Los hospitales de Gaza corren el riesgo de convertirse en morgues, denuncia la Cruz Roja
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Los bombardeos israelíes causan más de 1.400 muertos, entre ellos doce trabajadores de la ONU, 6.200 heridos y 340.0000 desplazados en seis días
13 oct 2023 . Actualizado a las 08:28 h.Seis mil bombas israelíes en solo seis días sobre Gaza, un infierno que no tiene salidas salvo el mar. La población civil de la Franja, más de 2,3 millones de personas, está sufriendo una catástrofe humanitaria sin precedentes: más de 1.400 muertos —entre los que hay 447 niños y 248 mujeres—, 6.200 heridos y 340.000 desplazados, informó ayer el Ministerio de Salud gazatí.
Filas interminables de cadáveres ocupan el exterior del hospital de Al Shifa, donde la situación es «inmanejable», denunciaron fuentes de la Cruz Roja. «Los hospitales se convertirán en morgues a medida que se van quedando sin electricidad, causando la muerte no solo de enfermos y heridos por la guerra, sino también de recién nacidos en incubadoras y ancianos que reciben oxígeno», alertó su director para Oriente Medio, Fabrizio Carboni, que pidió garantías de seguridad a Tel Aviv y a Hamás para distribuir suministros médicos y combustible. «Vamos hacia una catástrofe, es insostenible. La miseria humana causada por esta escalada es aborrecible. Con los bombardeos no podemos desplazarnos ni sabemos qué hospitales han sido destruidos», reconoció. Las bombas israelíes no son de precisión: el miércoles mataron a cuatro trabajadores sanitarios que circulaban en una ambulancia de la Media Luna Roja, y ayer Naciones Unidas confirmó la muerte de doce de sus trabajadores en Gaza desde el 7 de octubre, día en que Israel declaró la guerra tras una oleada de atentados de Hamás. Pese a ello, el Estado judío rechazó la propuesta egipcia de habilitar una zona temporal libre de fuego donde poner a salvo a los desplazados. «Muchas personas siguen atrapadas bajo los escombros», indicó una testigo a la televisión Al Yazira.
Ni agua ni luz ni sangre
«Advertimos del colapso de Gaza, la aguda escasez de suministros médicos y para quirófanos, medicamentos y bolsas de sangre», señalaron fuentes del Ministerio de Salud, que cifraron en 600.000 los palestinos sin acceso a agua potable, denunciaron que «Israel no solo ha cortado la electricidad sino que impide el suministro de combustible» y demandaron ayuda a organizaciones humanitarias y a terceros países.
Corredor humanitario de Rafah
El bloqueo y los bombardeos indiscriminados israelíes están mutando la Franja en una enorme fosa común, que solo tiene una salida: el paso de Rafah, un cruce fronterizo con Egipto, cuyas autoridades propusieron que se use como corredor humanitario. Una opción que rechazó Hamás porque «obligaría al pueblo palestino a abandonar su patria» —y mermaría los escudos humanos usados por sus brigadas islamistas—.
A través de este cruce fronterizo, que continúa abierto, aunque no siempre operativo debido a los ataques aéreos de Tel Aviv, tiene que pasar la ayuda enviada ayer en avión por Jordania, país donde un tercio de la población es de origen palestino. También Irak ordenó un convoy de medicinas y alimentos para Gaza que deberá atravesar Rafah tras aterrizar en Al Arish, el aeropuerto designado por El Cairo para concentrar toda la ayuda internacional. La existencia de este corredor es clave para la supervivencia de los gazatíes. De hecho, el primer ministro británico, Rishi Sunak, ofreció ayuda a Egipto para controlar la seguridad de este paso por «razones humanitarias y consulares».
La ONU, que anunció este jueves una ayuda inmediata de 8,5 millones de euros para Palestina, ha solicitado otros 98 millones para poner en marcha medidas que permitan «salvar vidas». «Se han visto afectados hogares, centros de salud y escuelas que albergan a familias desplazadas. Toda la ciudad se encuentra ahora bajo orden de asedio. Mi mensaje a todas las partes es inequívoco: deben respetarse las leyes de la guerra», defendió el responsable de asuntos humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths. Una de esas familias es la del ministro principal de Escocia, Humza Yousaf, cuyos parientes están atrapados en la Franja. «Hemos recibido noticias de mi suegra diciendo que están vivos. El edificio en el que estaban temblaba. Los cuatro niños estuvieron gritando durante toda la noche. Se han quedado sin provisiones», dijo a Al Yazira.
Este jueves, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió la liberación de los rehenes israelíes retenidos en Gaza, que Israel permita la entrada de comida y agua en el enclave, y que se evite «el contagio» de las hostilidades a otras naciones vecinas.