La reforma de la PAC haría perder 38 millones de euros a Asturias

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

Vaca y toro en Pienzu
Vaca y toro en Pienzu Guillén Pérez

El Principado defenderá el techo de ayudas de 60.000 euros por explotación para evitar que los grandes propietarios acaparen los fondos

20 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El llamado «efecto mariposa» es evidente en la economía global. Sobre las ayudas que pueda recibir un ganadero asturiano para la producción de leche tiene una influencia directa la llegada de refugiados de la Guerra de Siria o que Trump abandone el acuerdo nuclear con Irán. O el Brexit. Todos estos asuntos han tenido algún tipo de impacto en una remodelación de la manera en la que se repartirán los presupuestos europeos para el próximo periodo 2021-2027, aumentarán los fondos dedicados a defensa, acogida de refugiados y seguridad y se recortarán los de la Política Agraria Común, la PAC, que no sólo tendrá menos dinero para repartir si no que también cambiará la forma en la que lo hacía hasta ahora.

Así se desprende al menos del borrador presentado por Bruselas a los gobierno nacionales y que en Asturias ha despertado muchas suspicacias. Para el periodo vigente, la PAC de los años 2014-2020, el Principado estaba recibiendo alrededor de 325 millones del FEAGA, los pagos directos a los agricultores y que se conciben como el primer pilar de la PAC; el segundo son los FEADER, las ayudas al desarrollo rural (en muchas líneas de actuación) y que en Asturias sumaron 441 millones en los últimos 7 años. Para el primer pilar el recorte planteado en el borrador de la propuesta europea es del 5% y del 15% para el segundo. Con esos cálculos, y teniendo en cuenta que lo planteado hasta ahora por la Comisión es una propuesta que todavía debería ser negociada y acordada por los jefes de gobierno de los países miembros, las pérdidas para Asturias serían cuantiosas: unos 38 millones menos en el cómputo global, 16 millones de reducción del FEADER y 22 menos en los FEAGA.

El director general de Ganadería, Ibo Álvarez destacó que «estamos preocupados y existe incertidumbre» y señaló que la postura de Asturias ha sido consensuada entre el Gobierno del Principado, otros grupos políticos y los sindicatos y empresas agrarias. ¿Qué han pedido? En primer lugar meguar en la medida de los posible el recorte para mantener la renta de los agricultores y ganaderos, simplificar la legislación, avanzar a un modelo de producción de alimentos sostinible y respetuoso con el medio ambiente y también, y es relevante, «superar los desequilibrios entre territorios, suprimir el actual cobro por derechos históricos y generar nuevos derechos vinculados al logro de objetivos de interés público, a la actividad y el empleo. También es necesario establecer una modulación o limitación (techo) al importe de los pagos que pueda recibir una explotación»; tal y como se recoge en el documento difundido con la postura del Principado.

En revisiones anterior de la PAC ya ha había planteado poner un techo a las ayudas por explotación, es una posición tradicionalmente defendida por Asturias pero que en negociaciones anteriores fue abandonada por la Comisión. Se trata de evitar, como sucede en la actualidad, que se beneficien los grandes propietarios, con grandes latifundios acaparando la mayor parte de las ayudas, un 20% de ellos recibe en España el 80% de las ayudas. Con un límite, de 60.000 euros máximo por explotación y que Asturias considera «correcto»; «el dinero que sobraría, entre comillas, de ahí podría servir para compensar algún posible recorte», destacó Ibo Álvarez. Desde Asturias se quiere fomentar además «tener un trato diferencial para las pequeñas explotaciones que están en zonas de montaña, que tienen dificultades para producir y son las que más empleo generan y más cuidan del medioambiente».

Otra de las preocupaciones de Asturias respecto a los cambios propuestos en la PAC hasta 2027 es que se abre la posibilidad de que el recorte de fondos europeos se compense con ayudas nacionales, de manera que cada Estado podría aumentarlas en la medida de sus capacidades, y en principio, el Ejecutivo central se mostró abierto a esa posibilidad para atenuar la reducción de ayudas.

Sin embargo, desde Asturias se indicó que se rechazaba de plano esa posibilidad. para defender «una PAC fuerte, común y financiada íntegramente con el presupuesto comunitario en lo relativo a pagos directos, como corresponde a la única política común de la UE». En este sentido se apuntó que «corremos el riesgo de renacionalizar la PAC o, lo que es lo mismo, que Europa renuncie a tener y a defender un modelo agrícola propio».

«Lo que está claro es que los objetivos de la PAC tradicionales, mantener la renta de los agricultores, producir alimentos sanos, seguros y saludables siguen vigentes, pero ahora hay otros objetivos que van a pesar mucho; los medio ambientales, los relacionados con el cambio climático», señaló Álvarez.

En el documento del Principado se resalta además otras preocupaciones específicamente asturianas como «que no se hacen referencias a los pagos acoplados, imprescindibles para el mantenimiento de sectores vulnerables, como la ganadería, que se desarrolla en territorios con limitaciones naturales, como es el caso de nuestra comunidad autónoma» y que «no se concretan ni proponen medidas que incentiven el relevo generacional».

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