El ministro de Defensa de Israel desafía a Netanyahu por el futuro estatus de Gaza
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La comunidad internacional pide a Tel Aviv que pare la invasión de Rafah en el aniversario de la Nakba, la expulsión de 750.000 palestinos de su tierra natal
15 may 2024 . Actualizado a las 22:04 h.La guerra que inició el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, contra Hamás parece acercarse a su fin para algunos miembros del Ejecutivo. Los integrantes del gabinete especial creado para la campaña, que cuenta con miembros de la oposición, se encuentran divididos por el futuro estatus de la Franja de Gaza, con fuertes enfrentamientos entre las partes. Mientras Tel Aviv decide qué hacer con el enclave costero, el Ejército continúa masacrando civiles en las áreas de Rafah, Yabalia y la zona norte de la Franja palestina.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, desafió abiertamente a Netanyahu, a quien considera máximo culpable de los fallos de seguridad que permitieron a Hamás acabar con 1.200 israelíes el pasado 7 de octubre. Consciente de las presiones internacionales y contrario a las posturas extremistas de los socios del primer ministro, que desean anexionarse Gaza, comunicó en un vídeo: «Pido al primer ministro Benjamin Netanyahu que tome una decisión y declare que Israel no establecerá un control civil de la Franja de Gaza, que Israel no establecerá un gobierno militar en la Franja de Gaza, y que se abordará inmediatamente una alternativa gubernamental a Hamás».
Netanyahu no tardó en responder para asegurar que «hasta que no esté claro que Hamás no controla Gaza militarmente, ningún actor estará dispuesto a hacerse con la gestión civil de Gaza». «No sustituiremos un Hamastán por un Fatahstán», especificó en referencia a que tampoco desea que sea Fatah, partido que gobierna en Cisjordania, quien administra Gaza tras la guerra.
Un nuevo éxodo
Los ataques terrestres y aéreos israelíes sobre Rafah, Yabalia y el norte de la Franja dejaron al menos 60 muertos este miércoles en una fecha señalada: se cumplían 76 años de la Nakba, nombre por el que los palestinos conocen la expulsión de 750.000 de los suyos de sus casas tras la fundación de Israel. Ahora, con el 80 % de la población forzosamente desplazada en Gaza según la ONU, los palestinos hablan de una segunda Nakba. Y una expulsión semejante es la que desea el ministro de Seguridad Nacional, el ultra Itamar Ben Gvir, que es defensor de otro éxodo de millones de gazatíes a terceros países y desea la anexión del enclave costero a Israel.
Con una catástrofe humanitaria —Netanyahu negó que existiera tal cosa— que ya ha obligado a 450.000 desplazados a marcharse de Rafah y lanzarse nuevamente a los caminos, y una hambruna sin solución por el asalto de ultraortodoxos a los camiones de ayuda humanitaria, una veintena de oenegés y diversos países volvieron a presionar a Tel Aviv para detener la invasión de la localidad fronteriza con Egipto. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió por su parte de que Israel responderá por la guerra: «Haremos que los perpetradores del genocidio rindan cuentas ante la ley», dijo.
Un barco con carga militar, supuestamente para Tel Aviv, enfrenta a la izquierda española
La guerra de Israel contra Hamás tiene calado político en España y, especialmente, en lo que atañe a la venta de armas. Ayer, una nueva polémica volvió a enfrentar a los miembros del Gobierno. El Ministerio de Transportes afirmó que el buque Borkum, que recaló en las últimas horas de ayer en Cartagena con un cargamento de 24 contenedores de cargadores para armas con carga explosiva y 8 contenedores de cartuchos de trinitrotolueno, no se dirige «en ningún caso» a Israel, según la información que consta en la documentación del carguero, y que su carga tiene como destino la República Checa.
Fue el ministro de Transportes, Óscar Puente, quien dijo que era «falso» que la carga del buque fuera a Tel Aviv a pesar de que el Sector del Mar de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CC.OO. de la Región de Murcia había solicitado la inspección y la inmovilización del carguero porque sospechaban que su destino sería el país enfrentado con Hamás.
La cartera que dirige puente aseguró además que toda la documentación está «en regla». Sumar pidió explicaciones al Ejecutivo por tener información que apunta a Israel como destino de la carga, mientras que Podemos pidió a la Audiencia Nacional que retenga el buque.