La propietaria del Quiosco de Juan, en Cangas del Narcea, recrea el momento en que vendió el décimo agraciado con el cuarto premio
22 dic 2018 . Actualizado a las 14:55 h.«Tenía que ser: este año me iba a pintar el morro y pinté el morro», exclama emocionada Loli Fernández, madre de la propietaria del Quiosco de Juan, en Cangas del Narcea, que no olvidará nunca este sorteo de Navidad. Con dos décimos agraciados con el cuarto y quinto premio respectivamente, esta administración de lotería no da abasto para atender las llamadas y las felicitaciones que reciben de todas partes. Con apenas cinco años en el mundillo, ya repartieron dos quintos premios y un décimo agraciado con el cuarto premio que Fátima Fernández, propietaria del quiosco, tiene grabado a fuego en su memoria. «Cierro los ojos y recuerdo a quién se lo vendí: era un número muy feo», comenta sin creérselo.
La suerte parece aliada con esta administración, aunque desde la misma señalan que tienen pensado seguir como hasta ahora. «A nosotras no nos toca nada, le toca a quien compra los décimos. Queremos seguir vendiendo como hemos ido vendiendo. Mi hija lleva dos años al frente del quiosco y ya ha repartido dos premios. Es un subidón para ella. Vendemos de máquina y la gente no se fía mucho. Les decimos que vendemos décimos así en toda España y toca. Y se ve que toca. Ojalá esto sirva para que se venda más», afirma Loli Fernández.
«No somos supersticiosos. Simplemente tenemos ilusión de que toque», señala. El número 67774 está dotado con 200.000 euros a la serie, unos 20.000 euros el décimo. La Plaza de Mario Gómez de Cangas del Narcea bulle de emoción por la buena nueva, que, al paso que va este quiosco, puede ser otra de muchas.