En España ya hay más de 12.000 creadores de contenidos profesionales, de los cuales 1.100 tienen más de un millón de seguidores
08 jul 2023 . Actualizado a las 09:56 h.¿Qué quieres ser de mayor? Es una pregunta recurrente que los adultos hacen a niños y niñas a lo largo de su infancia y adolescencia. La cuestión no ha variado a lo largo de generaciones, pero lo que sí lo ha hecho es la respuesta. Si hace varias décadas lo típico era que los niños quisieran ser profesores, médicos o enfermeras, en los últimos años, hay un cambio de tendencia: uno de cada tres adolescentes quiere ser influencer, una ocupación que a muchos adultos les parece poco seria y, sin embargo, los jóvenes saben bien de lo que hablan: prácticamente la totalidad sigue activamente a personas que crean contenido online, sobre todo a través de Instagram, Youtube o TikTok. Son datos de un reciente estudio realizado por la Fundación Fad Juventud y la Fundación La Caixa, sobre el ocio digital de la población adolescente.
Creadores de contenidos, por tanto, hay muchos, tantos como ciudadanos jóvenes y mayores, expertos o aficionados, que interactúan en la red compartiendo vídeos, audios o imágenes; sin embargo no todos tienen la misma influencia sobre el resto: actualmente en España hay más de 63.000 creadores con más de 10.000 seguidores; más de 12.000 creadores con más de 100.000 seguidores, que ya son considerados profesionales; y 1.100 que tienen más de un millón de seguidores, y que son conocidos en el sector como macroinfluencers. Estas cifras suponen un incremento de un 32% y un 25% respectivamente, en comparación con el año pasado, según un análisis de 2btube. Es el tercer año consecutivo que esta agencia especializada en márketing de influencia realiza este análisis y, si bien de 2021 a 2022, el número de influencers profesionales se había incrementado en un 23%; de 2022 a 2023 el crecimiento ha sido mucho mayor. Así, los creadores con más de 100.000 seguidores son ahora un 32% más. El número de macroinfluencers se ha incrementado en un 25%. Y los creadores de contenido denominados microinfluencers -quienes no tienen tantos seguidores como para vivir al 100% de sus contenidos- también han crecido un 29%. «Lejos de ser un fenómeno puntual, la denominada Creator Economy no hace más que crecer y ya es una profesión reconocida», asegura Fabienne Fourquet, directiva de esta agencia de comunicación. «Cada vez más personas se dedican profesionalmente a crear contenidos en redes sociales, estos son de temáticas muy variadas y todas las plataformas se están volcando en desarrollar nuevas funcionalidades para que los influencers generen más ingresos, lo que hará aún más atractiva esta profesión en los próximos años».
Los jóvenes que sueñan con triunfar creando contenidos digitales valoran la libertad horaria de esa profesión, el hecho de dedicarse a lo que les gusta o convertirse en sus propios jefes. También valoran la creatividad, la libertad y la flexibilidad: «La principal ventaja es que puedo organizar mi trabajo cuando quiera y grabar con la gente que quiera»; explica Tobbalink, creador de contenido de entretenimiento con más de 5 millones de seguidores en el total de sus redes sociales. Para Flisflisher, que tiene más de 790.000 suscriptores en su canal sobre misterio en YouTube y un pódcast exclusivo en Podimo, también esa es la principal ventaja:«Puedes llevarlo a cabo desde cualquier parte del mundo y crear tus propios horarios», aunque también habla de los contras: Tienes que ser muy constante, son muchas horas de trabajo y, a veces, días. Un solo creador de contenido hace el trabajo de cuatro o cinco personas al mismo tiempo», advierte. De hecho, los jóvenes también reconocen aspectos negativos, como la inestabilidad en los ingresos, la incertidumbre ante el futuro o la falta de privacidad. «Tus ingresos dependen de las visualizaciones que recibas, de los anuncios y de si te salen contratos con marcas. Hay meses muy buenos y otros muy malos», confiesa Prnze, creador con más de 780.000 suscriptores en su canal de YouTube sobre parkour y superhéroes.
¿Y tienen la formación necesaria para hacer de esta afición su profesión? Siete de cada diez chicos y chicas declaran un nivel alto o muy alto de competencias digitales que les permiten, tanto localizar como hacer uso de la información o de las aplicaciones y el software que necesitan en su día a día. Y más de la mitad de la población joven indica que esas destrezas las adquieren de forma autodidacta, en circuitos informales, más allá de la escuela o la familia. De hecho, casi un 80 % considera tener mayores habilidades que sus progenitores y un 67,4% que su profesorado.