Tras 10 años de consulta en consulta, al fin la plaza fija de médico de familia

José Francisco Alonso Quelle
J. ALONSO VIVEIRO / LA VOZ

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Óscar Fabelo, asturiano, se incorporará el lunes al centro de salud de Viveiro

20 nov 2022 . Actualizado a las 22:02 h.

«Uno se hace médico de familia por vocación», opina Óscar Fabelo García, que el próximo lunes, día 21, se incorporará a la plantilla de facultativos del centro de salud de Viveiro. Él es uno de los 91 médicos de familia seleccionados en el proceso convocado por la Xunta de Galicia para cubrir 106 plazas de médico de atención primaria en lugares de difícil cobertura -en el que se presentaron 355 aspirantes-. Como resultado de esta convocatoria, al centro de salud de Ribadeo llegará otra médica: Sandra De la Fuente Sánchez.

Óscar Fabelo vive en Oviedo y a sus 44 años es un ejemplo de la inestabilidad laboral de los médicos de atención primaria que no tienen plaza fija, que ahora sí ha logrado. Su último destino, desde el que llegará a Viveiro, estuvo en Villablino, en León, donde era interino y coordinador médico del centro de salud: «Surgió la posibilidad de obtener una plaza fija, en propiedad, con una consulta y la obligación de hacer dos guardias al mes y, claro, cogí una de las que salieron, en Viveiro».

Óscar Fabelo terminó la especialidad de medicina familiar hace unos diez años: «Al principio trabajé muy poco, tres días al mes, salvo del 15 de junio al 15 de septiembre y del 15 de diciembre a principios de enero. Seguí viviendo en Oviedo, pero salí a trabajar a Castilla-León. Estuve un tiempo en La Bañeza, luego en Mansilla de las Mulas, Puebla y de ahí pasé a Villablino. Volví a Asturias, a Cangas del Narcea y, de nuevo, a Villablino, con una plaza de interino que he dejado al conseguir una fija, en propiedad, en Viveiro».

«La precariedad laboral es evidente. Yo vivo en Oviedo con mi pareja y siempre me he planteado estar como muy lejos a hora y media en coche de casa. Iba y venía todos los días. Ahora Viveiro me queda más lejos, así que me quedaré a vivir allí. Pero la plaza es en propiedad. Tengo que estar al menos dos años para no perderla», señala.

Y añade: «Hay tres razones que explican la escasez de médicos de familia. Cobras menos que en otras especialidades; las consultas están saturadas, a menudo con un número de pacientes que te impide atenderlos como se debe, solo puedes verlos; y los contratos son menos estables que en el hospital».

«En Galicia ahora se han ofrecido plazas en propiedad y la situación va a mejorar, pero el problema está ahí. En Atención Primaria hay comunidades autónomas que le dicen al centro de salud que den citas, con independencia del número, para reducir la lista de espera. No se tiene en cuenta el tiempo que debes dedicar a un paciente. Si a mi me ponen cien al día, es obvio que no los puedo atender; los veré, pero no los atenderé. Es lamentable estudiar una carrera 10 o 12 años y después no poder ejercerla como se debería. La especialidad de medicina familiar se debe tratar como las demás y en un hospital no te marcan un tiempo para atender a un paciente».