La inteligencia de EE.UU. atribuye a «factores ambientales» los síntomas de envenenamiento que sufrieron el magnate ruso y dos negociadores ucranianos
30 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Solo 24 horas después de que The Wall Street Journal desvelase el presunto envenenamiento de Román Abramóvich y dos negociadores ucranianos que el pasado 3 de marzo participaban en las conversaciones de paz con representantes del Kremlin, el magnate ruso reapareció este martes en Estambul para continuar su labor de mediador entre Moscú y Kiev.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, admitió este martes que, aunque no forma parte de la delegación oficial de Moscú, el oligarca se encuentra en Turquía para actuar de «enlace» y establecer «determinados contactos» entre Ucrania y Rusia. Peskov recalcó que la mediación de Abramóvich cuenta con el visto bueno tanto del presidente ruso, Vladimir Putin, como de su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski.
Las imágenes oficiales del encuentro distribuidas este martes por el Gobierno turco mostraban al multimillonario sentado en la primera fila de observadores, junto a Ibrahim Kalin, portavoz del presidente turco y uno de los artífices de las negociaciones entre Moscú y Kiev.
Sanciones
Román Abramóvich, que ha tenido que poner a la venta el Chelsea por las sanciones impuestas a los oligarcas rusos afines al régimen de Putin, ha dejado temporalmente su residencia en Londres y dos de sus megayates se encuentran atracados en la costa turca, a salvo de las duras medidas impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido.
Según una fuente del Gobierno estadounidense citada por la agencia Reuters, los servicios de inteligencia norteamericanos atribuyen a «factores ambientales» los síntomas del presunto envenenamiento que sufrieron Abramóvich y los dos negociadores ucranianos.
Desde el Kremlin optaron por guardar silencio sobre esta cuestión, como han hecho los medios oficiales rusos, mientras que el equipo negociador ucraniano instó este martes a no prestar atención a «especulaciones y teorías de la conspiración». A pesar de este mensaje, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, aconsejó a sus compatriotas desplazados a Estambul que no comiesen ni bebiesen nada y que evitasen «tocar cualquier superficie», según recogió Sky News.