Más del 45 % de los jóvenes sufren malestar emocional pero pocos acuden a profesionales

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Según un estudio del Observatorio Social de la Fundación ?la Caixa?, solo un tercio piden ayuda y, de estos, únicamente el 25,9 % se dirigen a especialistas

21 ago 2024 . Actualizado a las 17:07 h.

El malestar emocional es una epidemia y no siempre se sabe cómo tomar el mejor camino para afrontar el problema. El estudio del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa” ¿Dónde y cómo buscan ayuda los jóvenes cuando tienen malestar emocional?, liderado por investigadores del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Clínico San Carlos y de la Fundación Manantial, concluye que el 45,8 % de los jóvenes de entre 16 y 32 años aseguran padecer malestar emocional. De ellos, el solo 29,8 % deciden pedir ayuda cuando se sienten mal. El 56,8 % optan por los amigos, familiares y conocidos, y solo el 25,9 % piden ayuda a profesionales de la salud. El 16,4 % restante deciden buscar amparo por internet o en las redes sociales.

Pero pedir apoyo, ya sea a amigos, familiares o profesionales (29,8 %), no es la primera opción. El 36,6 % aseguran que optan por aislarse. Buscar soluciones en internet (16,1 %), restringir la alimentación o darse atracones (14 %), y rezar (7,3 %) están entre los recursos más frecuentes.

Estas son algunas de las principales conclusiones del artículo liderado por los investigadores David Fraguas, del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC, CIBERSAM, UCM, Fundación Manantial), y Antonio Perdigón, Octavio Finol, Diana Torres, Vanesa López y Sara Toledano, de la Fundación Manantial (oenegé especializada en la atención social a la salud mental).El objetivo era analizar dónde y cómo buscan ayuda los jóvenes que sufren malestar emocional, entendido como una experiencia subjetiva de sufrimiento o desazón psíquica, tal y como definen los propios autores del estudio. Para ello, un total de 4.008 personas respondieron a un cuestionario en línea; de ellas, 2.013 tenían edades comprendidas entre los 16 y los 32 años, y las 1.995 restantes eran personas de entre 33 y 48 años. Por género, 2.008 participantes eran hombres y 2.000 mujeres, residentes de todas las comunidades autónomas.

«De entre los factores que contribuyen a explicar que solo el 26 % de los jóvenes acuden a profesionales cuando sienten malestar emocional, destaco tres aspectos: el primero, las dificultades de acceso a la ayuda profesional, el cual no es rápido y no es fácil conocer las opciones disponibles ni el medio de acceso a ellas. El segundo, la limitada capacidad de seguimiento de la atención profesional: puede darse una duración escasa de cada consulta o el seguimiento puede ser de baja frecuencia durante las citas. El tercero es la percepción de que la ayuda profesional no será útil. En algunos casos, esta percepción se ajustará a la capacidad de ayuda de la atención profesional, pues no todo malestar emocional es subsidiario de atención por parte de un profesional de la salud mental», asegura David Fraguas.

En el estudio del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa” se analizan las vías a través de las cuales buscan ayudan, y se concluye que el formato presencial es el preferido, especialmente el contacto con amigos (76,9 %), seguido del acercamiento a familiares (60,5 %).

El artículo también revela que más del 80 % de los jóvenes que buscan ayuda en los profesionales de la salud lo hacen de forma presencial, mientras que el 30 % lo hacen de manera telemática.

Lo que más valoran los jóvenes es que los escuchen (73,6 %), seguido de que les den consejos (49,8 %), que les dediquen tiempo (41 %), que les ayuden a entender por qué se sienten así (32 %), que les ofrezcan consuelo (22,8 %) y hacer un seguimiento a medio o largo plazo (19,4 %).

«Ser escuchados, en toda la amplitud de esta expresión, es una de las demandas que más encontramos en la población joven. Cuando buscan ayuda, persiguen sobre todo ser orientados y entender qué les ocurre cuando tienen malestar emocional. Creemos que este es un aspecto muy importante para pensar en posibilidades de ayuda tanto desde el ámbito profesional como desde el ámbito familiar o educativo. Las personas jóvenes necesitan tiempo y espacios en todos estos ámbitos para expresar su malestar, entenderlo y afrontarlo», indica la investigadora Sara Toledano.

 Respecto a los factores que facilitan la petición de ayuda profesional en momentos de malestar emocional, los jóvenes valoran principalmente que sea asequible, seguido de que la oferta se adapte a las necesidades, que la solicitud de ayuda sea sencilla y de rápido acceso, que los horarios sean flexibles y amplios y que se garantice el anonimato.

 Los investigadores de este artículo también llevaron a cabo un análisis para detectar las variables que guardan relación con la decisión de pedir o no ayuda, y entre las conclusiones destaca que es más frecuente que se lleve a cabo entre las mujeres que entre los hombres (un 50 % más). También se incluye el hecho de vivir en una ciudad de más de 500.000 habitantes (un 30 % más frecuente que vivir en una población más pequeña), así como mantener contacto habitual con familiares y amigos (un 40 % más frecuente).

Principales causas del malestar emocional

Los jóvenes atribuyeron el malestar emocional a factores o circunstancias como las preocupaciones cotidianas (69 %), los problemas relacionados con el trabajo o los estudios (46 %), las discusiones (44 %), el sentimiento de soledad (35 %), los problemas económicos (32 %), la insatisfacción con la imagen personal (30 %), la muerte de un ser querido (25 %) y la separación de la pareja (16 %).

 «Las preocupaciones cotidianas que generan malestar emocional en jóvenes no forman un grupo homogéneo, sino que incluyen cuestiones tan distintas como la inquietud por el cambio climático, la desazón por la guerra en países lejanos o en el propio país, el temor (más o menos justificado) a perder el trabajo o a no encontrarlo, la ausencia de una vida social plena, los sentimientos de soledad o los problemas familiares, entre muchos otros. La heterogeneidad de los motivos de preocupación, y el hecho de que muchos de estos motivos estén basados en situaciones concretas cuya solución está fuera del ámbito de la intervención en consultas de salud mental, justifica que, en muchos casos, los jóvenes no soliciten ayuda a profesionales de la salud mental cuando tienen malestar emocional», explica el investigador y coautor del estudio, David Fraguas.

 El principal indicador de malestar emocional para el 75 % de los jóvenes fue el hecho de sentirse triste, seguido de tener pensamientos pesimistas (60 %) y problemas para conciliar el sueño (30 %).  «De entre toda la gama de emociones y conductas con las que se puede expresar el malestar, las personas jóvenes lo identifican con la tristeza y el pesimismo. Además, según los datos de nuestro estudio, para ellos y ellas, se encuentra relacionado con causas específicas en mayor medida que para las personas adultas. Estos aspectos, junto con la caracterización del malestar como un fenómeno pasajero, nos pueden ayudar a entender la consideración del malestar emocional en esta generación», ha destacado la investigadora Sara Toledano. Y añade: «Cuando dicen “malestar emocional” están diciendo “sentimientos de tristeza y pesimismo, asociados a las circunstancias de la vida y con una temporalidad limitada”. En nuestra opinión, sería importante profundizar más en el concepto de malestar emocional que tienen las personas jóvenes para entender mejor la llamada “crisis de la salud mental” actual y definir estrategias eficaces para atenderla».