La Comisión Europea y la Agencia Internacional de la Energía publican un informe con algunos consejos para bajar el consumo de electricidad y combustibles y reducir la dependencia de Rusia
21 abr 2022 . Actualizado a las 19:04 h.La guerra de Ucrania ha provocado un terremoto energético que desde hace ya unas semanas sangra a las economías familiares y a las cuentas de las empresas. La Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés) lleva ya unas semanas clamando que Gobiernos y consumidores se pongan manos a la obra para tratar de reducir lo máximo posible el consumo de petróleo, electricidad y gas; no solo para que consigan frenar la desbocada subida de sus facturas, sino también para poner coto a la dependencia de Rusia.
Con este objetivo, la Comisión Europea y la propia IEA publicaron este jueves un nuevo decálogo para ayudar a los ciudadanos a reducir sus recibos. Bajo el nombre Cómo ahorrar dinero, reducir la dependencia de la energía rusa, apoyar a Ucrania y ayudar al planeta, este informe contiene un conjunto de recomendaciones que ayudarían a que los hogares del club de los Veintisiete redujeran su factura energética una media de 450 euros al año. Y no solo mejorarían las cuentas familiares. También permitiría asestar un golpe certero a las cuentas del Kremlin y, con ello, ayudar a los ucranianos. Porque gracias a estos consejos, la Unión Europea podría ahorrar 220 millones de barriles de petróleo al año, una cantidad equivalente a la que se necesitaría para llenar 120 superpetroleros. Los consejos de la IEA y de Bruselas no solo reducirían el consumo de carburantes. También el de gas. Porque se podrían ahorrar hasta 17.000 millones de metros cúbicos de gas, una cantidad suficiente para calentar casi 20 millones de hogares.
Bajar la calefacción
Un grado, marca la diferencia. La temperatura media de los calefactores dentro de los hogares de toda la Unión Europea es superior a 22°C. Sin embargo, incide el informe, muchos podrían acomodarse perfectamente entre los 19 y los 20°C. Y es que bajar el termostato de cada casa solo un grado ayudaría a ahorrar alrededor del 7 % de la energía que se usa para calentarla. Por cada grado que se reduzca la calefacción de media, se podría recortar más de 70 euros en la factura energética anual.
Hay otros pequeños gestos que ayudan a reducir las facturas. Los consumidores pueden incluso ajustar la configuración que viene predeterminada en las calderas, de tal forma que se consiga aumentar la eficiencia y ahorrar hasta un 8 % de la energía utilizada para calentar las habitaciones. Como dato, la instalación adecuada de una caldera podría ahorrar alrededor de 100 euros cada año.
Y en verano no se puede bajar la guardia. Ajustar el aire acondicionado y tan solo subirlo un grado podría reducir la cantidad de electricidad utilizada en casi un 10 % y conseguir un ahorro de hasta 20 euros al año. La IEA también propone bajar la temperatura de la calefacción y el aire acondicionado cuando las habitaciones no están en uso o ajustar la temperatura según el tipo de habitación. Porque, recuerda, no es necesario tener la misma temperatura en el dormitorio que en el baño.
Teletrabajo
Una apuesta por este modelo. La pandemia demostró que muchas empresas pueden instalar en su día a día un modelo de teletrabajo sin que ello suponga una merma en la productividad de sus trabajadores. La vuelta a la nueva normalidad y el fin de las restricciones llevó a que muchas compañías apostaran de nuevo por la vuelta a las oficinas. Pero desde la IEA inciden en que el teletrabajo puede ser una de las soluciones ante la actual crisis energética que vive Europa. Sus expertos sostienen que más de un tercio de los trabajos en el conjunto de los Veintisiete deberían realizarse desde casa ya que los desplazamientos representan alrededor de una cuarta parte del petróleo utilizado por los coches en la Unión Europea. Las cuentas invitan a la reflexión. Porque si el empleo lo permite y los empresarios dieran el visto bueno, trabajar en casa tres días a la semana podría reducir la factura de combustible de cada hogar en unos 35 euros al mes, incluso teniendo en cuenta que al estar en casa se produciría un mayor consumo de energía en el hogar.
Conducir de forma eficiente
Reducir la velocidad. La mayoría de los viajes en coche en la Unión Europea se realizan con un solo ocupante. Y la realidad es que el simple gesto de compartir los viajes permite ahorrar mucho combustible y dinero. Y ojo con el aire acondicionado, porque tan solo reduciéndolo 3 grados mejorará de manera inmediata la economía del vehículo. Estas acciones combinadas podrían ahorrar a cada hogar alrededor de 100 euros al año. En este apartado también señala el informe que conducir demasiado rápido es ineficiente para el motor del vehículo y desperdicia combustible. El automóvil promedio en la Unión Europea registra alrededor de 13.000 kilómetros al año por lo que si se reduce la velocidad de crucero media en las autopistas en 10 kilómetros por hora, podría bajar la factura de combustible de las casas en unos 60 euros al año.
El texto también hace hincapié en que las ciudades deberían promover los domingos sin coches y hacerlo con frecuencia. Una practica que ya es habitual en lugares como Bruselas, Edimburgo, Milán, París, donde esta estrategia se ha han utilizado para promover la salud pública, espacios orientados a la comunidad y eventos culturales. Viviendo en una gran ciudad, dejar el coche en casa todos los domingos podría ahorrar a una familia 100 euros al año.
transporte público
El tren antes que el avión. Depender menos del coche no implica tener que quedarse en casa. El transporte público puede ser la mejor opción para realizar trayectos cortos o moverse en nuestro entorno. De media, alrededor de un tercio de los viajes que se realizan en coche en la Unión Europea son de menos de 3 kilómetros así que usar otros medios de transporte, ayudará a reducir la contaminación del aire y a ahorrar dinero. Más de 55 euros por hogar cada año. Por su parte, y para distancias inferiores a los 1.000 kilómetros, el informe recoge que los trenes de alta velocidad se consideran un gran sustituto del avión siempre que sea práctico y asequible. En cuanto a distancias más largas, los convoyes nocturnos son una opción para viajar y tienen la ventaja de repartir el tráfico en diferentes momentos del día.