¿Perderán eficacia las vacunas frente a la nueva variante ómicron?

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN

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IDREES MOHAMMED

Los estudios para probarlo aún están en curso, pero aunque el subtipo sudafricano sea más resistente los expertos sostienen que los sueros actuales seguirán ofreciendo una protección suficiente, por lo que insisten en la inmunización

06 dic 2021 . Actualizado a las 18:35 h.

Hay que estar vigilantes, pero sin alarmar. Es el mensaje de prudencia de los científicos ante la nueva variante ómicron, de la que aún poco se sabe realmente, pero que probablemente acabará siendo la dominante en el planeta desbancando a delta. Parece que tiene más capacidad de infección, aunque los datos preliminares que se han lanzado, como que podría ser hasta 500 veces más transmisible que la cepa original de Wuhan no tienen aún el aval científico.

Pero quizás lo que más preocupa es que sea más resistente a las vacunas actuales, ya que concentra 32 mutaciones en la proteína pico, la llave con la que el virus entra en las células. Nada está demostrado aún, pero en el supuesto de que rebaje el nivel de anticuerpos los expertos insisten en que la protección va mucho más allá de los anticuerpos. O, dicho de otra forma, las vacunas actuales, aunque perdiesen una cierta eficacia, seguirán protegiendo, especialmente frente a la enfermedad grave.

¿Qué pruebas se harán para comprobar si las vacunas pierden eficacia?

«Para averiguarlo es necesario aislar la variante y enfrentarla a sueros de pacientes que hayan sido vacunados o infectados con el virus, idealmente con variantes distintas. De este modo se puede conocer la capacidad de neutralizar el virus por la respuesta de anticuerpos que generan las vacunas», explica Sonia Zúñiga, viróloga del CSIC.

«El ensayo más rápido para saber si hay resistencia o no es usar el suero de individuos inmunizados con las vacunas y enfrentarlos con ómicron. Esto indicará si esos anticuerpos tienen capacidad de neutralizar el virus o no», coincide Ignacio J. Molina, catedrático de Inmunología de la Universidad de Granada. Sería el primer retrato de la situación, que se podría obtener en dos o tres semanas. Pero no será el determinante. «Tenemos que establecer ensayos preclínicos en animales como ratones, hámsteres y macacos para saber si las vacunas actuales te protegen frente a la nueva variante y seguir al mismo tiempo la evolución de las personas que están infectadas», apunta el también virólogo del CSIC Mariano Esteban. Este proceso llevará un poco más de tiempo, en torno a dos meses, pero será más fiable, porque la inmunidad humana es mucho más que los anticuerpos. Que bajen, no significa que dejemos de estar protegidos. «El mensaje que hay que dar es que hace falta más ciencia antes de alarmar a la sociedad», sostiene Esteban.

¿Y si en las pruebas en laboratorio se constata una pérdida de anticuerpos frente a ómicron?

Tampoco debe cundir la alarma. «La pérdida de eficacia habrá que estudiarla, pero una cosa es lo que ocurra en el laboratorio y otra en la realidad. En los estudios in vitro puede haber pérdidas, pero ahí solo se están viendo los anticuerpos, no el resto de la inmunidad, porque también tenemos la inmunidad celular y la innata», apunta África González, catedrática de Inmunología de la Universidade de Vigo. O, lo que es lo mismo, en la realidad estaremos mejor protegidos.

¿Nuestros anticuerpos también pueden mutar?

Si. Es lo que apunta África González, que explica que al igual que los virus mutan para ser más infectivos nuestros anticuerpos también pueden hacerlo para adaptarse al nuevo enemigo y preparar mejor sus defensas. «Nuestros anticuerpos también pueden mutar —dice— para adaptarse ala nueva variante».

¿Las vacunas actuales funcionarán frente a ómicron?

Que las vacunas actuales pierdan eficacia ante ómicron, en el caso de que se demuestre este supuesto, no significa que no funcionen. «Lo más previsible es que las vacunas nos sigan protegiendo. Nunca se pierde completamente la respuesta inmunitaria, porque el virus no ha cambiado tanto. Es verdad que hay zonas del virus que han mutado, pero la respuesta inmunitaria no son solo los anticuerpos. Es mucho más», advierte África González, catedrática de Inmunología de la Universidade de Vigo. «No hay que tener miedo, porque las vacunas actuales nos van a proteger», insiste.

En la misma línea se pronuncia Vicente Larraga, también virólogo del CSIC y que prepara, al igual que Mariano Esteban, una vacuna contra el covid, adaptada igualmente a las nuevas variantes. «Aunque pueda perderse un poco la efectividad, las vacunas funcionan y funcionarán contra ómicron», dice Larraga. Su colega Esteban también avanza que «estamos trabajando en la vacuna frente a ómicron» e insiste, al igual que sus colegas, en que lo más importante es estar inmunizado, porque las actuales fórmulas siguen protegiendo.

¿Cuánto tiempo tardará una vacuna específica para ómicron?

«En 50 o 60 días se podría tener. Es tiempo más que suficiente, porque solo es necesario introducir unas pequeñas modificaciones en el ARN para adaptarla a ómicron y no serán necesarios ensayos clínicos. Como mucho una prueba adicional de seguridad», explica Vicente Larraga. «En un par de meses podría estar», corrobora su colega Mariano Esteban. Un pronóstico parecido al de África González, que introduce un matiz: «Será cuestión de meses, pero yo creo que no va a ser necesaria».

¿Ómicron puede ser menos agresiva que delta?

La lógica de los virus indica que mutan para ser más infectivos, pero que a cambio pierden su virulencia. Que ómicron vaya a tener este comportamiento es algo que aún habrá que ver, pero los primeros indicios muestran que es menos agresivo. «Lo que vemos hasta ahora es que afecta a gente mayoritariamente joven y con una sintomatología bastante atenuada, sin indicadores de virulencia, pero habrá que demostrarlo», dice Esteban. E igual opina África González: «Casi todos los casos son en gente joven, asintomáticos o muy leves. Pero habrá que esperar». Manteniendo la prudencia, Vicente Larraga coincide: «Por lo que se está viendo no parece que sea grave. No parece que esta variante vaya a ser preocupante a nivel clínico, pero habrá que probarlo».