Israel amplía a Yemen su ofensiva tras matar en el Líbano a 20 jefes de Hezbolá

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Imagen de un suburbio de Beirut bombardeado por Israel
Imagen de un suburbio de Beirut bombardeado por Israel XINHUA vía Europa Press | EUROPAPRESS

Irán insiste en que todas las posibilidades están abiertas, incluso la de la guerra

30 sep 2024 . Actualizado a las 08:08 h.

Conmocionado por los incesantes bombardeos israelíes, el Líbano afronta un momento peligroso que podría derivar en una guerra en la que se involucre Irán. Ayer, el Ejército de Benjamin Netanyahu afirmó haber atacado decenas de objetivos de Hezbolá en Beirut, un día después de la ofensiva cerca de la capital libanesa que mató a más de 30 personas y de la acometida el viernes, cuando asesinó a Hasán Nasralá, el líder de la milicia chií, junto a más de veinte jefes del grupo. Este domingo amplió al Yemen su ofensiva lanzando un intenso bombardeo sobre las ciudades de Hodeida y Bas Isa controladas por hutíes. Al menos 24 personas resultaron muertas por las bombas lanzadas desde decenas de aviones de combate.

La gran ofensiva en el Yemen afectó a centrales eléctricas y al puerto de Hodeida, en el mar Rojo. Israel justificó que el régimen hutí introduce por ahí armamento iraní y petróleo. El día anterior, las Fuerzas Armadas hebreas interceptaron un misil lanzado desde Yemen y que, según los hutíes, estaba preparado para estallar cuando Netanyahu llegase al país desde Nueva York.

Ayer se dieron a conocer otros dirigentes de Hezbolá asesinados en Beirut con Nasralá: Ibrahim Hussein Jazini, director de seguridad; Samir Tawfiq Dib, asesor; y Abed al-Amir Muhammad Sablini, jefe de captación de fuerzas, según un comunicado castrense. También el comandante iraní Abbas Nilforoushan. Asimismo, Ali Karaki, miembro del consejo de la yihad y comandante del frente sur de la organización, fue asesinado en Dahiyeh, en los suburbios de Beirut después de haber escapado a otro intento el lunes pasado. Con su muerte, la cúpula militar de la milicia libanesa ha quedado casi aniquilada por completo.

El sábado fue eliminado en un ataque aéreo Nabil Kaouk, subdirector del consejo central de Hezbolá. Es el séptimo líder de alto rango asesinado desde el 20 de septiembre. Además, ayer otra  acción en el valle de Bekaa acabó con Mohammda Dahrouj, una figura importante del grupo suní Yemaa Islamiya.

Invasión terrestre

En el día 359 de la guerra, funcionarios estadounidenses aludieron al inicio de «movimientos fronterizos a pequeña escala» hacia el Líbano, recoge el diario Haaretz, que informa de que las tropas israelíes lanzaron ataques aéreos en las fronteras entre Siria, Irak y el Líbano. En Gaza bombardearon una escuela.

Mientras el Ejército libanés hizo un llamamiento a la «unidad nacional» frente a la estrategia de Israel de «sembrar la división entre los libaneses», Irán, a través de su ministro de Exteriores, insistía en que el crimen del general Nilforoushan «no quedará sin respuesta». Abbas Araghchi advirtió de que «todas las posibilidades están abiertas», incluso la de la guerra. Y pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. A última hora se anunció que el primer ministro ruso visitará Teherán este lunes para reunirse con el presidente Masud Pezeshkian.

Sin embargo, el primer ministro libanés, Nayib Mikati, pidió un alto el fuego y aseveró que «no hay más opción que la diplomacia» como solución, después de que los ataques israelíes dejaran más de 1.600 muertos en apenas quince días, incluido el de Hasán Nasralá, cuyo funeral se oficiará este lunes, y más de un millón de desplazados. Solo en el sur, en Ain Deleb, perecieron ayer 24 personas, según el Ministerio de Salud del país.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, aseguró que no se sabe qué respuesta dará Irán al asesinato de Nasralá, pero su país está preparado para aumentar sus tropas en Oriente Medio, señaló el secretario de Defensa, Austin, quien añadió que reforzarán «las capacidades de apoyo aéreo defensivo» en los próximos días.

Ministros europeos piden un alto el fuego inmediato y una solución diplomática 

Mientras las autoridades argelinas y tunecinas anunciaron el inicio de operaciones para repatriar a sus nacionales del Líbano, país que se encuentra bajo una intensa campaña de bombardeos israelíes desde hace una semana, los ministros de Asuntos Exteriores europeos intensificaron los llamamientos a un alto el fuego entre Israel y Hezbolá, en medio de la preocupación de que el asesinato de Hasán Nasralá por las tropas hebreas desestabilice gravemente la región.

Los titulares de Exteriores de Francia, Alemania y el Reino Unido expresaron su alarma por la última escalada. Israel debe «cesar inmediatamente sus ataques en el Líbano», afirmó el ministro francés Jean-Noël Barrot, quien añadió que su país se opone a toda operación terrestre israelí en el país de los cedros. El británico David Lammy escribió en X que había hablado con el primer ministro libanés, Nayib Mikati. «Acordamos la necesidad de un alto el fuego inmediato para poner fin al derramamiento de sangre. Una solución diplomática es la única manera de restablecer la seguridad y la estabilidad», escribió Lammy. Su homóloga alemana, Annalena Baerbock, valoró que el asesinato de Nasralá «amenaza con desestabilizar a todo el Líbano», lo que «no favorece en absoluto la seguridad de Israel».