Las dietas del SOMA y las certificaciones falsas en la construcción del geriátrico de Felechosa son las dos direcciones a las que apunta la Fiscalía
30 may 2017 . Actualizado a las 19:19 h.Las fuentes que nutrieron la fortuna de José Ángel Fernández Villa van haciéndose cada vez más líquidas. La Fiscalía Anticorrupción apunta en la querella que está preparando contra el histórico líder sindical en dos direcciones: las dietas del SOMA y las certificaciones falsas en la construcción de la lujosa residencla de mayores del Montepío de la Minería en Felechosa. Eran dos evidencias que la Fiscalía convertirá en los cimientos de sus acciones legales, que lleva investigando desde hace dos años.
Villa ocultó a Hacienda 1,4 millones de euros y los regularizó en la amnistía que el Gobierno anunció en 2012. Las obras del geriátrico duraron tres años, desde 2009 a 2012 y en ella trabajó como gerente el hijo de Villa, Rolando Fernández. Las obras pasaron de un coste de 27 millones a cerca de 31 millones. Al frente del Montepío estaba José Antonio Postigo. Una de sus hijas regularizó más de 300.000 euros ante Hacienda.
La construcción corrió a cargo de la empresa Alcedos de los Caballeros, un empresario cercano a Postigo. La empresa tenía en 2008 una plantilla media de 4,4 trabajadores y presentó en ese ejercicio un patrimonio neto negativo de 6.006 euros mientras que en los tres años posteriores, según datos del Registro Mercantil, sumó beneficios por 9,1 millones de euros que ya en 2013 se redujeron hasta los 196.000 euros.
El geriátrico de Felechosa supuso una inversión de 31 millones de euros y fue ejecutado por el Montepío que presidió hasta junio de 2014 Postigo, que había sido un estrecho colaborador de Villa en el SOMA UGT y que también se acogió en 2012 a la amnistía fiscal para regularizar fondos por importe de entre 300.000 y 400.000 euros.
Además, Hunosa reveló que el exsecretario general del SOMA recibió entre 1989 y 2001 un total de 243.462 euros mediante talones nominativos en concepto de las dietas de asistencia de las reuniones del comité intercentros. Villa percibió las dietas de los miembros del SOMA en el comité intercentros de Hunosa mediante talón nominativo desde 1978 sin que hubiera constancia de que estos fondos fueran luego ingresados en la cuenta del sindicato.
Este sistema de pagos se cambió en 2001 de forma que los talones pasaron a expedirse a nombre de los sindicatos lo que determinó que el SOMA UGT percibiera entre ese año y el 2012 un total de 297.594 euros por este concepto, que fue suprimido ese año.