Iris Arnaiz, exjugadora del Dépor voluntaria en Algemesí: «Se necesitan no sé cuántas manos, es increíble»

ACTUALIDAD

Antía S. Aguado

La futbolista, ahora en el Sevilla, se marchó a Valencia para ayudar a los afectados por la dana nada más terminar su partido ante el Madrid CFF: «Volveré en el parón por selecciones»

11 nov 2024 . Actualizado a las 08:12 h.

Ni 24 horas separan el partido que disputó el Sevilla en la capital ante el Madrid CFF y el trabajo sobre el barro de Algemesí. Iris Arnaiz (Gijón, 1994), jugadora del club andaluz y ex del Dépor Abanca, no dudó en exprimir al máximo el día libre que le concedió el club. Nada más terminar el encuentro se subió a una furgoneta con unos amigos con destino a Valencia. Cargados con material humanitario, un problema con los frenos les obligó a detenerse y a buscar un plan b para llegar. «Hemos venido aquí para ayudar y, al final, nos ayudaron ellos a nosotros. Lo importante es que llegamos, que pudimos entregar lo que teníamos y que, ahora, estamos ayudando a la gente de la calle, que son los que más lo necesita», comenta Arnaiz.

La jugadora acaba de salir del centro médico. El lodo le cubre de rodilla para abajo y ensucia partes de su camiseta. Ha tenido que recibir ayuda porque se le ha metido barro en uno de sus ojos. Aún así, no para y sigue en faena. Quería aprovechar todo lo posible las horas que le quedaban en la Comunidad Valenciana. «Me tengo que ir a la una y media porque mi tren sale de Madrid a las ocho. Mañana [por hoy] tengo que trabajar», dice.

Desde primera hora de la mañana está con pala en mano. «Esto es espectacular. Se necesitan no sé cuántas manos, es increíble. Hemos limpiado una calle junto a los bomberos y, ahora, estamos ayudando a quitar agua en los locales y bajos de la zona. Hay barro y cuesta muchísimo caminar. Tenemos la marca de agua hasta las rodillas. Hacemos lo que nos pidan», comenta Arnaiz.

Ha sido un viaje exprés pero muy intenso. Y la asturiana tiene claro que este no será el último. Porque la ayuda a los afectados por la dana no termina ni hoy, ni mañana, ni pasado. Será una tarea ardua y larga. «En el parón por selecciones tengo pensado volver de nuevo a Valencia para seguir colaborando. No sé si de esta manera. De aquí a allá imagino que esto estará mucho mejor. Pero ayudaré de la manera que sea: traer muebles o lo que necesite la gente que nos pide por la calle», comenta antes de seguir trabajando. En diciembre volverá. Y, al igual que miles de voluntarios, seguirá dejándose la piel por los vecinos valencianos.