Con el cupo vasco que exige ERC solo 618 millones de 10.300 van al Estado

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago SANTIAGO / LA VOZ

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El presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, y el primer secretario del PSC, Salvador Illa, en el Parlamento autonómico.
El presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, y el primer secretario del PSC, Salvador Illa, en el Parlamento autonómico. Quique García

La Diputación foral de Guipúzcoa maneja más fondos que todo el Sergas

23 jun 2024 . Actualizado a las 16:01 h.

El presupuesto de la Diputación foral de Vizcaya asciende este año a 10.308,2 millones de euros. De esa cantidad entregará al Estado un cupo 618,5 millones. El resto se distribuirá de la siguiente forma: 2.117,3 millones para gestión propia, 6.430 millones para el Gobierno vasco, 1.132,1 millones para los 113 municipios vizcaínos y 10,3 millones para las Juntas Generales —el órgano legislativo— de la provincia.

Así funciona el sistema de financiación del País Vasco que ERC reclama para Cataluña a cambio de su apoyo al PSOE. El modelo vasco, que también se aplica en Navarra, tiene a las diputaciones forales como órganos recaudatorios de todos los tributos. Esos fondos se distribuyen entre las instituciones vascas y el Estado, a través del citado cupo. En las demás comunidades es el Estado quien maneja los fondos, salvo los impuestos propios de cada comunidad, y de ahí cede una parte a cada autonomía.

Aunque el origen del dinero siempre es el mismo —los impuestos que pagan los ciudadanos y las empresas— el sistema vasco permite a sus instituciones manejar una importante proporción de lo recaudado. Vizcaya es un ejemplo. La provincia tiene 1,15 millones de habitantes, cuando Galicia pasa de 2,7, pero su presupuesto de 10.308 millones se acerca al total de la Xunta de 13.257 para este año. Y hay que sumar Guipúzcoa y Álava.

La primera de esas diputaciones ingresará este año 6.514 millones de euros. Entregará 412 al Estado y distribuirá los 6.102 restantes —mil millones más que el presupuesto de todo el Servizo Galego de Saúde— entre las instituciones vascas. Casi 4.300 irán al Gobierno vasco, los ayuntamientos recibirán más de 650 y la propia Diputación gestionará directamente 1.230 millones. Guipúzcoa tiene 713.000 habitantes.

La diputación de Álava, la provincia menos rica del País Vasco y en la que viven menos de 328.000 personas, no ha aprobado presupuestos, por lo que se rige por los del 2023. Prevén unos ingresos de 3.079 millones, de los que 241,7 se entregarán al Estado.

¿Qué consecuencias tendría aplicar ese modelo en Cataluña? Según el Gobierno en funciones de la Generalitat, presidido por ERC, Cataluña habría dispuesto en el 2021 de unos 52.000 millones de euros, cuando con el actual sistema de financiación le correspondieron 25.600. La diferencia dejaría de ir al Estado, y, por lo tanto, no se podría distribuir entre las demás comunidades. Eso explica el rechazo que la propuesta ha causado entre los presidentes de las comunidades menos favorecidas, que recuerdan que la Constitución consagra la solidaridad como pilar del sistema autonómico. Lo hace el artículo 156, que reconoce la autonomía financiera de las comunidades, «con arreglo a los principios de coordinación con la Hacienda estatal y de solidaridad entre todos los españoles».