Álvaro Fernández, farmacéutico: «El omeprazol lo usamos mal, no es un protector de estómago»

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Farmacéutico Fernández trata de resolver a través de las redes las consultas que le llegan sobre salud, aunque muchas de ellas son sobre sexualidad. «A los chicos les preocupa hasta cuándo les va a crecer el pene, mientras que a ellas el embarazo», asegura

05 feb 2022 . Actualizado a las 10:05 h.

A estas alturas, la capacidad de asombro de Álvaro Fernández (Soria, 1987), más conocido como @farmaceuticofernandez, es casi nula. A sus perfiles en las redes sociales llegan miles de consultas sobre sexualidad de jóvenes y no tan jóvenes, que ahora ha decidido recoger en un libro, Nadie nace sabiendo. Empezó subiendo vídeos sobre la tos, pero cuando vio que no interesaban, adaptó lo que él quería transmitir a lo que la gente quería oír y cómo lo querían oír. Sus vídeos sobre sexualidad se han hecho virales.

 —¿Cuál de todas las cuestiones que te han planteado te ha llamado más la atención?

—La de «¿Cómo pueden hacer pis las mujeres con el tampón puesto?». Es la que más me sorprendió en su momento, pero no es ni mucho menos la más recurrente. Me llamó la atención, no tanto porque sea lo más raro que me han preguntado, sino porque fue la primera. Surgió a raíz de un vídeo que hice, y me empezó a llegar la pregunta de forma recurrente. Yo decía: «Me están tomando el pelo», pero cuando la recibí diez veces, incluso por parte de chicas, pensé: ‘La voy a contestar a riesgo de quedar en ridículo y que la gente dijera: « ¿Qué gilipolleces explica este?». El vídeo está subido, y si ves los comentarios, hay reacciones de auténtica sorpresa. Esa fue la primera vez que me quedé descolocado, ahora he perdido la capacidad de sorprenderme. No es que todo me parezca normal, porque pienso: «Esto deberían saberlo», pero no me sorprende.

 —¿A los farmacéuticos os preguntan lo que no se atreven con el médico?

—No en el mostrador, porque yo la mayoría de las preguntas sobre sexualidad las he recibido en redes. En la farmacia es raro que te pregunten más allá de la píldora del día después o de las píldoras anticonceptivas, que sí que tienen que venir a comprarlas. Es raro que la gente te pregunte en persona, porque no es un tema cómodo, y es más fácil tratarlo con el médico porque la consulta es más íntima que la farmacia, que entra y sale gente...

 —¿Y la que más se repite?

—Son distintas, en función de si son ellos o ellas suele ser diferente. A los chicos lo que más les preocupa es hasta cuándo les va a crecer el pene, si pueden hacerlo crecer más y cómo pueden durar más. Las de ellas, acábalas como quieras, pero todas empiezan por: «Me puedo quedar embarazada si....», y también «¿puedo estar embarazada si...?». En ellas, la preocupación mayoritaria suele ser el embarazo, esa es la realidad.

 —¿Qué es lo que te llevó a compartir este tipo de información en las redes?

—No fue ni siquiera por iniciativa propia totalmente. Mis hermanas tenían un canal de YouTube en el que subían vídeos de salud, son farmacéuticas, y me pidieron que participara. Al principio, me negué. Yo de las redes sociales paso olímpicamente, hasta hace año y medio no las tenía ni para hablar con mis amigos, pero me convencieron. Empecé haciendo vídeos de cinco o diez minutos, y los que hago ahora son más cortos, si duran un minuto, ya he hecho uno largo. Cuando empecé, cogía un tema, por ejemplo, la tos: cuáles son los tipos, cuál es el mejor tratamiento... Pero no los veía nadie, entonces pensé: «El esfuerzo se puede hacer, pero para qué. Yo esto ya me lo sé. Esto no lo ve nadie más que mi madre, que también es farmacéutica y también se lo sabe», y dije: «No puede ser». Durante el confinamiento me habían enviado un montón de vídeos de TikTok, y pensé: «Será que es lo que está de moda, y es donde hay que estar». Cuando aterrizas ahí, ves que el tono que tiene no es como para hacer un vídeo muy serio, así que intenté adaptar un poco el mensaje que yo quería transmitir a lo que querían que les contara y cómo querían que se lo contara. Es verdad que yo hablo mucho de sexualidad, pero la mayoría ha surgido a raíz de las preguntas de la gente. Y aunque toco temáticas variadas dentro de la salud, los vídeos que más se conocen son esos, se vuelven virales con más facilidad.

 —¿Cuando los jóvenes recurren a un farmacéutico para este tipo de consultas tenemos que leer entre líneas?

—Sí, ya no son solo los adolescentes, es mucha gente en general. La gente piensa que yo tengo más seguidores en torno a los 18 años, y no, tengo más entre 25-35 años. Son temas que no son tan fáciles de tratar como otros, y el anonimato de las redes ayuda. «Escribo aquí, le doy a enviar, y que sea lo que dios quiera. Si me contestan es lo que me llevo». Esto facilita mucho plantear determinadas preguntas. No me parece que sea la mejor vía del mundo, porque para eso está el médico o el mostrador de la farmacia, pero es cierto que cuando tienes que recurrir a las redes sociales, parece como que no hay otras alternativas que, en teoría, deberían existir, o que no son la vía principal en la que piensa mucha gente.

 —Cuentas muchísimas anécdotas y algunas curiosidades, por ejemplo, que el testículo izquierdo suele ser más pequeño que el derecho.

—Sí, y suele colgar más, porque la vena espermática de ese lado es más larga. Casi todas tienen una explicación fisiológica, pero son cosas que a la gente le parecen curiosas. Hay otras muchas que no están en el libro, por ejemplo, que el interior de la mejilla está hecho del mismo tejido que el interior de la vagina.

 —¿Realmente es tan importante la primera vez o se ha idealizado?

—Primero, creo que depende para quién, y segundo, no es ni como en el porno ni como en Disney. Es un tema completamente opinable, pero para la mayoría de la gente, la realidad es que tampoco supuso un antes y un después. No es una cosa tan relevante como se tiende a creer. La gente suele llegar a ese momento con muchos nervios, mucho miedo, qué va a pasar... pero con el tiempo, aunque eso se ve después, dices: «Lo preocupado que estaba y tampoco era para tanto». Además, el hecho de que esté tan idealizado, también hace que sea más complicado.

 —¿Cuál es el mito que pesa más sobre la primera vez?

—No sé cuál es el que pesa más, pero los hay muy locos, como que la primera vez no te puedes quedar embarazada o que te cambia el cuerpo. Estas cosas están sorprendentemente extendidas para el momento en el que estamos. Hay muchas cosas que no son mitos, pero que la gente no tiene claras, porque nadie se las ha contado.

—¿Cuál es el método anticonceptivo que más usan los jóvenes hoy en día?

—Depende qué franja de edad, pero probablemente sea el preservativo. El problema es que con los anticonceptivos hormonales se plantea otra alternativa, que es uno de los motivos por los que las enfermedades de transmisión sexual han aumentado últimamente. Antes te decía, lo que más les preocupa a ellas es el embarazo, con los hormonales, esto lo tienen cubierto, pero las enfermedades, no. Hubo una época en la que el preservativo se usaba más, porque las alternativas eran menos, ahora se han incrementado, y es cierto que el preservativo, sobre todo en gente más joven, impera, pero las anticonceptivas van quitándoles terreno.

—¿Cuánta competencia os hace el doctor Google?

—A nosotros y a todo el mundo en general. Es normal, a día de hoy la información está tan a la mano del mundo... el problema es que hay que saber interpretarla. Sobre salud hay toda la que quieras, pero si pones cuatro síntomas en Google seguro que tienes cáncer. Al final es lo que hay, no hay forma de controlar lo que ponen en Google, así que uno se acostumbra a que venga alguien y te diga: «He visto que lo mejor que hay para la gastroenteritis es preparar un suero con limón, y esto y lo otro.». Le argumentas por qué no, y seguiremos adelante.

 —¿Qué fármaco usamos peor?

—El omeprazol, sin duda. Te diría también que los antibióticos, pero son más difíciles de acceder porque necesitas receta. Sin embargo, el omeprazol es un fármaco de venta libre, y todo el mundo piensa que es un protector de estómago, y no lo es.

 —¿Qué es?

—Es un inhibidor de protones que reduce la acidez, pero además no tiene efecto inmediato. No sirve como se lo toma mucha gente: «Uf, he bebido mucho, me voy a tomar un omeprazol». «He comido y me he puesto superlleno», pues tómate un antiácido, pero el omeprazol no, porque no vale para eso. Es un fármaco que sirve para proteger el estómago en determinados tratamientos, y que se usa para la hernia de hiato, pero no es un protector como tal. Se usa casi hasta para el dolor de estómago, y no tiene nada que ver.

—Aunque juegue en tu contra, ¿abusamos de los medicamentos?

—Es que no es que juegue en mi contra, es que es mi opinión, sin ninguna duda. Habrá quien no, pero en general se abusa de la medicación y se toma muy a la ligera. No solo pasa con el omeprazol. A veces dices: «Tengo un resfriado». Te has resfriado, pero lo único que tienes es un poquito de congestión, y te tomas un antigripal, que lleva tres o cuatro principios activos de los que a ti solo te hace falta uno. Aunque vengan en el mismo sobre, tú te estás tomando cuatro fármacos y solo necesitas el efecto de uno. Hubiera sido más fácil que te hubieras comprado el anticongestivo. Los antigripales son para aliviar síntomas, no curan nada, van a hacer que pases la enfermedad de forma más llevadera, pero la gripe va a durar lo mismo te mediques o no. Tómate para los síntomas que tienes, a lo mejor los tienes todos, y entonces fenomenal, pero no tiene por qué, no suele ser lo más habitual. Este es solo un ejemplo, pero hay muchos más. Te tomas el antibiótico para una gripe porque te sobró de la última vez, y no hace absolutamente nada en una gripe. Lo único que puedes tener son efectos secundarios porque te siente mal al estómago o te provoque una candidiasis, que es también muy habitual.