Junts abre en Calella el congreso que devuelve todo el poder a Puigdemont
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El líder del 1-O recuperará la presidencia y renovará la cúpula con sus dirigentes afines
26 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La antigua fábrica textil Llobet-Guri de Calella (Barcelona) es el escenario escogido por Junts para encumbrar de nuevo al expresidente de la Generalitat fugado en Waterloo, que hace apenas unos meses, en campaña electoral, aseguró que dejaría la política activa si no era investido. Lejos de eso, el congreso extraordinario del partido servirá para reforzar a su líder —que nunca dejó de serlo—, tras año y medio de presidencia de Laura Borràs, y para adaptar la estrategia de los independentistas al nuevo escenario político abierto en Cataluña, tras la investidura de un presidente socialista, y en el Congreso de los Diputados, donde sus siete representantes siguen condicionando el devenir de la legislatura.
El expresidente catalán ha diseñado una dirección a su medida, en la que ganarán peso figuras como Antoni Castellà, líder de Demòcrates (la escisión independentista de la UDC de Duran Lleida), y Míriam Nogueras, la portavoz en el Congreso, que ocuparán con casi toda seguridad dos de las cuatro vicepresidencias.
Además, Calella alumbrará nuevos liderazgos, como el de la joven portavoz en el Parlamento autonómico, Mònica Sales, que ha ido ganando peso en los últimos tiempos, y que asumirá otra de las vicepresidencias. La cuarta sería, si se confirman las quinielas, para el actual portavoz del partido, Josep Rius.
La nueva ejecutiva incorporará perfiles próximos a Jordi Turull, quien seguirá al frente de la secretaría general, así como a dirigentes considerados del sector pragmático del partido, como los exconsejeros Victòria Alsina y Jaume Giró, y representantes del colectivo Acció per la República, del ala dura, hasta ahora afines a Borràs. La exdirigente de la JNC Judith Toronjo ocupará la secretaría de organización, en sustitución del borrasista David Torrents, mientras que la diputada en el Congreso Pilar Calvo presidirá el consejo nacional.
Las primeras horas del cónclave sirvieron para hacer balance del trabajo hecho. En su discurso de despedida, la todavía presidenta, Laura Borràs, que pasará a ocupar la FunDem, el nuevo foro de pensamiento de los posconvergentes, reafirmó el liderazgo de Puigdemont, «la figura que define y cohesiona Junts». Borràs, que nunca quiso «sustituir al presidente en nada ni por nada», señaló que entró en política por su petición: «Después, he hecho todas las renuncias necesarias para estar allí donde me ha pedido que fuera». También dijo que había recuperado la «libertad» dejando sus funciones al frente de la formación.
Los delegados de Junts debatirán y votarán en Calella hasta 354 enmiendas propuestas por la militancia. La mayoría se centran en cuestiones internas, de organización del partido y de cómo se escoge a la dirección. Otras 84 se refieren a la estrategia, y 57, a la ponencia ideológica. Los textos más delicados se refieren a las listas abiertas para los cargos del partido, sobre si se permite la doble afiliación y sobre el requisito de sumar seis meses de militancia para optar a un cargo.
Borràs pide la amnistía
La defensa de Laura Borràs ha pedido al Tribunal Supremo que le aplique la ley de amnistía, en el recurso de casación interpuesto contra su condena de cuatro años y medio de cárcel, y trece de inhabilitación por fraccionar contratos y adjudicarlos a dedo a un amigo cuando dirigía la Institución de las Letras Catalanas. La Fiscalía no incluyó la condena de Borràs dentro de las causas susceptibles de acogerse a la medida de gracia, al estimar que no estaba relacionada con el procés. Sin embargo, la dirigente nacionalista ha recurrido con la idea de poder llevar su caso ante la Justicia europea.