«Decile a tu papá que deje de ensuciarme porque el que va a terminar preso es él»
ASTURIAS
Fuentes de la investigación afirman que existe un video donde se ve a un cuarto implicado en el asesinato del empresario. Salen a la luz audios de las amenazas del yerno
28 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La investigación del asesinato en Argentina del empresario español de origen asturiano Roberto Fernández Montes sigue adelante. Poco a poco se añaden nuevas pruebas, en esta ocasión en forma de audios en los que Santiago Corona, presunto cerebro del crimen, amenaza indirectamente al empresario a través de su hija pequeña. «Decile a tu papá que deje de ensuciarme porque el que va a terminar preso es él, voy a llevar todo a la Justicia. Que no se meta conmigo», dijo el yerno en una nota de voz enviada a su cuñada Giselle. «Tranquila, este es un estúpido, no puede matar a nadie», recibió la joven como respuesta por parte del asesinado ante las amenazas. Por su parte, Matías Morla, abogado de la familia, lo tiene claro: «Si Giselle estuviese en la casa también la asesinaban».
«Creo que la mecánica del crimen es que el autor, el yerno, quería borrar pruebas y evitar una causa penal porque había estafado al empresario. Se valió del mecánico, que era su socio, su mejor amigo, su compinche, y contrataron la mano de obra asesina del carnicero», es la hipótesis del abogado de las hijas de Fernández Montes. Para dilucidar si existen más implicados, la investigación pide ahora que se revisen las cámaras de seguridad de los peajes por los que habrían pasado los supuestos asesinos antes de abandonar el cuerpo sin vida de Fernández Montes en un descampado ya que, según fuentes del caso, existiría un vídeo que muestra a un tercer hombre en acción, de identidad desconocida. Este cuarto implicado se sumaría a los detenidos Santiago Corona -el yerno-, el exempleado Ricardo Arce y Pedro Ramón Fernández Torres, el carnicero de origen paraguayo que presuntamente fue contratado por Arce como sicario y que se encuentra actualmente prófugo.
El yerno conocía bien el edificio
Corona y Fernández Montes convivieron varios años en el apartamento que terminó siendo la escena del crimen y por ello el yerno conocía el funcionamiento del edificio y la localización de los útiles de los que dispuso para limpiar la sangre y trasladar el cadáver. Su conocimiento exhaustivo del bloque llegaba hasta el punto de saber que desde hacía tiempo las cámaras de seguridad no funcionaban, motivo por el cual se movió impunemente al trasladar el cadáver sin sospechar que todo estaba quedando registrado. Corona desconocía que habían sido reparadas el mes pasado. Otra de las cuestiones que tenía controladas eran los horarios del conserje de la finca, que era conocedor de las disputas entre Corona y Fernández Montes. Según la información de la que disponía pensaba que esos días se encontraba de vacaciones fuera de la ciudad, pero se equivocaba: pudo verle en tres jornadas diferentes merodeando por allí.
Descartan que Corona se deshiciese del cuerpo
Las investigaciones han descartado que Corona fuese uno de los hombres que se deshizo del cuerpo, debido a la llegada a su casa a las 14.30 horas, solamente 40 minutos después de que las cámaras de seguridad del edificio donde vivía su suegro registrasen como extraían el cuerpo envuelto en una sábana ensangrentada. Por otro lado, las declaraciones de su esposa e hija mayor de la víctima, Natalia Fernández, le han incriminado todavía más. Al parecer lo primero que hizo al llegar a casa fue quitarse la ropa y meterla en la lavadora, además de quitarse los zapatos y tirarlos a la basura. Este comportamiento «extrañó mucho a la mujer», según declaró un policía argentino a Telam. Estas declaraciones han permitido la recuperación de las prendas -con excepción del calzado- de las que esperan obtener algún tipo de evidencia una vez sean sometidas a análisis.