El PP se decanta por el no y denuncia «un cambalache» de Sánchez para dar acceso a los aberzales a la comisión de secretos oficiales
28 abr 2022 . Actualizado a las 17:33 h.El Gobierno logró salvar la convalidación del decreto anticrisis gracias al apoyo a última hora de EH Bildu, cinco votos a favor que unidos a los de los representantes del BNG y Teruel Existe le garantizaron una mayoría simple en la Cámara en la votación de este mediodía. Sobre los 349 votos del Pleno (la baja de Podemos sigue sin cubrirse), el Ejecutivo logró 176 a favor: los 120 del PSOE, los 33 de Unidas Podemos, que con el de la diputada Meri Pita, que recientemente abandonó el grupo, hacen 34; los seis del PNV, los cuatro del PDECat, los dos de Más País, el de Compromís, el del PRC y el de Nueva Canarias, a los que esta misma mañana sumó los cinco de EH Bildu, el del BNG y el de Teruel Existe.
«Aprobaremos este decreto por la gente, no por el Gobierno», se justificó en su intervención la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua. De este modo, aunque el resto del hemiciclo votase en contra, Pedro Sánchez se garantizaba contar con más síes que noes. De forma muy justa, algo que motivó que el presidente del Gobierno anulase ayer a última hora su viaje oficial a Moldavia y Polonia. ERC, otro de los socios habituales, finalmente rechazó la convalidación del decreto anticrisis como muestra de enfado por el supuesto espionaje por parte del CNI a dirigentes independentistas.
Junto al principal partido de la oposición (88 escaños) y Esquerra (13) se decantaron por el no los 52 representantes de Vox, los nueve de Ciudadanos, los cuatro de Junts, los dos de la CUP, los dos diputados expulsados de Navarra Suma, el de Foro Asturias y Pablo Cambronero, el diputado que abandonó Ciudadanos. Un total de 172. La única abstención fue la de Ana Oramas, diputada de Coalición Canaria.
El PP votó no
El PP mantuvo la incertidumbre hasta el bien avanzada la mañana, pero finalmente los populares votaron no, mostrándose muy críticos con la actitud del Gobierno a lo largo de toda la semana, denunciando que en La Moncloa nunca tuvieron la intención de explorar un acuerdo en base a las propuestas económicas que la semana pasada le trasladó Alberto Núñez Feijoo a Pedro Sánchez. «Ni han leído el documento», lamentan fuentes en la ejecutiva popular. El encargado de fijar la postura del principal grupo de la oposición fue el gallego Jaime de Olano. «Qué decepción. Una vez más decepcionan. No al PP, sino a la mayoría de españoles. Tuvieron una propuesta sensata y no se han dignado a negociar ni una sola propuesta», dijo.
En Génova intentaron «hasta última hora» alcanzar un acuerdo en base a cuatro puntos fijados en una carta enviada ayer por el vicesecretario de economía del partido, Juan Bravo: la bajada del IRPF a los tramos más bajos, el descenso del IVA en la electricidad, establecer garantías para el reparto de fondos europeos y un compromiso para reducir el gasto «superfluo» del Gobierno, que básicamente pretendía una poda en los 22 ministerios en los que se estructura el Ejecutivo central.
Pero existen otras cuestiones paralelas para explicar la negativa de los populares y que finalmente no se decantaran por una abstención, que también estuvo sobre la mesa. En primer lugar, con el apoyo de EH Bildu al Gobierno sus votos se convirtieron poco menos que en intrascendentes para el resultado final. Pero especialmente por las contraprestaciones que, consideran en el PP, el Ejecutivo accedió a concederles al abrirles a los aberzales la puerta a la comisión de secretos oficiales con un cambio de reglamento para rebajar el listón de los diputados que pueden asistir a la misma. «Asistimos al cambalache del señor Sánchez con los herederos de ETA. Sánchez les permite asistir a los secretos del Estado. No se puede proteger al Gobierno a costa de desproteger al Estado», denunció Jaime de Olano.
La presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, anunció este martes la celebración de un pleno exprés para este jueves para rebajar el listón para constituir la comisión de secretos oficiales. Desde el 2004 la participación de los distintos grupos políticos en estas sesiones a puerta cerrada debía autorizarla una mayoría reforzada de tres quintos de la Cámara. El objetivo era dejar fuera de la misma a grupos como EH Bildu. A partir de este jueves, el listón se rebaja a la mitad, por lo que un diputado de esta formación podrá estar presente en la misma gracias al previsible apoyo del PSOE, sin necesidad del visto bueno del principal partido de la oposición.
