Censura que las comunidades que bajan impuestos luego pidan al Estado más fondos para compensar la caída de la recaudación
06 nov 2021 . Actualizado a las 10:17 h.El lendakari Íñigo Urkullu expresó ayer su preocupación por el dumpin en materia impositiva que plantea la Comunidad de Madrid con sus rebajas tributarias y la tendencia de convertir a «determinadas comunidades en paraísos fiscales». El jefe del Ejecutivo vasco realizó las declaraciones durante su intervención en el Fórum Europa-Tribuna Euskadi, en relación a las medidas aprobadas esta semana por el Gobierno madrileño, que incluyen una rebaja del IRPF, de 0,5 puntos en cada uno de los tramos del tributo, así como la supresión de todos los impuestos propios de la región.
Íñigo Urkullu recordó que, en el pasado, se señaló al País Vasco como un paraíso fiscal, sin tener en cuenta que la comunidad cuenta con un régimen financiero especial. En ese sentido, señaló que la región recauda y gestiona sus propios recursos, asumiendo un «riesgo unilateral», y decide su destino, priorizando el gasto social.
Un ejemplo que contrapuso a «las políticas que se plantean en otras comunidades como Madrid». Y es que Urkullu no cree en ese mito de la curva de Laffer de que los ingresos aumentan si se bajan los impuestos: «Si es menor la recaudación, es menor la capacidad de gasto para determinadas políticas», advirtió el lendakari, que entiende que esa decisión tiene que ver con modelos ideológicos.
En todo caso, Urkullu aseguró desconocer si puede haber algún otro «objetivo» detrás de la estrategia de Ayuso de adoptar una política «populista» en el ámbito tributario para «luego exigir financiación autonómica al Estado que compense el menor ingreso por recaudación». Se refería el lendakari a que puede ser un posicionamiento de cara a la futura «disputa» sobre el modelo de financiación. De hecho, las palabras de Urkullu encontraron el respaldo de otros presidentes autonómicos, como el valenciano Ximo Puig: «Saben desde hace tiempo que coincido».
Mientras, la presidenta madrileña, Díaz Ayuso, acusó a Urkullu de cargar contra su modelo para tapar el fracaso del suyo: «Cuando empiezan a irles las cosas peor, porque con políticas autoritarias no se crece, nos miran con envidia y nos critican con agravio».
La madrileña no es la única comunidad que ha decidido rebajar impuestos en las últimas semanas. La Xunta incluyó en el proyecto de Presupostos para el 2022 una rebaja de los tramos autonómicos del IRPF, que beneficiará especialmente a las rentas medias y altas, así como una reducción del impuesto de transmisiones patrimoniales en la compra de vivienda y una bonificación del 25 % de la cuota del impuesto de patrimonio. Un tributo, este último, que solo abonan los 8.000 gallegos que atesoran más de dos millones de euros en bienes, que se ahorrarán 3.000 euros cada uno de media.