para estimularte: aporta colorido, incluye todos los nutrientes, puedes perder peso y las técnicas de cocina son muy sencillas. ¡No te tienes que comer la cabeza!
Una vez ordenado el concepto de cómo debe ser el táper y de desmontar los tópicos sobre la comida monótona, te aportamos una serie de recetas que no te puedes perder. Empezamos por las ensaladas. Te proponemos esta ensalada de alubias, nutritivas y económicas o una ensalada de garbanzos al pesto. También una ensalada de patata al pesto, o una combinación: ensalada integral de arroz y lentejas con dados de salmón, que puede ser fresco o ahumado: además es un plato saciante. Si te gusta la pasta, te ofrecemos unos espaguetis vegetales con pesto y semillas, un plato nada pesado y al que se puede agregar guacamole o pavo salteado. O esta pasta con pollo estilo toscana o unos macarrones con salsa de espinacas, muy delicioso. Si optas por la lasaña, aplica esta receta con bacalao y pimientos asados: para ahorrar tiempo puedes elaborar varias raciones y congelar el resto. Y otra más: un arroz con pulpo (en conserva).
Para los días que tengas más tiempo y puedas visitar la pescadería o la carnicería, ahí van otras recetas. Una merluza en salsa verde, un salteado de pollo y quinoa con tacos de piña, una menestra de trucha o presa ibérica con salteado de setas y trigueros. Y una idea rápida y sencilla, un sándwich de huevo con refrito de champiñones. Solo necesitas pasar bien el huevo evitando dejar la yema cruda y saltear unos champiñones. Ponlo sobre unas buenas rebanadas de pan. Que aproveche.