El ECDC alerta de más variantes del covid por el avance de la nueva ola
23 nov 2021 . Actualizado a las 09:24 h.Austria, los Países Bajos, Croacia, Bélgica, Francia... Europa vivió durante el fin de semana una ola de protestas —auspiciadas en algunos casos por los movimientos de ultraderecha— contra las nuevas restricciones que han impuesto los Gobiernos para intentar contener la nueva ola de coronavirus y que sitúa al continente en estos momentos como el más castigado en todo el mundo por la epidemia de covid. La OMS, de hecho, ha insistido en que se esperan 500.000 nuevas muertes de aquí a marzo si no se ordenan medidas más duras.
El epicentro de las movilizaciones se registró en Austria, donde decenas de miles de personas salieron a la calle en distintas ciudades convocadas, entre otras organizaciones, por el Movimiento Identitario, de ideología nazi. Las protestas se saldaron con más de una decena de detenidos tras enfrentamientos con la policía, justo en la víspera del nuevo confinamiento de todo el país, que empezará hoy. El Gobierno vio «inevitable» recurrir a la medida ante el imparable avance del covid, con más de 1.717 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, la cifra más alta de toda la UE. Es el primer país que recurre a esta acción extrema en la ola actual, aunque será su cuarto confinamiento desde el inicio de la pandemia. Además ordenará la vacunación obligatoria a partir de febrero del próximo año.
Miles de belgas también salieron ayer a la calle en protesta por la obligatoriedad de presentar el certificado covid para acceder a los lugares públicos, la reintroducción del uso de mascarilla en el interior de los establecimientos o la vacunación obligatoria para sanitarios, entre otras acciones.
Algo parecido sucedió en Croacia y en Francia, aunque en este último caso en su territorio de ultramar de Guadalupe, donde han vivido cuatro días consecutivos de protestas violentas. También fueron especialmente intensas las registradas en Ámsterdam y, sobre todo, en Róterdam, donde se detuvo a más de 50 personas tras enfrentamientos con la policía en una «orgía de violencia», tal y como la calificó ayer el ministro de Justicia de los Países Bajos, Ferd Grapperhaus.
Alemania se ha salvado, por ahora, de las protestas, que también son habituales en sus ciudades, aunque no se descartan movilizaciones para esta semana coincidiendo con las nuevas restricciones impuestas por el aún Gobierno de Ángela Merkel y que empezarán a aplicarse a lo largo de esta semana. Una de las medidas más polémicas es la exigencia de que solo personas vacunadas, recuperadas o con un test negativo reciente puedan usar el transporte público. Eso implicará controles más frecuentes de lo que se hace normalmente en Alemania y, ante la resistencia de parte de la población, se teme que se presenten algunos conflictos. Según el nivel de hospitalización de cada Estado también será obligatorio el pase covid para acceder a bares, restaurantes y otros locales.
Portugal anunciará medidas a mediados de semana. Entre ellas está previsto la extensión del certificado covid y la reintroducción de la obligatoriedad de las mascarillas, al menos en interiores.
En el contexto europeo, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sacó ayer pecho y puso a España como ejemplo «para el mundo» en el control de la pandemia, lo que ya había hecho la OMS. «Confiamos en la vacunación y en la mascarilla», dijo, como fórmula para frenar una nueva ola que, de extenderse, podría generar nuevas variantes del virus en Europa. Fue la advertencia lanzada por la directora del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC). «Con la alta transmisión que hay en este momento, siempre hay un riesgo de una nueva variante, por lo que aumentaremos los esfuerzos de secuenciación del virus», dijo.