Nuevos contratos, adjudicaciones y cambios de vía demorarán la apertura de los túneles. «La única manera de amortizar el coste es que sirva para mercancías», señala Marcos del Balbín
04 abr 2017 . Actualizado a las 07:06 h.En el momento de la puesta de la primera dovela de la variante de Pajares, en el año 2004, el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos (que acudió a esa inauguración acompañado del otro ministro asturiano del Ejecutivo de Aznar, Rodrigo Rato) estimaba que la apertura de los túneles llegaría en el año 2009. Desde esa fecha han pasado los gobiernos, España ganó un mundial de fútbol y dos eurocopas, estalló una gravísima burbuja inmobiliaria y el uso de internet móvil se generalizó en el común de los ciudadanos del país, pero la obra sigue sin estar terminada. Aún el pasado mes de diciembre el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna se resistió a fijar una fecha anterior a 2019 para la primera circulación de los trenes. El acuerdo entre PP y Foro para aprobar los presupuestos, que contempla un cambio de vía (de ancho ibérico a internacional) retrasará necesariamente la puesta en funcionamiento de la variante al menos hasta la próxima década, los cálculos más optimistas son para el año 2020 o el 2022.
El secretario del Colegio de Arquitectos, Marcos de Balbín destacó que «en su momento la vía podría estar abierta en 2018, pero los problemas que tuvieron en la ladera de Campomanes, que se desplazaba, hicieron que se considerara un horizonte razonable 2019. Ahora, con estos nuevos cambios, se desplazará al menos hasta 2020 o 2021». ¿Por qué? En parte por obras que no están siquiera en Asturias, el tramo de León la Robla «no está licitado, y el proyecto estaba pensado para ancho ibérico, habrá que licitarlo de otra forma». En el anterior proyecto era allí donde se realizaba el cambio de vía de ancho internacional al ibérico, un cambio que «ahora se hará igual pero en Pola de Lena». Además hay parte de la vía ya desplegada en los túneles que tendrá que ser retirada para desplegar el otro modelo.
Para el diputado socialista Antonio Trevín, este cambio supondrá que «nos metemos en un año indefinido de la siguiente década que, en mi opinión, no será antes de 2022». A su juicio este retraso se prolongará a esta esa fecha porque «si hay que hacer cambios como los que se están planteando, en menos de 5 años es imposible». En este sentido, Trevín destacó la modificación de vías afectará de manera crucial al contrato vigente con Dragados, y será preciso firmar otro nuevo; del mismo modo, «habrá que hacer nuevos proyectos, y también hacer la adjudicación». A todo ello añadió que, en el mejor de los casos, y aún apurando al máximo la consecución de las obras, «una cosa es la terminación y otra la puesta en circulación de pasajeros, que exigen varios meses o un año, y es más en el caso de unos túneles que son de los más largos del mundo». El diputado insistió en que «si se llevan a cabo estos cambios no veo posibilidad de que se pueda hacer el trayecto como viajeros de Asturias a Madrid hasta el 2022».
La vertical de Rotterdam
Pero el cambio de vía no afecta sólo a la tardanza en la llegada de pasajeros, sino al mismo hecho de que el tren vaya a utilizarse sólo para personas y no para mercancías. La presidenta de Foro, Cristina Coto, afirmó este lunes que el tráfico de mercancías no se verá afectado porque podría continuar por la vía actual de Pajares, liberada de la circulación de pasajeros. Sin embargo, para Marcos del Balbín, esta solución significaría que los productos irían por un trazado «más largo, más lento» y que además exigiría inversiones para la mejora de una vía decimonónica.
«La única manera de amortizar el coste de la variante de Pajares es que sirva también para las mercancías, sólo con los pasajeros no será suficiente», destacó el arquitecto quien señaló que la obra estaba pensada para fomentar el valor «de los puertos de Avilés y Gijón que tienen un potencial de crecimiento enorme si se conecta con el Eje Atlántico». Según De Balbín, ahora mismo el único puerto del norte que está conectado con la alta velocidad es el de Bilbao, «pero El Musel está en la vertical de Rotterdam» y conectado hacia la meseta tiene la ventaja de un día frente al muelle vasco.
«El AVE por sí solo puede ser un problema o una solución», detalló el arquitecto quien resaltó que la llegada del tren de alta velocidad «descalzó la economía de servicios en Zaragoza» por ponerla a una distancia muy corta de Madrid. En el caso de Asturias, resulta crucial a su jucio, la reordenación de las comunicaciones en el área central de la comunidad «porque si no lo resolvemos nos podemos cargar la economía regional». «Podemos ganar unos minutos para los pasajeros y perder toda la versatilidad que nos daban las mercancías».