El secretario general de CCOO afirma que la región evoluciona peor que el conjunto del país
18 ago 2016 . Actualizado a las 14:21 h.La desaceleración económica esta siendo más notoria en Asturias, donde el PIB ha bajado en lo que va de este año su ritmo de avance desde el 3,3 por ciento interanual del primer trimestre al al 2,9 por ciento del segundo, cuando la economía española había pasado del 3,4 al 3,2 por ciento, según las previsiones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, citada por CCOO. Así lo ha explicado el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Antonio Pino, durante la presentación del balance del mercado laboral en la región correspondiente al pasado año y las previsiones para el que esta en curso, según el cual la economía asturiana «evoluciona peor que la del conjunto de España».
Durante 2015, Asturias perdió 9.200 habitantes, lo que eleva a 36.500 la caída de población en los últimos seis años, de las cuales 7.100 han sido por fallecimientos. La población activa se redujo en 2015 «con más intensidad que nunca», un 2,5 por ciento y aunque la tasa de actividad se recortó nueve décimas el pasado año, los datos del 2006 muestran un repunte, sigue siendo la más baja de España.
La contratación ha aumentado un 11,4 por ciento en 2005 y en el primer semestre del 2006 acumula un crecimiento del 6 por ciento respecto al mismo periodo, pero la mayoría de los contratos son «precarios y temporales».
CCOO «demanda un mayor control de la contratación, ya que muchas empresas recurren a las modalidades contractuales más precarias de forma abusiva y fraudulenta, al utilizar contratos temporales y a tiempo parcial para cubrir puestos estructurales con jornadas mas largas que las declaradas».
Pino ha destacado además que la conflictividad laboral continúa en niveles elevados, se han recrudecido los accidentes de trabajo con baja aunque bajaron los graves y mortales y ha aumentado la brecha salarial. En ese sentido, ha puntualizado que la franja de salarios más altos han aumentado, pero la de los más bajos ha disminuido, lo que «atenta contra el crecimiento económico porque frena el consumo».