El secesionismo celebra el 1-O seis años después dividido en marchas minoritarias

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

ACTUALIDAD

Carles Puigdemont participó por vía telemática en la concentración en la Plaza de Cataluña.
Carles Puigdemont participó por vía telemática en la concentración en la Plaza de Cataluña. KIKE RINCÓN

Puigdemont reaparece y carga contra ERC exigiendo que no se busquen «salidas personales»

02 oct 2023 . Actualizado a las 09:13 h.

Seis años después del referendo ilegal del 1 de octubre del 2017, el independentismo celebró dividido el aniversario con marchas y concentraciones minoritarias. Por la mañana, un millar de personas, según datos de la Guardia Urbana de Barcelona, secundaron la marcha promovida por la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Su presidenta, Dolors Feliu, advirtió a Junts y a ERC sobre «una amnistía trampa que solo sirva para blanquear al Estado español». «No queremos que nos perdonen ni tenemos demasiadas ganas de perdonar hasta que hayamos ejercido la autodeterminación», sostuvo.

La concentración más numerosa fue la convocada en la Plaza de Cataluña por el Consell de la República (CdRep), ANC, Òmnium Cultural, la Associació de Municipis per la Independència (AMI) y la Intersindical, a la que asistieron unas 4.500 personas. En plena negociación para la investidura de Pedro Sánchez, el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont intervino en el acto por vía telemática y, sin mencionar la amnistía, erigió el 1-O como el «nervio» que debe determinar la acción política para lograr la independencia.

«La fórmula existe, y solo nos tenemos que decidir a aplicarla. Lo tenemos en nuestras manos, pero depende de nuestra voluntad porque la capacidad la hemos y la habéis demostrado. Tenemos que hacer lo posible no para una dispersión, sino para una confluencia de voluntades por la independencia para que el 1-O sea el nervio que determine la acción política», sostuvo Puigdemont. 

Mensajes a ERC

Reivindicó a Junts como los que «nunca han querido dejarlo estar» y exigió no «malvender» el 1-O «buscando salidas personales». Afirmó que el objetivo del Consejo por la República, entidad concebida como un gobierno «paralelo» que Puigdemont lidera desde Bruselas, era precisamente «servir de guardianes del 1-O» para protegerlo ante el riesgo de «reescribir su significado» por parte de «aquellos que querían tener una vida política más plácida».

Denunció que en los últimos años «ha habido una estrategia que ha intentado arrinconar al Consejo por la República y el 1-O por parte de quienes interpretaron que el referendo fue más una derrota que una victoria».

«Pero esto está cambiando, hoy vemos que hay un retorno al 1-O, un retorno que yo quiero saludar con satisfacción y esperanza», agregó Puigdemont en una velada alusión a ERC, que esta semana ha aprobado junto a Junts y la CUP en el Parlamento catalán una resolución que supedita la investidura de Pedro Sánchez a que se fijen las condiciones para celebrar un referendo de independencia.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, pidió también unidad al independentismo para hacer realidad un nuevo referendo cuyo resultado sea «respetado e implementado». En una declaración institucional, señaló que la amnistía es necesaria para «culminar el fin de la represión y para acabar con la persecución», pero aseguró que, por si sola, no resuelve el conflicto. «Seis años después del 1-O, quiero hacer énfasis en la claridad de objetivos, en la autodeterminación y la amnistía. Y la firmeza en todos los ámbitos, también en la negociación», sostuvo.