El Gobierno destituye a Paz Esteban y nombra a Esperanza Casteleiro nueva directora del CNI
ACTUALIDAD
La salida de Esteban puede abrir la puerta al cierre de la crisis por el espionaje a teléfonos móviles que ha convulsionado la legislatura y ha abierto una crisis interna en el Gobierno de coalición y con sus socios de investidura
12 may 2022 . Actualizado a las 16:45 h.Pedro Sánchez destituyó este martes a Paz Esteban como directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en un claro intento para sofocar el malestar de los independentistas por el espionaje telefónico realizado a varios de sus dirigentes.
El relevo estaba cantado. Esteban solo contaba dentro del Gobierno con el respaldo público de Margarita Robles, su responsable directa como ministra de Defensa. Desde el estallido de la crisis, el resto de los ministros socialistas se pusieron de perfil o sugirieron que la máxima autoridad de la inteligencia española tenía los días contados. El presidente del Gobierno intenta reconducir así las relaciones con los secesionistas, fundamentalmente con ERC y EH Bildu, en una apuesta por volver a contar con sus votos, fundamentales para no depender del PP.
Este no es el primer peaje abonado por Sánchez en su intento de cerrar la crisis de Pegasus. El presidente también forzó recientemente una modificación del reglamento del Congreso para dar entrada por primera vez a un representante de Bildu en la comisión de secretos oficiales. Los votos de los aberzales resultaron esenciales para que el Ejecutivo pudiese convalidar el decreto anticrisis. El pasado viernes, Sánchez accedió también a mantener un encuentro en los próximos días con el presidente catalán, Pere Aragonès, uno de los 18 dirigentes soberanistas controlados por el CNI con autorización del Tribunal Supremo al percibir un peligro para la seguridad del Estado. Los pinchazos fueron aprobados en el 2019, cuando la plataforma Tsunami Democrático amenazaba con paralizar el aeropuerto de El Prat, entre otras acciones.
Lo que todavía no está claro es si la destitución de Esteban será suficiente para aplacar las quejas de los socios, que amenazan con romper y complicar la continuidad de la legislatura. Oriol Junqueras, máximo responsable de ERC, fue preguntado si esta marcha era suficiente: «No es cuestión de lo que nos valga o no nos valga. Hay que exigir transparencia para que no se produzca en el futuro», por lo que «es normal que se asuman responsabilidades», dijo uno de los beneficiados por los indultos.
Por su parte, Arnaldo Otegi, coordinador general de Bildu, afirmó este martes que son partidarios de que Sánchez agote su mandato, al entender que «la alternativa es peor», pero advirtió en Radio Euskadi que «no van a sostener permanentemente al Gobierno» y que se encuentra ante su «última oportunidad» para, entre otros asuntos, «resolver el problema nacional». En caso contrario, se verán forzados a «tomar otras decisiones».
Podemos quiere más
La crisis de Pegasus también abrió un nuevo frente entre los dos socios que conforman la coalición. Para Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, la salida de Paz Esteban no es suficiente: «La regeneración democrática en el Estado sigue pendiente», manifestó en Twitter al poco de trascender la destitución. En la formación morada consideran que la «asunción de responsabilidades» debe alcanzar a Margarita Robles, con la que mantienen pulsos constantes dentro del Consejo de Ministros. La pasada semana Pablo Echenique ya le mostró la puerta de salida.
Casteleiro, la «sustituta»
Precisamente fue la ministra de Defensa la encargada de anunciar la salida de Esteban, a la que se refirió como «una sustitución», y no una «destitución». Según informa Colpisa, Robles trató de forzar el viernes la salida de la directora del CNI y que esta alegase «motivos personales», pero declinó dimitir, al entender que estaría admitiendo fallos o ilegalidades, algo que rechaza de plano. Robles coincide con ella en que no se cometieron ilegalidades. Ayer fue incapaz de ofrecer en rueda de prensa una sola explicación a su marcha.
La sustituta al frente de la inteligencia española será Esperanza Casteleiro, madrileña de raíces gallegas y actual secretaria de Estado de Defensa, y una de las personas de la máxima confianza de Robles, de la que fue jefa de gabinete. El nombramiento se ha interpretado como una decisión salomónica de Sánchez para cerrar la crisis interna en el PSOE, con un enfrentamiento entre Robles y Félix Bolaños, el ministro de la Presidencia, y que apostaba por el general Miguel Ángel Ballesteros.
Reacciones
El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, ha manifestado en su cuenta de Twitter que «Sánchez consuma el esperpento y ofrece la cabeza de la directora del CNI a los independentistas, debilitando una vez más al Estado para buscar su supervivencia. Es una auténtica afrenta a nuestro país. Injustificable».
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha cargado en Twitter contra el presidente Sánchez por «criminalizar» a los que protegen a los españoles tras la destitución de la presidenta del CNI, mientras «se asocia e indulta» a quienes les atacan. Abascal ha criticado que esta respuesta del Ejecutivo se trata de «una autocracia al servicio de su persona», refiriéndose a Sánchez.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha considerado que la destitución es «una muerte anunciada» y ha censurado que se intenten «parchear» las instituciones para resolver crisis de gobierno. «La verdad es que es una muerte anunciada de una institución nueva, erosionada a manos del Gobierno de Sánchez. Toda institución que le recuerda dónde están los límites es directamente esquilmada y descapitalizada. Una más de otras tantas de todo lo que está sucediendo en España... son muchas cada día», ha declarado.
Paz Esteban, espía desde los 25 años
Paz Esteban (Madrid, 1958) ha sido cesada este 10 de mayo tras poco más de dos años como directora del Centro Nacional de Inteligencia y otros siete meses antes en los que ejerció de jefa interina; aunque su experiencia en los servicios de inteligencia se remonta a los años 80, cuando ingresó en el antiguo Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid), informa Europa Press.
El pasado jueves compareció en el Congreso ante la Comisión de Gastos Reservados, donde, pese a celebrarse a puerta cerrada, trascendió que justificó el espionaje por parte del CNI a 18 independentistas, entre ellos el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, aportando las autorizaciones judiciales concedidas por el juez de enlace del Tribunal Supremo.
Sin embargo, su nombre fue rápidamente señalado para la asunción de responsabilidades por formaciones como ERC, Junts o incluso Unidas Podemos, que ha evitado dar nombres pero apuntaba al CNI. Frente a ello, había recibido el respaldo de partidos de la oposición (PP, Vox y Ciudadanos), que ensalzaban su «profesionalidad» y sentido de Estado.
Esteban, con rango de secretaria de Estado, también había recibido el respaldo público de la ministra de Defensa, quien había lamentado que tuviera que «estar aguantando estoicamente» acusaciones que, según sostiene Robles, no eran reales.
Paz Esteban nació en Madrid en 1958 y es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid. En 1983 ingresó en el entonces denominado Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid), que en mayo del 2002 se transformó en el actual CNI después de verse envuelto en los años 90 en otro escándalo de escuchas indiscriminadas que afectaron incluso a la Casa Real.
Después de asumir diversos cometidos en la institución, Esteban fue nombrada secretaria general del CNI en el 2017. Y en el 2019, tras el pase a la reserva del director del centro, el general Félix Sanz Roldán, ocupó el cargo de directora de manera interina hasta su nombramiento oficial en febrero del 2020, convirtiéndose en la primera mujer en dirigir la institución y también en la primera persona de La Casa en llegar a su cúspide.
Precisamente este viernes el CNI cumplió su 20 aniversario y uno de los proyectos de Esteban era conmemorar la fecha con una serie de actos que permitieran abrir la institución a la sociedad, aunque el escándalo del espionaje obligó a anular todas las previsiones.
La propia Esteban había anunciado la celebración hace ya meses, cuando dijo que el objetivo era «poner en valor» la «vocación de servicio» del CNI «y su contribución a la seguridad nacional y la defensa de los intereses de España». Además, el centro publicó un vídeo el pasado mes de marzo en el que reivindicaba su trabajo constante y «discreto» para «proteger el futuro» de los españoles y su «modo de vida».