Elon Musk pondrá a trabajar a robots humanoides en sus fábricas de Tesla el próximo año

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

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Aly Song | REUTERS

Serán utilizados para las líneas de «baja producción»

23 jul 2024 . Actualizado a las 12:53 h.

El siempre polémico Elon Musk anunció ayer que en sus fábricas de coches empezarán a trabajar el próximo año empleados de hojalata y tornillos. Porque Tesla utilizará robots humanoides en sus factorías a partir del 2025. Eso sí, no en todas. Estos ingenios se destinarán a las líneas de «baja producción»; es decir, aquellas en las que no se requiera desarrollar tareas demasiado complicadas o una fabricación de coches demasiado alta. «Tesla tendrá robots humanoides realmente útiles en baja producción para uso interno el próximo año y, con suerte, alta producción para otras empresas en el 2026», anunciaba el propio Musk en su cuenta de Twitter.

El empresario de origen sudafricano ya venía advirtiendo desde el mes de abril sobre la intención de poner en marcha este experimento. Por aquel entonces, aseguraba que sus laboratorios de I+D llevaban un tiempo desarrollando unos robots capaces de realizar tareas de fabricación sencillas con el objetivo de ponerlos a trabajar en toda la cadena de producción de sus empresas a lo largo de los próximos años.

Y no quiere Musk que sus artilugios —que a muchos ya les han traído ciertas reminiscencias de la distopía cinematográfica Inteligencia Artificial que dirigió Steven Spielberg en el 2001— se queden solo en sus fábricas. Los compartirá con terceras empresas. Sus humanoides (bautizados con el nombre de Optimus) se empezarán a poner a la venta en el 2025.

Optimus forma parte de una nueva estrategia empresarial a la que se ha visto abocado Musk después de que la demanda de sus famosos coches eléctricos se tambaleara. Y es que, hasta la fecha, los vehículos representan más del 80 % de los ingresos trimestrales de Tesla, que se ha visto obligada a pelear con una competencia cada vez más feroz que viene pisando fuerte, sobre todo, desde China. Y con este contexto presionando, Tesla ha empezado a centrar su atención en otras ramas de negocio, como el desarrollo de la inteligencia artificial, el software de conducción autónoma, los robotaxis o estos trabajadores de metal.

No en vano las acciones de Tesla se han dejado más de la mitad de su valor desde que alcanzaron sus máximos históricos en el 2021. Por aquel entonces, la firma estaba valorada por encima del billón de euros. Y sigue perdiendo, porque solo en lo que va de este 2024 la capitalización de la automovilística se ha desplomado cerca de un 3 %.

Se suman otras empresas

La industria de la automoción lleva varios años trabajando en el sector de los robots humanoides, y no solo Tesla ha decidido apostar por esta línea de investigación. Por ejemplo, el fabricante japonés Honda y Boston Dynamics, propiedad de la surcoreana Hyundai, llevan un tiempo apostando por la implementación de esta tecnología robotizada en sus plantas para cubrir posibles carencias de mano de obra y realizar tareas repetitivas.

Buffet vende acciones de la china BYD en plena guerra arancelaria

Warren Buffet, consejero delegado del gigante de la inversión Berkshire Hathaway, ha reducido su participación en el fabricante chino de automóviles BYD hasta el 4,94 %. Este movimiento llega solo dos semanas después de la entrada en vigor de los aranceles de la Unión Europea a la importación de coches eléctricos producidos en China. Y eso que el fondo de Buffet fue uno de los primeros que financiaron la expansión de BYD. Corría el año 2008 cuando Berkshire Hathaway se hacía por primera vez con acciones del gigante asiático para, entre el 2022 y el 2023, deshacerse de la mitad de esa participación, después de haber tocado sus máximos históricos.